Foto: Tomada de Internet
El Consejo Editorial del
diario estadounidense The New York Times publicó hoy una columna de opinión en
la versión impresa del rotativo, en la que analizan las “engañosas” demandas
presentadas por difamación contra los periodistas que investigan casos de
corrupción en México, entre los que figuran Carmen Aristegui Flores y Sergio Aguayo
Quezada.
“Ya sea que para ayudar a
terminar en México la cultura del amiguismo y la corrupción, dependerá en gran
medida de que los periodistas sean capaces de investigar e informar acerca de
la clase dominante”, indica el medio neoyorquino. Las demandas, dice el NYT,
están “teniendo un efecto negativo en el periodismo de investigación y la
crítica”.
“De todos los retos que
históricamente han obstaculizado a la prensa mexicana, incluyendo la violencia
y el hábito de la autocensura para apaciguar a los anunciantes, los periodistas
expuestos se enfrentar a injustificadas medidas legales, ahora relativamente
faciles de resolver”, indica el Consejo Editorial del rotativo.
La columna de opinión también
toca el tema de la Ley General de Responsabilidades Administrativas de los
Servidores Públicos, iniciativa ciudadana denominada popularmente como “Ley
3de3”, aprobada luego de que el presidente Enrique Peña Nieto ha sido objeto de
acusaciones por operaciones de bienes raíces de su familia como la llamada
“casa blanca” y un departamento en Miamia. “[…] sería prudente para respaldar
una ley de este tipo. Sería recorrer un largo camino hacia la recuperación de
la confianza de un electorado que ha dado un montón de razones para cuestionar
su integridad y juicio”, señala el rotativo.
En el caso de Aristegui, sus
abogados dijeron que la demanda que se les notificó el 29 de mayo, presentada
por el dueño de MVS Noticias, Joaquín Vargas, contra la periodista y la
editorial Penguin Random House, que publicó en octubre un libro sobre la casa
firmado por los cuatro reporteros del equipo de Aristegui.
En el prólogo del libro,
Aristegui escribió que la familia Vargas “sucumbió a la presión y compromisos
con un poder al que antes se había enfrentado con dignidad y coraje”.
Ricardo Cayuela, director
editorial de Penguin Random House, dijo por su parte, que la demanda reclama
daños morales causados por Aristegui, y además pide a la editorial que retire
el prólogo del libro y pida disculpas.
En julio pasado, el ex
gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés demandó a Sergio Aguayo por
daño moral y le reclama una indemnización de 10 millones de pesos, pues
considera que su reputación fue dañada debido a opiniones emitidas por el
analista político, en medios de comunicación.
La demanda fue presentada el
pasado 28 de junio en el Juzgado 15 de lo Civil del Tribunal Superior de
Justicia de la Ciudad de México y a la letra dice:
“El demandado Sergio Aguayo
Quesada, utilizando medios de comunicación impresos y electrónicos de difusión
masiva, atentó en contra de mi honor, vida privada y mi propia imagen también
lesionando mis sentimientos, afectos, creencias, decoro, reputación, así como
la consideración que de mi persona tienen los demás”.
Moreira se refiere al
artículo ‘Hay que esperar’, publicado el día 20 de enero de este año en los
diarios Reforma y el Siglo de Torreón, donde se habla de su detención en España
tras ser indagado por lavado de dinero y por lo que incluso fue encarcelado una
semana.
El diario indica que la de Aristegui es una de
las demandas 10 presentadas recientemente contra periodistas que han sido
rastreadas por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Edison Lanza, relator
especial para la libertad de expresión de dicho organismo, dijo que este tema
genera alarma y que parece probable que algunos funcionarios públicos estén
tomando ventaja de esto, cita la editorial.
El diario estadounidense
también recordó la disculpa “pedida” por Peña Nieto en julio:
“Si queremos recuperar la
confianza en los ciudadanos, todos tenemos que ser autocríticos, empezando por
el Presidente de la nación”, dijo entonces el mandatario nacional.
Pero para el NYT, dicho
sentimiento “sería más creíble si el Presidente encabezara un esfuerzo para
impedir que las personas poderosas utilizaran demandas para intimidar a la
prensa”, finaliza el diario estadounidense.
(SEMANARIO ZETA/ CARLOS ÁLVAREZ LUNES,
12 SEPTIEMBRE, 2016 07:04 AM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario