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Jorge Dueñes: El regidor regresara a la Corte el 9 de febrero
David
Javier Espinoza y su esposa Claudia Ramírez son señalados de encabezar una red
que lavó más de 10 millones de dólares a través de la casa de cambio “Olymar”.
Aunque la Fiscalía no confirma que el dinero haya sido producto del
narcotráfico, la investigación fue encabezada por la Agencia Antidrogas (DEA) y
un grupo especial antinarcóticos. Mientras tanto, el regidor con licencia, Luis
Torres Santillán recuperó su libertad bajo fianza de 300 mil dólares. Al
avanzar la investigación, aparecen más ligas de los implicados con Fernando
Beltrán, concesionario del Gobierno de Francisco Vega de Lamadrid, entre ellas,
una residencia en Coronado Cays
Miles
de documentos, horas de grabaciones de audio y reportes de vigilancia durante
dos años, conforman la acusación por lavado de dinero que enfrentan –en tres
expedientes separados– 21 empresarios tijuanenses y sus familiares, entre ellos
el regidor panista con licencia Luis Torres Santillán.
De
acuerdo con la Fiscalía Estatal, el primer círculo de la red, conformado por 12
personas, lavó más de 10 millones de dólares entre octubre de 2014 y octubre de
2016.
“En
este punto, creemos que la organización era liderada por David Javier Espinoza
y Claudia Ramírez”, explicó el fiscal a cargo del caso, John Dunn, al término
de dos audiencias con 14 de los detenidos, el martes 3 de enero.
A
través de la casa de cambio Olymar, ubicada en la delegación La Mesa de
Tijuana, el matrimonio dirigía las operaciones de lavado de dinero.
“Los
dólares eran recogidos ahí y transportados a la frontera, los depositaban en
cuentas bancarias de Estados Unidos y los transferían casi inmediatamente a
cuentas en bancos de México”, agregó el representante de la Fiscalía.
En
1998, Olymar obtuvo permiso de operación de la Secretaría de Relaciones
Exteriores. La empresa fue fundada por Manuel Jesús Espinoza Ames, quien
registró a su esposa y a sus hijos como socios.
El
menor, David Javier Espinoza se convirtió en apoderado legal de la empresa en
2003, de acuerdo con un otorgamiento de poder registrado ante el Registro
Público de la Propiedad y el Comercio (RPPC) en Baja California.
Antes
de dirigir la casa de cambio, David Javier Espinoza trabajó al lado de Fernando
Beltrán cuando éste fundó su empresa Promociones Zanfer.
Además,
Claudia Ramírez, esposa del casacambista y también detenida por lavado, es
prima de Lizeth Fimbres, esposa de Beltrán. Fernando Beltrán, a su vez, es
concesionario del Gobierno de Baja California, a través de la empresa Baja
California Railroad, la cual opera la vía ferroviaria Tijuana-Tecate.
NEGOCIOS DEL REGIDOR EN EU CON MISMO DOMICILIO QUE BELTRÁN
En
este primer círculo de involucrados se encuentra el regidor con licencia Luis
Torres Santillán, quien el miércoles 4 de enero salió en libertad bajo fianza,
un día después que el juez David J. Danielsen redujera el monto de 5 millones
de dólares –solicitado por la Fiscalía– a 300 mil dólares.
Fernando
Beltrán (ala izquierda) y David Javier (a la derecha) en una foto de la familia
Fimbres
Su
abogado, Anthony Colombo solicitó que la fianza se redujera a 250 mil dólares,
principalmente porque Torres Santillán no cuenta con antecedentes penales, es
ciudadano estadounidense, tiene familiares con residencia en Estados Unidos e
incluso su esposa trabaja en una escuela Montessori de San Diego.
También
citó al alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, quien entrevistado por la
prensa después de la detención del regidor, describió a Torres Santillán como
“un joven extraordinario”.
Fuera
de la Corte, Colombo, conocido por haber representado a Benjamín Arellano Félix
y trabajar en reducir una sentencia de 140 años a 25, aseguró a medios de
comunicación “la base de mis argumentos es que (Torres Santillán) no va a huir,
es un respetado miembro de su comunidad y nunca ha estado involucrado en algo
así”.
El
penalista aseguró que su cliente es inocente. La Fiscalía, también en
audiencia, señaló al joven empresario y político de realizar 18 depósitos que
suman 675 mil dólares, en bancos de Estados Unidos y desde esas cuentas,
transferir el dinero a México.
Lo
anterior entre julio de 2015 y julio de 2016, periodo que comprende el tiempo
en el que Torres Santillán participó en la campaña electoral de Juan Manuel
Gastélum, quien el 1 de diciembre asumió funciones como alcalde de Tijuana.
Al
respecto, Colombo aseguró “ese dinero era el producto de ventas legítimas de un
negocio de 55 años de distribución de granos”.
El
abogado se refiere a “Productos Diamond”, una empresa fundada en 1961 por Luis
Torres Leal, padre del imputado.
El
negocio, de acuerdo con documentos del RPPC, se dedica a “la industrialización,
envasamiento (sic) y empaquetamiento de productos en general”.
De
acuerdo con su página de internet, la compañía distribuye frijol, arroz y
lentejas, entre otros productos, a supermercados como Calimax, WalMart y
Comercial Mexicana en Baja California, Sonora, Baja California Sur y Sinaloa.
En
2005, cuando Torres Santillán cumplió 26 años, se le nombró apoderado legal de
la empresa, según registros del RPPC.
Seis
años después, Fernando Beltrán también lo nombró su apoderado legal, de acuerdo
con un documento inscrito en la misma dependencia. La relación entre ambos no termina ahí.
Karla y Jorge Carlos Escalante
llegaron sin el ex líder de la Coparmex, Jorge Escalante
De
acuerdo con el abogado Anthony Colombo, los 18 depósitos por los que la
Fiscalía de California acusa a Luis Torres Santillán de lavado de dinero, corresponden
a los pagos que Productos Diamond hacía a sus proveedores en el extranjero.
“El
dinero era depositado en Estados Unidos, en una cuenta de una compañía
subsidiaria de su negocio de distribución de granos para pagar a los
proveedores legítimos localizados en Estados Unidos, Canadá y China”, expresó.
Cuando
se le preguntó el nombre de esta empresa filial, a nombre de la cual se
realizaron los depósitos bancarios en California, el penalista respondió
“Towers Trading”. Según registros oficiales de California, Towers Trading and
Transport fue creada el 15 de agosto de 2006.
Luis
Torres Santillán aparece como el director ejecutivo y agente registrado.
En
estos documentos, Torres Santillán señaló como domicilio particular el número 9
de la calle Sandpiper Strand en el exclusivo fraccionamiento Coronado Cays,
donde Elba Esther Gordillo y el empresario José Susumo Azano también tienen
residencias.
El
complejo residencial, ubicado en la isla Coronado de San Diego, California, no
solo ofrece vista hacia el mar, también tiene reservado, para cada vivienda
–justo donde termina el patio trasero– un espacio para anclar una embarcación.
En
específico, la residencia marcada con el domicilio de Torres Santillán, es
propiedad de Silvia M. de Fernández y fue adquirida en el año 2000 por un
precio de un millón 360 mil dólares.
Sin
embargo, el actual número de teléfono registrado para esta vivienda, aparece
bajo el nombre de Fernando Beltrán.
TORRES SANTILLÁN UTILIZO CASA DE CAMBIO PARA IMPORTAR DÓLARES: DEFENSA
A
pesar de que el fiscal a cargo del caso, John Dunn señaló al regidor con
licencia de haber transportado dinero en efectivo a través de la frontera, su
abogado aseguró lo contrario.
“Mi
cliente no traficó dinero en efectivo. Hizo un contrato con la casa de cambio,
les dio cheques de su negocio, la casa de cambio convertía ese dinero a
dólares, los importaba a Estados Unidos y los depositaba en las cuentas
bancarias del negocio de Torres Santillán”, expresó ante medios de
comunicación.
El
defensor legal de Claudia es Nicholas DePento, también fue abogado de Benjamín
Arellano Felix
Una
opción menos complicada, habría sido realizar las transacciones financieras
desde México, pero de acuerdo con el litigante, su cliente no lo hizo así
“porque los bancos cobran una comisión más alta en términos de tipo de cambio y
la casa de cambio le daba una mejor tasa de porcentaje”.
E
insistió en que Luis Torres Santillán mantenía un “contrato legítimo para
convertir pesos a dólares e importarlos a Estados Unidos”.
No
obstante, expertos consultados en Tijuana indican que las casas de cambio no
tienen la facultad legal de realizar este tipo de contratos.
Al
contrario, el dinero debe ser declarado ante la Aduana de México y la de
Estados Unidos cuando abandona el país para que así se pueda rastrear la
procedencia del mismo.
En
este caso, las casas de cambio cuentan con los permisos correspondientes para
importar los dólares que colectan a Estados Unidos, a través de empresas de
traslados de valores y en ese país, depositarlos a sus cuentas bancarias.
Según
detalló el abogado, los depósitos de Torres Santillán en bancos de Estados
Unidos “eran por encima de 10 mil dólares en casi todas las ocasiones, y cuando
la casa de cambio depositaba el dinero en las cuentas de banco en Estados
Unidos, llenaba el reporte de transacción de efectivo”.
Agregó
“podría ser posible si la casa de cambio tenía otros clientes y estaba
recibiendo dinero de lugares ilegales, pero no es el caso de Torres Santillán”.
Ese
día, el regidor con licencia lució afeitado, a diferencia de su primera
audiencia pública, el 21 de diciembre. También apareció con el cabello más
corto.
En
un principio, antes de ponerse de pie, se llevó las manos a los muslos, apretó
los ojos y bajó la cabeza.
En
su segunda audiencia, luego de que se le redujera el monto de la fianza, se le
vio más animado y volteó a ver a su esposa que se encontraba en la última fila
del público.
Todavía
esposado y encadenado de los pies, se sentó junto con los acusados hombres en
el estrado que corresponde al jurado. Solo ahí había espacio suficiente para
ellos.
El
domicilio oficial de Luis Torres, con vista al mar y espacio privado para anclar
yate
En unas sillas, colocadas al frente, se encontraban Karla Escalante y su
hijo Jorge Carlos Escalante, así como Liza Ampudia, quienes se encuentran
libres bajo fianza y llegaron minutos antes de la hora de la audiencia.
En
esta ocasión, Jorge Escalante, esposo de Karla y padre de Jorge Carlos, no
acudió a la audiencia.
Más
de 30 personas, entre familiares y amigos de los 14 acusados que se presentaron
ese día, formaron filas en el pasillo de la Sala 23 de la Corte Superior de San
Diego, pero los espacios al interior fueron ocupados solamente por los
familiares más cercanos.
Mientras
cada abogado hablaba con su cliente, personal de la Corte buscaba un traductor
para Mario Rodríguez Rivera.
La
audiencia de vinculación a proceso, presidida por el juez Rouston Maino, inició
una hora después de lo establecido.
El
juez explicó a los acusados que el caso en su contra “es atípico y muy complicado”,
ya que la gran cantidad de evidencia requiere tiempo adicional para que sus
abogados se preparen para representarlos.
Por
ello, fijó la siguiente audiencia para el jueves 9 de febrero. Ese día, los
fiscales y los abogados expondrán el caso ante el juez.
Los
primeros para convencer a los acusados de que se declaren culpables y los
segundos para demostrar que no hay elementos suficientes para continuar el
proceso penal.
Anthony Colombo, abogado del regidor
Si
no se llega a un acuerdo entre Fiscalía y los acusados, habrá una siguiente
audiencia preliminar.
Si
en ésta, los imputados no se declaran culpables y el juez encuentra suficientes
elementos para proseguir, entonces dará inicio el juicio.
De
acuerdo con información de la Corte, antes de la audiencia para los 14
acusados, el 9 de febrero, David Javier Espinoza tiene fijada una audiencia
para revisar el monto de su fianza correspondiente a 5 millones de dólares,
según lo solicitado por la Fiscalía.
LAS CÉLULAS DE LA ORGANIZACIÓN: VENDEDOR DE AUTOS, UNA BANQUERA Y UNA ABOGADA
De
acuerdo con la acusación formal, David Javier Espinoza, Claudia Ramírez, Luis
Torres Santillán, Marco Díaz Ochoa, Liza Ampudia, Jorge Carlos Escalante, Karla
Escalante, David Alejandro Espinoza, Sofía Espinoza, Karla Espinoza Camacho,
Felipe Lizárraga y Mario Rodríguez-Rivera conforman el primer círculo de esta
red de lavado de dinero.
De
éstos, a Sofía Espinoza, Karla Espinoza Camacho, Marco Díaz Ochoa y Felipe
Lizárraga no se les ha iniciado proceso penal.
A
excepción de Marco Díaz Ochoa, los tres señalados forman parte de la familia
del casacambista David Javier Espinoza.
En
dos años, esta red hizo más que lavar 10 millones de dólares, creció tanto que
subcontrató a dos células, detalló la Fiscalía.
En
dos expedientes separados, a cargo de la fiscal Christina Eastman, nueve
personas más se encuentran implicadas.
“Es
una gran investigación, pero identificamos dos células independientes que
estaban operando para lavar dinero”, explicó la representante de la Fiscalía.
Salió
de prisión el 4 de enero
Una
de estas investigaciones penales señala como imputados a Yajaira Cabanillas
Palacio, quien de acuerdo con perfiles en internet trabajaba en una sucursal de
Bank of America en California; a Carolina Lefort Figueroa, quien formaba parte
de la Firma Legal Levy en San Ysidro, California, fundada en 2011, pero que
actualmente se encuentra dada de baja en registros oficiales.
Así
como Jorge Ernesto Corona, Jesús Federico Olmedo, Eduardo Sánchez Aguilar y
Marcelo Zúñiga. Todos ellos estuvieron presentes en la audiencia del martes 3
de enero y regresarán a la Corte, el 9 de febrero.
La
segunda célula estaba integrada por Deborah Frida Cervantes, Claudia Berenice
Fernández de Mendoza y Daniel Guerson.
Los
nueve se encuentran detenidos y enfrentan cargos por lavado de dinero.
De
éstos, Daniel Guerson aparece como socio de la empresa Autos El Gran Remate,
dedicada a la compra, venta y exportación de automóviles, camiones y
motocicletas.
Ésta
fue conformada en junio de 2000 en Tijuana, de acuerdo con documentos del
Registro Público de la Propiedad y el Comercio de Baja California.
Ambas
investigaciones fueron de 14 meses y a decir de la fiscal Eastman, “viendo los
casos en específico, podemos entender la cronología de los hechos”.
Cuando
al fiscal John Dunn se le cuestionó si el dinero lavado correspondía a alguna
organización dedicada al narcotráfico, éste dijo no poder hablar al respecto,
pero detalló “esta investigación continúa”.
Sin
embargo, en el caso de los tres expedientes penales, la Administración
Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) y la Unidad Especializada contra
Narcóticos (Narcotics Task Force) participaron como las agencias que dirigieron
las investigaciones.
(SEMANARIO
ZETA/ Edición Impresa/ Inés García Ramos /Lunes, 9 enero, 2017 12:00 PM)
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