Para
Fernando Rosales, solo hay una explicación a la decisión tomada por la Jueza
Ruth Esperanza Álvarez: una venganza política. Fierro fue acusado de homicidio
calificado por ventaja en grado de tentativa, pero lo único que la Fiscalía
pudo acreditar son las lesiones calificadas, que por sí solas no ameritan
prisión preventiva, según los abogados Herman López Frank y Marco Carrillo
Maza, quienes acusaron a la juzgadora de afectar al acusado, lo que sugiere
evidentemente una orden superior para mantenerlo preso.
Baja
California/Ciudad de México, 16 de mayo (ZETA/SinEmbargo).– El Ministerio
Público de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Baja California insiste
y busca apelar en contra del activista León Fierro Reséndiz por el delito de
homicidio calificado en grado de tentativa. Así también, la defensa del
catedrático en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) apeló por la
medida cautelar de prisión preventiva dictada por una juez el pasado 8 de mayo.
Aquella
vez la jueza Ruth Álvarez modifico el delito que alegaba el Ministerio Público
de homicidio en grado de tentativa por el de lesiones calificadas, pero optó
dejarlo en prisión preventiva por dos meses, decisión que fue considerada por
la defensa como una acción política.
La
jueza consideró la petición de la Fiscalía, la cual dijo que el activista era
una persona peligrosa para la sociedad debido a su participación en
manifestaciones del Movimiento Mexicali Resiste. También tomó en cuenta la
declaración de Fierro, quien afirmó que su detención no impediría seguir con su
lucha por el agua.
León
Fierro Reséndiz pasó en año y medio, de ser un profesor de robótica presumido
por el Centro Estatal de las Artes, a enemigo político número 1 del Poder
Ejecutivo Estatal. Detenido y apresado desde el jueves 3 de mayo, uno de los
líderes del movimiento Mexicali Resiste, es víctima de una persecución
política, según lo expresado por el abogado Fernando Rosales, minutos después
de tomado el veredicto.
La
noche del martes 8 de mayo se llevó a cabo la audiencia de vinculación a
proceso, donde los señalamientos por los que se acusaba de Homicidio Calificado
por Ventaja en Grado de Tentativa, fueron desacreditados por la Jueza Ruth
Esperanza Álvarez, tras escuchar los alegatos de la defensa, pero resultó
irrelevante, pues la procuraduría cumplió con el objetivo de mantenerlo preso,
por lo menos hasta concluido el proceso electoral.
El
argumento para tenerlo cautivo fue que es un individuo peligroso. Curiosamente,
el pasado 14 de abril, un criminal acusado de Homicidio en Grado de Tentativa
recibió la reclasificación del delito a lesiones y fue beneficiado por un Juez
para llevar su proceso en libertad. La víctima era un niño de 11 años, quien
perdió la pierna a causa de un atropellamiento y el juzgador concedió todos los
beneficios posibles al imputado -con un largo historial delictivo-, pese a que
escapaba de la policía a bordo de auto robado.
PGJE EXIHIBIDA EN AUDIENCIA
Por
querer alcanzar una acusación severa en contra del acusado, el Ministerio
Público quedó exhibido en la maratónica audiencia de vinculación a proceso,
celebrada el martes 8 de febrero, donde declararon siete testigos, se
presentaron más de 50 fotografías, tres videos y se expusieron las pruebas de
la Fiscalía.
El
coordinador de la Unidad Especializada en Delitos Contra la Vida y la
Integridad de las Personas, Daniel González Guerra, encabezó al Ministerio
Público, pero fue rebasado por la preparación de los testigos, ya que no pudo
arrinconarlos.
El
primero de ellos fue el abogado Daniel Solorio que debatió sobre la legalidad
del ingreso a la propiedad del Rancho Mena, donde se llevó a cabo la trifulca.
A regañadientes aceptó que existen excepciones para el ingreso a un inmueble
sin orden de cateo, pero remató con que nunca mostraron documentos que avalaran
las labores en el canal donde realizarían los trabajos, lo que mantenía el
marcador parejo.
El
único sobresalto fue con la testigo Tania Mitzy Gallaga, quien al rendir su
declaración, afirmó que los agentes ingresaron de forma violenta y que León
Fierro solo pretendía proteger su vehículo, ya que arrojaron constantes piedras
a la unidad Nissan Sentra, color blanco, modelo 2000, con placas de circulación
de Baja California, propiedad del acusado.
Y
es que el fiscal cuestionó, por no aceptar que Fierro dio reversa a su vehículo
y que regresó para empujar a los uniformados; Gallaga trastabilló, pero se
mantuvo en su postura, y pese a que se le “refrescó la memoria con su primer
declaración”, aseveró que los tiempos fueron distintos y que su intención no
era empujar a los oficiales, sino alejarse de las rocas.
León
Fierro, un ejemplo de la criminalización de la protesta en Baja California.
Foto: Especial
La
misma versión respaldaron los testigos que afirmaron, Fierro Reséndiz jamás
intentó lesionar a los agentes. Sus versiones se reforzaron con videos tomados
del diario La Crónica y de testigos del lugar, donde se observa cómo da reversa
y cuando vuelve hacia adelante gira ligeramente al lado contrario de donde se
encontraban los uniformados. De hecho, la defensa logró acreditar que los
oficiales no evitaron el golpe con “maniobras especiales”, sino que León no
intentó atropellarlos.
En
su turno para declarar, la Fiscalía comentó que tenía las afirmaciones de cinco
testigos, incluyendo al oficial afectado, llamado Édgar Manuel Tapia Castro,
quien presentaba una lesión de dos centímetros en el antebrazo y otra de 10 en
la pierna, realizadas con la defensa del auto; sus heridas no requirieron
atención médica, según informó el médico que lo certificó.
La
audiencia continuó tranquila. Pocas intervenciones tuvieron la defensa y los
fiscales contra la confrontación de ideas, salvo una vez que el testigo Jorge
Benítez acusó al Gobernador de “corrupto”, por lo que el MP solicitó respeto.
El
momento más emotivo de la audiencia fue cuando el imputado pidió unos minutos
para rendir declaración. Por su propia cuenta -y bajo las advertencias de que
todo podría ser usando en su contra- despotricó en contra de los fiscales y el
gobierno por enjuiciarlo. Reclamó que pasó cinco días encerrado debido a
falacias de las autoridades y acusó de “pseudo servidores públicos” a los
agentes que lo llevaron a juicio.
En
medio de la tensión y después de hablar un poco de su persona, Fierro Reséndiz
quebró su voz y lloró, para posteriormente decir que solo lucha por lo que
todos los mexicanos deberían tener, por sus derecho. Ante los señalamientos
abogó por la humanidad de la jueza, pidiéndole que lo dejara en libertad y que
no sucumbiera ante ninguna presión externa, poniendo por encima la justicia.
De
manera repentina cambió su semblante y afirmó que continuaría con la lucha por
el agua y que si tendría que seguir preso por defender sus ideales, estaría
dispuesto a hacerlo, mientras apretaba el puño e intentaba controlar sus
emociones; sus colegas se unieron al llanto.
La
Jueza Ruth Esperanza Álvarez solicitó un receso de hora y media que se prolongó
a más de dos. Al volver, desacreditó todas las pruebas de la Fiscalía. De hecho
indicó que ni siquiera se pudo acreditar que León Fierro era el que abordó el
vehículo, ya que el proceso de reconocimiento realizado por los agentes, tuvo
irregularidades, pero debido a que tanto testigos de la defensa como de la
fiscalía reconocieron al imputado, tuvo que darlo por hecho.
En
realidad, lo único que el Fiscal pudo comprobar es que la víctima fue
lesionada, que los hechos ocurrieron en el Rancho Mena, que el afectado es un
policía estatal, y nada más; la intencionalidad de la agresión no pudo
sustentarse.
Eso
se basaba en testimonios de las víctimas que aseguraron escuchar a Fierro
Reséndiz cuando gritó a los oficiales: “Los voy a matar, pinches policías”. Sin
embargo, la mediadora consideró que debido a la distancia, era imposible que lo
escucharan, además de que en ninguno de los videos quedó registrada alguna
palabra amenazante.
Después
de escuchar a Ruth Álvarez, los pocos integrantes de Mexicali Resiste que
pudieron ingresar a la sala, comenzaron a festejar la victoria, pues la
reclasificación del delito abría la posibilidad de llevar su proceso en
libertad.
Sorpresivamente,
la jueza aceptó la solicitud de prisión preventiva en un delito no grave, por
un lapso de dos meses, aseverando que se trataba de una persona violenta que
pondría en riesgo a la víctima y a la sociedad.
Además
de las protestas, tomó como base la declaración del mismo acusado, cuando
aseveró que continuará con su lucha, lo que interpretó como un aviso de que
volvería a cometer actos vandálicos contra la empresa cervecera o el mismo gobierno.
Fierro pidió nuevamente la palabra y le reclamó que sacó sus palabras de
contexto, pero solo recibió una negativa.
INCONFORMES, DEFENSA Y FISCALÍA; AMAGAN
CON APELAR DECISIÓN
Tanto
el abogado Fernando Rosales como el subprocurador Fernando Ramírez Amador, se
dijeron inconformes con la decisión de Ruth Esperanza Álvarez.
El
funcionario estatal argumentó que en su carpeta existen suficientes pruebas
para acreditar la probable responsabilidad de Homicidio Calificado en Grado de
Tentativa, por lo que irán a una segunda instancia e incluso comentó que
analizan la posibilidad de interponer un amparo.
La
justificación es que pretenden ver por los intereses de la víctima, un agente
estatal que sufrió lesiones leves, pero que pudo perder la vida de ser impactado
por el automóvil.
Ramírez
Amador se dijo satisfecho del actuar de la Fiscalía y negó que el caso se
construyera con mentiras, pues siempre mantuvieron la objetividad en el caso.
Incluso aseveró que respaldarían a la víctima si acepta un acuerdo reparatorio.
Por
su parte, el abogado de la víctima, Fernando Rosales, quien fue entrevistado la
madrugada del miércoles al salir de la maratónica audiencia de 14 horas, afirmó
que la medida cautelar impuesta a su representado es una aberración jurídica y
que tiene un trasfondo político.
“Lo
reclasifica la juez, es una pena menor a dos años, unos raspones que tiene un
agente y se le aplica una prisión preventiva, bajo que es un riesgo para la
comunidad. Evidentemente es para tenerlo en prisión preventiva, aunque te puedo
por dos meses que está pidiendo el plazo, es un tiempo excesivo, pero se
buscará de una posibilidad alterna al conflicto, siempre que haya
disponibilidad del agente”.
Ante
ello dijo que buscarían el acuerdo con el ofendido, ya que una apelación o un
amparo tardarían demasiado y la prioridad es obtener la liberación de su
representado.
LA AMENAZA Y LA REPRESALIA
En
su última entrevista para ZETA, publicada en la edición del 27 de abril, Fierro
Reséndiz comentó que cada vez que increpan a algún funcionario estatal, las
denuncias se reactivaban de forma inmediata.
El
18 de abril de este año, el secretario Francisco Rueda Gómez salió a la
explanada en Centro de Gobierno para comer un coctel de frutas, cuando León
Fierro y algunos compañeros lo increparon por su actuar como funcionario,
además de acusarlo de corrupto; siete días después se giró la orden de
aprehensión en su contra que se cumplimentó la mañana del 3 de mayo.
“El
Gobierno del Estado busca cómo acallar las voces, reprimir utilizando la vía
jurídica como su garrote”, argumentó en aquella entrevista, donde además lanzó
una amenaza de boicot contra eventos de los candidatos del Partido Acción
Nacional y de manera específica contra Gina Cruz, aspirante al Senado y esposa
de Rueda.
De
manera paralela a la detención de León Fierro, se reactivaron páginas de
internet como El Informal de Baja California, que mantuvo una campaña agresiva
al grado de sugerir una posible participación de León Fierro en el asesinato de
su entonces esposa y el frustrado atentado hacia la vivienda de Tania Gallaga,
ya que ambos casos se realizaron con una bomba molotov.
También
las oficinas de Movimiento Ciudadano -hoy en alianza con el PAN- y una estatua
del Club Rotario, aparecieron “grafiteados” supuestamente por integrantes de
“La Resistencia”. Tania Gallaga se deslindó y recordó que la última protesta
que integrantes realizaron en las oficinas de Poder Ejecutivo, se hizo con gis
ecológico que se borra con solo tallarlo.
NO PUEDE ENTENDERSE MÁS QUE COMO UN TEMA
POLÍTICO: ABOGADOS
Para
los juristas Herman López Frank y Marco Carrillo Maza, es un asunto que no
puede entenderse más que con tintes políticos, máxime cuando la acusación es un
delito menor, por lo que la prisión preventiva está desproporcionada.
La
Jueza Ruth Esperanza Álvarez argumentó que Fierro Reséndiz era una persona
peligrosa, pues la manifestación realizada en el ejido El Choropo, el pasado 16
de enero, había terminado en un zafarrancho donde resultaron varios policías y
activistas lesionados, motivo por el cual, representaría un riesgo para las
víctimas y la sociedad.
Herman
López Frank aseveró que una prisión preventiva debe darse cuando exista riesgo
de una sustracción de la acción de la justicia, o bien, que no tenga un
domicilio comprobable en la ciudad. Por ello consideró que no existe una
motivación jurídica, lo que hace pensar que el Ministerio Público es usado con
otros fines.
Si
bien consideró que la decisión de reclasificar el delito fue la correcta, López
Frank dudó de la decisión final, argumentando que no tiene justificación y
acusó a la Fiscalía de no ser objetiva desde el principio, pues los señalamientos
de Homicidio en Grado de Tentativa estaban fuera de la realidad desde el primer
momento.
“El
argumento de la juez es que es una persona violenta, pues debió prohibirle
acercarse a determinado lugar, a persona o determinado grupo de personas, si lo
que pretendía la juez era proteger a la víctima del delito”.
Carrillo
Maza fue aún más claro al decir que es un asunto meramente político, sobre todo
en pleno proceso electoral y que su posible liberación sería después de los
comicios del próximo mes de julio.
Comentó
que existe una gran presión por este tiempo al grado que en otros estados ha
cobrado vidas. Mencionó que de septiembre a la fecha, han asesinado a 88
políticos y solo esta semana van cinco. Puntualizó que estos actos represores
son necesarios para entender la dinámica que se vive actualmente por este tema.
Abundó
que cuando fue Director de la Policía Municipal, era sumamente complicado
lograr obtener una prisión preventiva por un delito que no la otorgara de
manera oficiosa, por lo que le parece complicado que un Juez tome esta decisión
para un delito como lesiones calificadas.
ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR
SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE ZETA.
(SIN EMBARGO/ REDACCIÓN / 16 DEMAYO
2018)
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