Productores
de leche advierten que diversos factores los han llevado a la quiebra, entre
éstos, el aumento en la venta de fórmula láctea. De 28 empresas lecheras que
había en Mexicali, quedan tres, y en Tijuana 30
En Baja California
quedan aproximadamente 45 productores de leche que abastecen a las grandes pasteurizadoras en la región, que son
Jersey, Lala, Azucena e Imperial. Tan solo en el sexenio de José Guadalupe
Osuna Millán, 29 establos tecnificados se fueron a la quiebra. Ahora, de 28
negocios que había en Mexicali, cuando mucho quedan tres. En Tijuana sobrevive
un promedio de 30.
En tanto, a nivel
nacional han quebrado 150 mil pequeños y medianos productores, quienes habían
formado parte de tres y cuatro generaciones en dicho sector productivo.
La importación anual
de 45 mil toneladas de leche en polvo a nivel nacional, aunado a un mayor
consumo del producto, debido a la constante pérdida del poder adquisitivo de
consumidores, ha llevado a que la gente busque el sustituto aun a costa de no
tener los nutrientes de la leche, advirtieron los productores.
Entrevistados por
ZETA coincidieron que las políticas públicas en el sector no han sido las más
adecuadas. Por ejemplo, el precio por litro de leche que reciben los
productores es de 6.25 pesos, con lo que apenas les alcanza para mantener la
producción que no genera utilidad alguna.
De acuerdo a la
Asociación de Productores de Leche en Tijuana, el alimento debería costar 7.40
pesos por litro, lo que les generaría una leve ganancia que les permitiría
seguir operando.
“El aumento fue
apenas un respiro porque tenemos deudas, las vacas comen todos los días, hay
que comprar el alimento, pagar luz, agua. Además, hay que mantener un riguroso
control de los animales con vacunas. Aquí no es como una maquiladora donde hay
mucho producto, se baja la producción y dejas de pagar sueldos”, dijo a ZETA
uno de los afectados que tiene su establo en Tijuana.
Según el Consejo
Estatal de Productores de Leche de Baja California, el sector en cuestión no ha
salido de la crisis desde 2007, desde esa fecha han desaparecido 23 productores
en la entidad, lo que representa un 30 por ciento del total.
TESTIMONIOS
Un productor de
leche en Tijuana que hace aproximadamente cinco años cerró sus puertas en
Mexicali, afirmó que el sector está totalmente desolado. Atribuyó el cierre a
que en lugar de que el Gobierno Federal fortaleciera a los pequeños y medianos
productores para que surtieran a las grandes empresas nacionales que ya venían
entrando a Baja California, como Lala y Pasteurizadora de Juárez, esto no se
hizo; además, las compañías quieren vender lo que producen en otros estados y
dan preponderancia a las fórmulas lácteas.
Según el consultado,
el Gobierno Federal tuvo “la grandiosa idea de importar el producto en polvo,
en tanto que el Gobierno del Estado nunca aplicó una estrategia para
protegerles. Valga mencionar que tardaron seis años para recibir un aumento al
precio del producto. Esto ha sido paulatino, es una falta de rentabilidad, no
hubo estrategias adecuadas para que se integrara a la cadena productiva, el
productor primario lleva los costos de alimentación, salud el animal etcétera.
“Llega un momento
que lo que tenías de capital te lo vas comiendo, y pues tienes que salvar tu
capital, ya la actividad que tenías con
tractores, pick-ups, camiones; todo eso ya se acabó, mientras que para el que
transforma el producto, su margen de ganancia es mayor cada vez”, finalizó.
Por su parte, Héctor
Manríquez, quien fuera predecesor de la tecnificación lechera bajacaliforniana,
comentó que se retiró del negocio hace aproximadamente cinco años.
“Ya no tengo ganado,
pero no estoy nada arrepentido de haber cerrado mi establo. Esto ya lo veíamos
venir con anterioridad, las plantas siguen pagando lo que quieren. En Mexicali
la planta Imperial se vendió y les dieron diez días a los lecheros porque no
les iban a recoger la leche, lo que producían se lo terminaron vendiendo a los
queseros. Las compañías les bajaron la cuota porque no quisieron vender en seis
pesos y el productor tiene que ver quién les recoge los otros litros”,
sentenció.
EL PROBLEMA A NIVEL NACIONAL
Las importaciones
de leche en polvo han perjudicado la
economía de México, poniendo en riesgo la forma de vida de algunos sectores
primarios, como es el caso de los productores de leche que, a nivel nacional,
han quebrado 150 mil pequeños y medianos productores, quienes han formado parte
de tres y cuatro generaciones en la actividad. Lo anterior de acuerdo al Frente
de Productores y Consumidores de Leche.
Ante tal escenario,
el organismo exigió la inmediata intervención del Gobierno Federal para que lo
antes posible se apliquen reglas que beneficien a los mexicanos y se corrija el daño causado tanto a consumidores
como a productores, prohibiendo la venta
de leche en polvo como si fuera leche, y que el polvo que se importe sea
vendido como tal.
Cabe mencionar que
la industria mexicana incrementó cuantiosamente sus internaciones e
importaciones de leche en polvo, de 60 mil toneladas en 2001, a 175 mil
toneladas en 2013, esto es, un 200%.
En el centro de la
República, producir un litro de leche cuesta 5.90 pesos, y el precio pagado por
la industria privada, es de 5.30 pesos en promedio.
En tanto, productores
del centro del país llevan más de dos meses sin poder colocar dos millones de
litros diarios en el mercado, una parte ha sido vendida a 3 pesos por litro y
otra es tirada al caño. Situación que resulta inaudita en un país que importa
15 millones de litros de leche por día (la tercera parte del consumo nacional),
informó el organismo.
EL RIESGO DEL CIERRE DE PRODUCTORES
El gerente general
de la Asociación de Productores de Leche en Tijuana, José Luis Pinedo Luna,
indicó a ZETA que han desaparecido el 45% de quienes entregan leche a las
plantas pasteurizadoras en la región y, de producir un millón 200 mil litros,
en la actualidad se generan 600 mil litros en la entidad, lo que su vez, significa menos establos.
Agregó que de 2007 a
la fecha, diversos factores han perjudicado. Caso concreto la sequía en Estados
Unidos, que arrojó el daño de los forrajes, encareciendo la fuente de
alimentación. El tipo de cambio también afectó al sector, pues gran parte de la
medicina y el equipamiento se adquiere en dólares.
“Las plantas tienen
la posibilidad de importar materia prima para las fórmulas lácteas, lo que
sucede es que las plantas nacionales internan dicho producto. El mercado de
Baja California es de 200 mililitros diarios de consumo”, citó Pinedo.
— ¿Cuánto más pueden
durar en esta situación?
“Estamos trabajando
con malabarismos. Sería complicado, porque si en seis años disminuimos en 50
por ciento, y seguimos en estas condiciones, a lo mejor en seis años ya nos
fuimos. Si lográsemos obtener un poco de utilidad entre el 5 y 10 por ciento
que no tuviera un efecto público, eso nos haría mantenernos un poco más. Hay
otras condiciones que nos pegan, tanto el crecimiento de la ciudad como la
disponibilidad de agua y, sobre todo, regular las fórmulas lácteas, que cumplan
con el etiquetado. Que la población distinga entre éstas y la leche.
“En el momento que
deje de haber leche en este estado vamos a vivir las consecuencias de la
volatilidad de los mercados, y ésta va a valer lo que quieran agentes
externos”, sentenció.
En torno al trabajo
del actual gobierno estatal, el productor agregó que hasta el momento han
llevado una buena comunicación y están en espera de una reunión con las
empresas para tratar el tema del precio.
Para concluir,
recordó que anteriormente a nivel federal existía un programa en el cual se le
daba un peso al productor para compensar la caída del precio, pero eso ya no
existe.
Lo que no es leche
En 2006, la
Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) publicó el estudio de calidad
“Lecha y Fórmulas… ¿Lácteas?”. Son muchos los ejemplos de artículos que engañan
al comprador, pues incluyen en la marca el vocablo “leche” o ilustraciones que
insinúan, se trata de un producto lácteo.
El documento cita:
“Muchos de ellos no contienen ni siquiera el mínimo de proteína que requieren
para ser fórmula láctea, esto es particularmente importante cuando el producto
es usado como alimento para los niños”.
De igual forma, el
estudio menciona que las fórmulas lácteas o productos lácteos combinados
(también conocidos “alimentos lácteos”) no son leche, ya que se producen a partir de elementos de la leche con menor
proteínas, y consecuentemente, baja su valor nutrimental, empero son más
económicos para quien los fabrica.
LA ESTRATEGIA DEL GOBIERNO
Por su parte, el
director de Ganadería de la Secretaría de Fomento Agropecuario (SEFOA), César
Corrales Fonseca, argumentó que hablar de un escenario caótico donde los
productores de leche están desapareciendo, debe ser manejado con ciertas
reservas, ya que no estarían claros con
lo que están haciendo como autoridad.
Mencionó que en los
primeros meses de la administración buscaron contener y estabilizar el sector
para evitar que siguieran en picada. Para ello se buscó una reunión con las
empresas pasteurizadoras y se logró un aumento en el precio por la materia
prima de 6.03, quedando en 6.27 pesos por litro entregado en la planta.
De acuerdo a
Fonseca, lo anterior fue en base a diversas reuniones donde se analizaron los
costos de producción, así como otros puntos críticos; el gobierno estatal fue
mero facilitador, ya que no les corresponde establecer el precio, al estar al
libre mercado en función de las plantas y productores.
Otra de las acciones
que han llevado a cabo fue la contención de productos y subproductos de otros
estados, además de los intentos de la importación de leche a Baja California.
“Todas las medidas
no se hacen en función de apoyar a unos cuantos, sino a quienes participan en
la industria. Nosotros lo reconocemos, hemos pasado por situaciones críticas.
Ahora lo que sigue es empujar otros temas, como lo es una campaña de difusión
al consumidor de lo que es la fórmula y empiece a demandar leche fresca para
que se dé un crecimiento del sector.
“Hemos estado
platicando con las plantas y están dispuestos a unirse a este esfuerzo, no es
solo interés de los productores. Ellos reconocen que se necesita hacer algo con
el tema que estamos mencionando. Tenemos que empujar lo de la campaña para este
año. No tenemos un recurso, pero le estamos queriendo abonar a ver cuánto
podemos conseguir con el Gobierno Federal”, acotó.
Por el momento las
acciones también están encaminadas para un acercamiento entre lecheros y
agricultores del Valle de Mexicali, para que los primeros incursionen en otras
estrategias de alimentación como el maíz, en el ánimo de que se reduzcan los
costos de producción.
ACCIONES PARA EL CRECIMIENTO DEL SECTOR
De acuerdo al
Análisis del Sector Lácteo en México, elaborado en 2012 por la Secretaría de
Economía para que el país cuente con una mejor perspectiva en el crecimiento de
dicha cadena productiva, es necesario desarrollar políticas que beneficien el
mercado nacional para fomentar la competitividad del sector de lácteos, por lo
que recomienda:
1. Contar con materias primas de origen nacional e
internacional a precios competitivos
2. Reorientar los apoyos de este sector con el
objetivo de incrementar la productividad de las micro y pequeñas empresas
dedicadas a esta actividad
3. Mejorar la calidad de los productos de acuerdo con
estándares internacionales (normalización)
4. Fomentar la integración de la cadena productiva
5. Ampliar los programas de apoyo que solventen las
fallas de mercado o de escala mínima presentes en el sector, como son la
tecnificación de los hatos lecheros e infraestructura de manejo (tanques de
enfriado, homogeneizadores y tratamiento de agua y residuos)
6. Ampliar las operaciones en las explotaciones
lecheras familiares, previa capacitación de buenas prácticas de producción y
comercialización
(SEMANARIO
ZETA/ REPORTAJEZ/ Francisco Navarro Fausto /Fotos. Ramón T. Blanco/ 12 de Marzo del 2015 a las 21:30:00)
No hay comentarios:
Publicar un comentario