En entrevista exclusiva para Dossier
Político, el catedrático y licenciado en Sociología por la Universidad de
Sonora considera que “en realidad, los sectores contrapuestos son básicamente
dos: el pueblo yaqui y el capital extranjero; en medio, se ven arrastrados por
atender intereses propios, como beneficio secundario y derivado: yaquis que han
traicionado su propia lucha por la soberanía territorial en el pasado, o
“torocoyoris”, como se les nombra al interior de la comunidad; ex-funcionarios
incrustados en la empresa que desarrolla la obra; servidores públicos de los
tres niveles de gobierno; delincuentes callejeros del área urbana de la región,
presuntamente de Ciudad Obregón, organizados como grupos de choque; policías y
militares aparentemente incompetentes o indolentes ante el enfrentamiento
campal, que se mantienen al margen y permiten la agresión”…
Hermosillo, Sonora (DP).- El
maestro Tonatiuh Castro Silva opina ampliamente sobre el conflicto registrado
en Loma de Bácum que, sin duda, este derramamiento de sangre empaña las
distinciones que la empresa estadounidense Sempra Energy presume en el mundo,
en cuanto a su presunto respeto a los derechos humanos y sus supuestas
prácticas empresariales éticas y deja al descubierto el rostro funesto de la
Reforma Energética.
En entrevista exclusiva para
Dossier Político, el catedrático y licenciado en Sociología por la Universidad
de Sonora considera que “en realidad, los sectores contrapuestos son
básicamente dos: el pueblo yaqui y el capital extranjero; en medio, se ven
arrastrados por atender intereses propios, como beneficio secundario y
derivado: yaquis que han traicionado su propia lucha por la soberanía
territorial en el pasado, o “torocoyoris”, como se les nombra al interior de la
comunidad; ex-funcionarios incrustados en la empresa que desarrolla la obra;
servidores públicos de los tres niveles de gobierno; delincuentes callejeros
del área urbana de la región, presuntamente de Ciudad Obregón, organizados como
grupos de choque; policías y militares aparentemente incompetentes o indolentes
ante el enfrentamiento campal, que se mantienen al margen y permiten la
agresión”.
DP: ¿Es falsa la “lucha entre hermanos”?
TCS: “Violencia yaqui”, fue
la definición que un diario regional dio a los trágicos hechos ocurridos el
pasado viernes 21 de octubre (2016) en la comunidad yaqui de Loma de Bácum, que
fue atacada por miembros de Loma de Guamúchil, refrendando con tal encabezado
la representatividad que, lamentablemente, medios de ese tipo tienen respecto a
la mentalidad sonorense conservadora y etnocéntrica, y expresando con ello la
percepción que en cuanto a esta coyuntura en particular se ha propagado sobre el
conflicto que se ha derivado de la forzada imposición del Gasoducto Sonora por
el territorio ancestral del pueblo yoeme.
¿Acaso sería posible
considerar que la conquista y colonización europea de lo que ahora es México
fue consecuencia de una “lucha entre hermanos”, una guerra entre los propios
pueblos originarios –considerando el enfrentamiento entre mexicas y
tlaxcaltecas–, siendo así ellos los culpables del establecimiento del
Virreinato?”.
DP: ¿No fue entre yaquis?
“De la misma forma, resulta
absurdo considerar que la confrontación ocurrida, ataque con piedra y fuego en
el que hubo vehículos incendiados, heridos y un asesinato, sea resultado de un
enfrentamiento “entre yaquis”.
Se señala que es un acto que
muestra la aplicación del maquiavélico precepto que reza “divide y vencerás”,
pero sólo parcialmente es válido en este caso, pues una de las fuerzas, la
mayor, es externa, y no sólo a la etnia, sino incluso al país, y sus cómplices
locales, no son sólo yaquis”.
DP: ¿Entonces, quién sería responsable de este
conflicto?
TCS: “Sin duda, este
derramamiento de sangre empaña las distinciones que la empresa estadounidense
Sempra Energy presume en el mundo, en cuanto a su presunto respeto a los
derechos humanos y sus supuestas prácticas empresariales éticas y deja al
descubierto el rostro funesto de la Reforma Energética”.
DP: ¿No existe crisis de gobernabilidad en la Tribu
Yaqui?
TCS: “El discurso del
disimulo, como es usual en coyunturas de aprehensión viscosa, reaparece en
Sonora. Pretendiendo mostrar a la opinión pública una labor de mediación
política y de procuración de justicia, que en realidad constituye una farsa que
finalmente habría de justificar el descrédito de la comunidad opositora al
megaproyecto, y así, abonar a la continuidad de la obra, Wenceslao Cota
Montoya, delegado de la Secretaría de Gobernación en Sonora, ensombrece la
situación”.
DP: ¿Por qué se enrarece lo sucedido en Loma de Bácum?
TCS: “El funcionario no
asiste en primer término a reunión a Loma de Bácum, localidad que recibió la
agresión letal por parte principalmente de miembros de la Guardia Tradicional
de Loma de Guamúchil, sino es a ésta comunidad a la que acude, dando la voz a
los agresores en primer término, y concediéndoles simbólicamente con ello la
razón.
Además, tras el acto acusa
públicamente que el motivo del enfrentamiento son rencillas internas que,
señala, son incluso ´ajenas´ a la realización del gasoducto.
Por su parte, el Gobierno del
Estado de Sonora, en sus dos recientes administraciones, ha guardado una
actitud esquiva respecto al proyecto, sobre todo tras el trágico incidente.
En su toma de protesta como
Gobernadora Constitucional de Sonora, en parte de su discurso la licenciada
Claudia Pavlovich Arellano hizo una alusión directa al Juramento sagrado con el
que los gobernadores yaquis asumen su cargo, parafraseándolo parcialmente, y
que en su integridad reza:
Para ti no habrá ya sol.
Para ti no habrá ya muerte.
Para ti no habrá ya dolor.
Para ti no habrá ya calor,
ni sed, ni hambre, ni lluvia,
ni aire, ni enfermedades,
ni familia.
Nada podrá atemorizarte.
Todo ha concluido para ti,
excepto una cosa:
el cumplimiento del deber
en el puesto que se te designe;
ahí quedarás
por la defensa de tu nación,
de tu puesto, de tu raza,
de tus costumbres,
de tu religión.
¿Juras cumplir con el mandato divino?
– ¡Sí!
La intempestiva cita,
presenciada por miles y televisada en vivo, dejó estupefactos a audiencia y
comentaristas, y se tomó como un exabrupto; se admitió dándole el beneficio de
la duda, suponiendo que a diferencia del corrupto gobierno de Guillermo Padrés
atendería las necesidades de la “tribu”, y de las etnias de Sonora en general”.
DP: ¿Qué atención ha recibido y cómo ha cambiado la
Tribu Yaqui?
TCS: “Un año después, no
existe diferencia trascendental entre las condiciones de vida de los yoeme en
aquel tiempo y en la actualidad, y la amenaza a su territorio es incluso mayor;
el Acueducto Independencia sigue funcionando y, además, ahora, se cierne sobre
el destino del pueblo yoeme la construcción del Gasoducto Sonora.
En contraste con el
apoteósico discurso intercultural de la toma de protesta, así como con el acto
realizado al inicio de su gestión, a principios de noviembre de 2015, cuando
líderes yaquis que durante la anterior gubernatura se manifestaron en contra del
Acueducto Independencia asistieron a Palacio de Gobierno, en Hermosillo, y que
se publicitó como “restauración de la relación del gobierno estatal con los
yaquis”, ahora no hay presencias coincidiendo y estrechándose las manos.
Desde la capital del estado,
la Lic. Pavlovich conmina a la etnia yaqui a fortalecer la unidad. Los
funcionarios indigenistas de primer nivel parecen no existir. No hay
reconocimiento de las verdaderas partes involucradas y arrastradas a la
contienda bélica, y se responsabiliza a los propios yaquis de la
confrontación”.
DP: ¿Falta de oficio político?
TCS: “Se ha señalado que el
problema creció por “falta de oficio político” de las autoridades locales. Si
bien sus propios actos parecieran evidenciarlo, finalmente la destreza política
en el nivel microsocial es una herramienta poco útil, en las condiciones
actuales, cuando están en juego intereses trasnacionales”.
DP: ¿Capital extranjero
contra Tribu Yaqui?
TCS: “En realidad, los
sectores contrapuestos son básicamente dos: el pueblo yaqui y el capital
extranjero. En medio, se ven arrastrados por atender intereses propios, como
beneficio secundario y derivado: yaquis que han traicionado su propia lucha por
la soberanía territorial en el pasado, o “torocoyoris”, como se les nombra al interior
de la comunidad; ex-funcionarios incrustados en la empresa que desarrolla la
obra; servidores públicos de los tres niveles de gobierno; delincuentes
callejeros del área urbana de la región, presuntamente de Ciudad Obregón,
organizados como grupos de choque; policías y militares aparentemente
incompetentes o indolentes ante el enfrentamiento campal, que se mantienen al
margen y permiten la agresión.
En lo inmediato, se establece
una estrategia claramente punitiva en contra de la comunidad que defiende su
territorio: “Un fuerte operativo de la Policía Estatal Investigadora PEI se
lleva a cabo en la Loma de Bácum, donde prácticamente tienen sitiadas las
entradas y salidas del lugar. Mientras tanto el Personal de periciales y
Ministerios Públicos dan fe de los hechos registrados el pasado viernes” (Óscar
Félix, Lunes 24 de octubre de 2016, de Grupo Larsa Comunicaciones). Cota
Montoya se reúne con las autoridades de Loma de Bácum hasta el martes 25 de
octubre y, además, no en la guardia tradicional, como lo establece la cultura
política yoeme, sino en un hotel de Ciudad Obregón, lo cual constituye por sí
mismo un atentado en términos del marco normativo del propio Estado.
Completando el escenario de
judicialización de la lucha por la persistencia étnica, en lugar de los
funcionarios del sector indígena (Comisión Nacional para el Desarrollo de los
Pueblos Indígenas, Comisión Estatal para el Desarrollo de los Pueblos y
Comunidades Indígenas de Sonora, regidores étnicos, etc.), son los políticos y
policiacos quienes aparecen, justificando su actuación con una petición de
aplicación de medidas cautelares de la Comisión Nacional de Derechos Humanos,
como de las propias autoridades yaquis:
“Este lunes inicia funciones
un fiscal especial para las investigaciones de los hechos en que perdió la vida
un integrante de la Tribu Yaqui, y se atenderá la petición de autoridades
tradicionales de Loma de Guamúchil de realizar acciones de desarme de
habitantes de los pueblos de la etnia. Así lo dio a conocer el secretario de
Gobierno, Miguel Pompa Corella, luego de una reunión de trabajo con el
procurador de Justicia del Estado, Rodolfo Montes de Oca, y el secretario de
Seguridad Pública, Adolfo García Morales…” (María de Jesús Estrada, Debate, 24
de octubre de 2016)”.
DP: ¿Qué factores convergen en esta maraña energética
y la territorialidad sonorense?
TCS: “Uno de los rasgos del
neoliberalismo mexicano es el desdibujamiento de la frontera entre el mundo
empresarial y el sector político, lo cual analistas internacionales consideran
negativo para toda nación. Principalmente, en las dos últimas décadas ha
ocurrido en México un proceso de conformación de cuadros empresariales a partir
de la Administración Pública, teniendo tal fenómeno como trasfondo la
corrupción tanto en el sentido financiero como en el ético. Desde la década de
1990 ha sido creciente la cantidad de exfuncionarios de gobierno, provenientes
de posiciones estratégicas, que son contratados en puestos de alto nivel por
parte de los corporativos trasnacionales con la finalidad de aprovechar sus
relaciones políticas, así como el conocimiento profundo del sistema normativo y
administrativo, tanto en lo formal como en lo visceral.
De esta forma, Carlos Daniel
Fernández, presidente del Partido Revolucionario Institucional en Sonora entre
2005 y 2006, y ex diputado local por el mismo partido de 2006 a 2009 –quien
cuenta con una aun mayor experiencia política y una notable formación académica
relacionada con la gestión gubernamental–, es actualmente Gerente de Asuntos Externos
en IEnova, empresa filial de la extranjera Sempra Energy, siendo de su
responsabilidad el proyecto del Gasoducto Sonora. Por su parte, Carlos Ruiz
Sacristán, Director General de Petróleos Mexicanos y Secretario de
Comunicaciones y Transportes en el gobierno de Ernesto Zedillo, funge como
presidente de IEnova. Participa también en la compañía como consejero Luis
Téllez Kuenzler, Secretario de Energía igualmente con Zedillo, y de
Comunicaciones y Transportes con Calderón. Además del proyecto en cuestión,
Sempra Energy se ha ocupado de más de 20 contratos de suministro de gas durante
la administración de Enrique Peña Nieto en el norte del país”.
DP: Gasoducto Sonora, ¿capital extranjero pero de
interés oficial?
TCS: “Por lo anterior, y
considerando además los recursos de la inversión, así como los usos que tendría
el gasoducto, resulta confuso distinguir el señalamiento de los funcionarios
locales en su afán por evadir responsabilidades: se trata de obra privada, no
del Estado; cierto, pero relativo.
El Gasoducto Sonora
constituiría una pieza en el rompecabezas llamado Sempra Energy. Forma parte de
una red de distribución y de negocios a costa de la riqueza natural de México,
y por ello, la problemática en el territorio yaqui es una de las manifestaciones
de carácter cultural y ambiental, en un problema mayor de carácter económico y
político.
De acuerdo con los planes,
gasoducto consistiría en una red de distribución de gas natural que conectaría
El Sásabe, Sonora, con El Oro, Sinaloa, atravesando 850 kilómetros del Noroeste
mexicano. Contando con esta obra, una filial de Sempra Energy importaría gas
natural desde Estados Unidos para atender las necesidades de la Comisión
Federal de Electricidad (CFE)”.
DP: ¿Qué irregularidades presenta Gasoducto Sonora?
TCS: “El elemento que define
la irregularidad del proyecto, y por tanto, la resistencia de los pobladores de
Loma de Bácum, es su carencia de Manifestación de Impacto Ambiental y de un
ejercicio previo de consulta al pueblo yaqui. Con base en ello, un Juez de
Distrito ordenó la suspensión de la obra.
Sin embargo, la problemática
es mayor, rebasando tanto la demarcación territorial yaqui, como el aspecto de
la etnicidad, pues la maraña política y económica que subyace al Gasoducto
Sonora involucra a: a) el emporio, por sus oscuras prácticas; b) los
fundamentos de la Reforma Energética, e incluso a sus artífices anteriores al
actual sexenio presidencial, y c) la política indigenista actual, que recibió
una herencia de problemas en relación con las etnias de Sonora, para los cuales
no se vislumbran aún pasos por su resolución, ante lo cual las mismas se
mantienen política y literalmente sedientas”.
(DOSSIER POLITICO ALEJANDRO MATTY ORTEGA/“CON CAPITAL
EXTRANJERO”: TONATIUH CASTRO SILVA…/ 2018-05-15)
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