La
Coparmex, que agrupa a más de 60 centros empresariales de México y quien
decidió no firmar el Acuerdo para el Fortalecimiento Económico presentado por
el Presidente Enrique Peña, reiteró que el documento es “improvisado,
incompleto e insuficiente”. En su lugar, lanzó al Gobierno federal una
contrapropuesta que incluye, entre otras cosas, un recorte al gasto público,
reducir la tasa de incremento de homicidios dolosos y combatir la corrupción.
“México sí necesita de un Acuerdo, pero uno real, que sea fruto de la
participación ciudadana, de escuchar las propuestas de los diferentes sectores,
donde cada uno nos hagamos responsables de lo que nos corresponde”, dijo su
líder Gustavo de Hoyos en conferencia de prensa.
Coparmex
no firma Acuerdo: se lo dieron 2 horas antes del acto en que Peña fue llamado
“estadista”
Ciudad
de México, 10 de enero (SinEmbargo).– La Confederación Patronal de la República
Mexicana (Coparmex), quien decidió no firmar el Acuerdo para el Fortalecimiento
Económico, reiteró que el documento, presentado ayer por el Presidente Enrique
Peña Nieto es “improvisado, incompleto e insuficiente”. En su lugar, propuso al
Gobierno federal una serie de medidas que incluyen un recorte al gasto público,
reducir la tasa de incremento de homicidios dolosos y combatir la corrupción.
“Más
que subir impuestos a las gasolinas hasta representar cerca del 40 por ciento
de su precio final, como lo hizo el Gobierno federal desde el pasado 1 de
enero, lo que se requiere es un recorte efectivo al gasto público, combatir la
corrupción y reducir los homicidios”, propuso Gustavo de Hoyos Walther, líder
de la Coparmex, la cual agrupa a 65 Centros Empresariales, 13 Federaciones,
cuatro representaciones y 14 delegaciones en todos los estados de la República.
En
conferencia de prensa, De Hoyos Walther dijo que México sí necesita de un
Acuerdo y Coparmex está en favor de generarlo, “pero un Acuerdo real, que sea
fruto de la participación ciudadana, de escuchar las propuestas de los
diferentes sectores, donde cada uno nos hagamos responsables de lo que nos
corresponde aportar para tener un país unido frente a los importantes retos que
nos impone la realidad actual”.
México
exige un compromiso sí, destacó el empresario; sin embargo, cuestiona el actual
al apuntar: “pero que no tenga objetivos políticos o mediáticos solamente, sino
uno que realmente toque la realidad de nuestro país, la economía familiar, la
clase media, que ponga la mirada en nuestra fortalezas y no en nuestra
debilidades”.
La
Coparmex demandó metas concretas, cuantificables y calendarizadas. Que incluya
los temas más críticos de la agenda económica y política de México. “Con
métricas que permita evaluar el avance en la dirección correcta”, afirma su
dirigente.
Ese
acuerdo, agregó, sólo puede surgir de la sociedad: “Es por ello que es momento
de que los ciudadanos tomemos la discusión en nuestras propias manos y
comencemos a exigir acciones específicas, que conformemos nosotros la Agenda
del cambio que México merece, el Acuerdo que México Necesita”.
Los
empresarios mencionaron tres líneas de acción para debatir el rumbo que debe
tomar un Acuerdo Nacional: Impulsar la economía familiar y la creación de
empleo digno; mejorar las finanzas públicas y promover estabilidad macroeconómica,
y promover el Estado de Derecho y el combate real a la corrupción.
INSISTE EN COMBATIR CORRUPCIÓN
¿Qué
hubiéramos hecho? Bajarle a la corrupción, al dispendio y a la deuda, le
responden a Peña
La
Coparmex reiteró que el acuerdo que México debe velar aspectos concretos como:
-Reducir la tasa de incremento de
homicidios dolosos. Los homicidios se incrementaron en 21.5 por ciento el año
pasado, se deben fijar metas concretas de reducción de este delito.
-Establecer metas para reducir anualmente
el robo de las gasolinas que, según algunas fuentes, se ha cuadruplicado en
años recientes.
-Establecer sanciones fiscales para los
estados que no cumplan con la implementación de sus sistemas locales
anti-corrupción, y para aquellos que no homologuen su ley de la cuenta pública
o que no mejoren en el índice de transparencia presupuestal.
-Fijar un calendario para atender y
solventar las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación a nivel
federal, estatal y municipal. La Secretaría de Hacienda sigue repartiendo
recursos a programas que tienen observaciones. Esto se debe detener y darle, en
su lugar, a los programas que sí funcionan según evaluaciones de Coneval.
-Esclarecer el caso de los 9 mil
millones de pesos “perdidos”, que se invirtieron en la creación de una
refinería en Atitalaquia, Hidalgo.
Gustavo
de Hoyos refirió que estas son propuestas concretas, debatibles y mejorables
que pueden ser complementadas. “Éstas establecen ideas específicas con impacto
real en la economía, particularmente la economía familiar”.
EL DISPENDIO EN EL GOBIERNO
Es
crisis de gobernabilidad, dicen politólogos; el desprestigio de Peña arrastra
al país, afirman
El
Gobierno federal gastó más de lo programado en el presupuesto y más en
servicios personales que en inversión pública de enero a septiembre del 2016,
reportó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en su informe
trimestral.
En
los primeros nueve meses del 2016, el gasto neto total ascendió a 3 billones
763 mil 358 millones de pesos, un 4.6 por ciento más que en el mismo periodo
del 2015 y un 6.2 por ciento más de lo previsto en el presupuesto –220 mil 263 millones de pesos–, debido
principalmente a un mayor gasto programable por 174 mil 507 millones de pesos,
detalló la instancia.
“Un
Secretario de Hacienda debe cuidar el presupuesto y no dar más de lo aprobado
porque sino recurre a endeudarse”, dijo en entrevista un consultor
internacional de Alemania que ha colaborado en diversas instituciones
gubernamentales en México.
“No
hay suficiente control en el presupuesto. Cómo es posible que se gaste más del
aprobado [por el Congreso de la Unión], ¿qué valor tiene un presupuesto si no
se respeta? Pero no empiezan por el ejemplo. Si Presidencia gasta tanto y sin
control, ¿por qué las demás instancias sí deben ajustarse?”, añadió.
Aunque
la Auditoría Superior de la Federación (ASF) analiza en qué se destina el
gasto, añadió, “sus informes no tienen consecuencia, nadie toma en cuenta sus
análisis”.
Al
destinar más dinero del programado, el Gobierno recurre a endeudarse.
Para
el consultor y economista, el problema no es que la deuda pública se acerque al
50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), sino su ritmo de crecimiento en
poco tiempo [estaba en 33 por ciento al inicio de la gestión], a pesar de que
la economía no crece y que ese dinero no vaya a inversión pública.
(SIN
EMBARGO.MX/ REDACCIÓN / ENERO 10, 2017 - 9:54 AM)
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