El accidente que el 12 de julio le costó
la vida a Juan Mena López y Juan Mena Romero en el Paso Exprés de Cuernavaca,
fue provocado por la lluvia, por la basura, por los gobiernos de Morelos y
Cuernavaca, por una alcantarilla y por las empresas Aldesa y Epccor… todo esto,
según el informe que Gerardo Ruiz Esparza envió al Senado, a donde comparecerá
el próximo martes. Nada dice el titular de la SCT de su propia responsabilidad,
ni del informe de sus peritos –que contradice casi todos sus dichos–, ni del
incidente que ocurrió el año pasado en el mismo lugar y que, de haber sido
atendido, hubiera evitado la tragedia del mes pasado.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).-
En su intento por evadir la responsabilidad del trágico accidente del socavón
en el Paso Exprés de Cuernavaca, Gerardo Ruiz Esparza, titular de la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes (SCT), ha responsabilizado a la lluvia, a la
basura, al gobierno de Morelos, a la alcaldía de Cuernavaca, a las empresas
Aldesa y Epccor y hasta a una alcantarilla, pero no acepta error o negligencia
de su parte.
Sin embargo, los documentos
oficiales de la SCT sobre el suceso contradicen a Ruiz Esparza. El dictamen
realizado por los peritos Humberto Marengo, Héctor Manuel Valverde y Mario
Rodríguez Rodríguez exhibe la negligencia de la Secretaría porque en el mismo
sitio donde se abrió el socavón el pasado 12 de julio ocurrió un incidente
similar en octubre de 2016, sin que se tomaran medidas preventivas.
“Se debe comentar –advierte
el informe de los peritos de la SCT– que durante el mes de octubre de 2016 se
presentó un deslizamiento del talud de la carretera cuando estaba en su proceso
constructivo, el cual se deslizó parcialmente ante la presencia de fuertes
lluvias. Existe la posibilidad de que al restablecer el terraplén se haya
dislocado la tubería por la maquinaria utilizada para la reposición del mismo;
sin embargo, no hay evidencia que pudiera sustentar lo anterior. En nuestra
opinión, debe hacerse también un peritaje específico para aclarar esto”.
En sus conclusiones, los
peritos admiten que la dislocación de la tubería pudo deberse a “la falla de
estabilidad del talud ocurrido en octubre de 2016, lo que pudo afectar al tubo,
así como los esfuerzos inducidos por maquinaria pesada durante el proceso
constructivo”.
El incidente ocurrido el 14
de octubre de 2016 fue reportado como un “socavón” por la propia Policía
Federal en su cuenta de Twitter y se localizó exactamente en el mismo
kilómetro, el 93 más 850, donde se abrió un hueco de siete metros de
profundidad el pasado 12 de julio.
“Circulen con precaución.
Socavón en el referido kilómetro, a la altura del plantel educativo Conalep en
Cuernavaca”, alertó la Policía Federal ese 14 de octubre. También exhortó a los
automovilistas a que respetaran los señalamientos. Personal de Protección Civil
del gobierno de Morelos y del ayuntamiento de Cuernavaca acudieron. La SCT no
dijo nada en su momento.
Este antecedente y la
referencia del dictamen de los peritos fue ignorado por Ruiz Esparza en su
informe de 19 cuartillas, enviado al Senado antes de su comparecencia, el
próximo martes 22.
FRAGMENTO DEL REPORTAJE ESPECIAL PUBLICADO EN PROCESO
2129, YA EN CIRCULACIÓN
(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL/ JENARO VILLAMIL/19
AGOSTO, 2017)
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