Sin Embargo/Zeta
Mientras
el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto afirma que en el país las
cifras de inseguridad van a la baja en todos su rubros, que se va ganando la
lucha a delincuencia y que la economía va en franca recuperación; el FMI (Fondo
Monetario Internacional) advirtió en un informe que la violencia en el país relacionada con el tráfico de drogas del
crimen organizado ha tenido un impacto negativo en la economía de las entidades
federativas.
Según
un estudio de investigadores del instituto, de 1993 al 2012, los grupos
criminales han puesto en riesgo a los negocios. Al registrarse extorsión o
secuestros, las personas deciden migrar o simplemente se ven obligados a
cerrar.
“La
asignación de capital humano se distorsiona por la infiltración de las
organizaciones criminales en el sistema económico formal y la delincuencia
aumenta el riesgo, y la incertidumbre del ambiente de negocios, lo que a su vez
reduce la tasa de crecimiento de largo plazo de la economía”, menciona el
reporte: Crimen y la economía en estados mexicanos.
Si
bien es cierto que el sector de servicios, comercio y agricultura están
afectados, el petrolero y minero van a la alza, pues el crimen ha invertido en
ellos.
En
relación a los asesinatos, el documento establece que por cada aumento de 1.5%
en el índice de homicidios en las entidades mexicanas disminuye medio punto
porcentual el PIB per cápita de esa entidad (el poder económico de las
familias).
“En
particular, el período 2007-2012 ilustra un importante incremento en el índice
de homicidio a nivel nacional. Muestra también que algunos estados registraron
más homicidios que la media nacional”, documenta el estudio.
Mientras
que si el índice de los homicidios llegar a ir a la baja en algún estado,
advierte, la riqueza por habitante tarda dos años en recuperarse.
A
pesar de lo anterior, el informe cita un estudio global de la Oficina de
Naciones Unidas sobre Drogas y Crimen (UNODC, por sus siglas en inglés), el
cual menciona que Honduras, El Salvador, Venezuela y Colombia presentan índices
de homicidio más altos que México.
Por
lo anterior, los analistas concretan que sería interesante ver si la Reforma
Judicial aprobada en 2008, podrá mitigar las consecuencias del crimen
organizado en las actividades económicas.
El
reporte suma que el impacto negativo por la delincuencia se reduce cuando la
percepción de seguridad es alta en una población, en relación a la confianza en
la calidad de las instituciones.
Para
finalizar expone que el problema del crimen ha sido fuente de preocupación para
organizaciones internacionales y población en general.
(SEMANARIO
ZETA/ GENERALEZ/ Redacción ZETA/ 14 de Junio del 2015 a las 08:26:45)
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