miércoles, 3 de mayo de 2017

ENCUENTRAN CULPABLE A ESTADOUNIDENSE DE ASESINAR A SU NOVIO EN ROSARITO


David Enrique Meza y Taylor Marie Langston planearon el homicidio del jubilado texano para quedarse con su herencia.

Después de dos años de que el estadounidense David Enrique Meza asesinara a su novio Jake Clyde Merendino, un jubilado originario de Texas, fue encontrado culpable del crimen cometido en Rosarito, Baja California.

Pero el juicio que enfrentó no se realizó en México, sino en Estados Unidos. En diciembre de 2015, la Fiscalía del Distrito Sur de California, con cabecera en San Diego, informó del arresto de Meza y su novia, Taylor Marie Langston, quien fue su cómplice, en esa ciudad fronteriza.

El gobierno de Estados Unidos contempla en sus leyes que cuando se trata de una víctima o un acusado de ciudadanía estadounidense, entonces se pueden procesar los ilícitos como un delito federal en su país.

De acuerdo con información presentada en la Corte Federal de San Diego, David Enrique Meza apuñaló 24 veces al hombre de 52 años de edad y tiró su cuerpo en un barranco cerca del área conocida como “Los Arenales” en la carretera hacia Ensenada, las primeras horas del 2 de mayo de 2015.

La evidencia mostrada por la Fiscalía, indica que la pareja conformada por David Enrique Meza y Taylor Marie Langston planeó que éste conquistara al hombre cuando lo conoció por internet en 2013, para después asesinarlo y así quedarse con su herencia. Cuando Meza cometió el homicidio, su novia se encontraba embarazada de él.

“David Meza tomó la vida de un hombre que se preocupaba por él, que lo consentía con regalos costosos y que quería formar una vida con él”, declaró la Fiscal Alana W. Robinson, este martes 2 de mayo, tras la deliberación del juzgado que trabajó dos semanas en declararlo culpable.

Poco antes del crimen, Jake Clyde Merendino se había jubilado después de una exitosa carrera como empresario en Texas. Y dos días antes de ser asesinado, compró un condominio en el complejo Palacio del Mar en Rosarito. En el contrato de compra-venta, había establecido a David Enrique Meza como beneficiario de la transacción.

A esto, se sumó una nota escrita a mano en la que supuestamente declaraba como heredero único al joven de entonces 25 años.

Incluso, el joven asesino y su novia, Taylor Marie Langston manejaron hasta Rosarito, el 30 de abril de 2015 para que éste acompañara a Merendino a cerrar la compra del inmueble con un valor de 273 mil dólares.

Al día siguiente, el 1 de mayo, Meza regresó al lugar, pero esta vez conduciendo una motocicleta que su novio le había regalado el año anterior y detrás de Merendino, quien manejaba su camioneta Range Rover.

Ya que el departamento todavía no se podía ocupar, se hospedaron en el hotel Bobby’s by the Sea, donde entre las 7:00 y 8:00 de la noche, Meza bajó al lobby para abrir una botella de vino.

Casi tres horas después, a las 10:30 de la noche, el gerente del hotel escuchó una motocicleta en el estacionamiento y videos de vigilancia en el cruce fronterizo internacional con Estados Unidos lo capturaron ingresando a ese país, alrededor de las 11:00 de la noche.

Merendino fue visto con vida por última vez el día siguiente, la mañana del 2 de mayo, cuando informó al guardia del hotel que saldría a ayudar a un amigo que se había quedado en la carretera.

Su cuerpo fue encontrado el 2 de mayo a las 3:00 horas. Una hora después, Meza cruzó la frontera a bordo de su motocicleta, mientras que Langston cruzó 25 minutos después de él, a bordo de una camioneta negra. Ese mismo día por la tarde, la pareja regresó al hotel en Rosarito para recoger las pertenencias de él.

Después del homicidio, un amigo de la víctima inició el papeleo para hacer válido un testamento que Merendino firmó en 1998. Sin embargo, Meza y sus abogados reclamaron la herencia y como prueba, mostraron la nota escrita a mano, con fecha de diciembre de 2014, que nombraba al joven como heredero único.

En diciembre de 2015, siete meses después del crimen, un gran jurado aceptó la acusación contra la pareja. En febrero de 2017, Langston se declaró culpable del cargo de obstrucción de justicia y aceptó que, junto con Meza, mintió a agentes federales sobre lo que la hizo la noche del homicidio.

Mientras que a Meza se le procesó por homicidio causado por violencia doméstica interestatal o internacional y conspiración para obstruir la justicia. Se le dictará sentencia en audiencia programada para el 7 de agosto, podría alcanzar hasta cadena perpetua por estos delitos.


(SEMANARIO ZETA/ Destacados / Inés García Ramos /Martes, 2 Mayo, 2017 03:26 PM)

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