Gerardo Manríquez
Amador es uno de los cuatro funcionarios implicados en transferencias,
ampliaciones y reducciones al Presupuesto de Ingresos y Egresos del ejercicio
fiscal 2012, que suman un monto superior a 200 millones de pesos
Los Cabos, Baja
California Sur. Desde el 7 de octubre de 2013, el presidente municipal de Los
Cabos, José Antonio Agúndez Montaño, ordenó la apertura de una investigación en
contra de cuando menos cuatro servidores públicos implicados en diversas
irregularidades sobre transferencias, ampliaciones y reducciones al Presupuesto
de Ingresos y Egresos del ejercicio fiscal 2012.
Conforme al
reglamento interior de la Tesorería Municipal del destino de playa, los
presuntos responsables son:
* Gerardo
Manríquez Amador, tesorero municipal.
* Ana Luis
Guluarte Arista, directora municipal de Contabilidad.
* Susana
Burgoin Amézquita, directora municipal de Ingresos.
* Héctor
Jesús Olmos Ceseña, director municipal de Egresos.
En la solicitud de
investigación firmada y enviada al contralor municipal de Los Cabos, Héctor
Alejandro Aréchiga de la Peña, bajo el número de oficio PM/949/2013, el alcalde
emanado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), reconoce que “los
servidores públicos han cometido diversas irregularidades en cuanto al
cumplimiento de la normatividad”, por lo que instruyó que en el ámbito de sus
atribuciones, “se inicie procedimiento de investigación, y en su caso, y de
proceder, determine las responsabilidades administrativas”.
La orden de deslinde
de responsabilidades partió después de que en la sesión pública número 41,
registrada en octubre de 2013, 11 de los 13 integrantes del Cabildo de Los
Cabos, rechazaron aprobar el gasto de un excedente estimado en 224.6 millones
de pesos de 70 partidas presupuestarias en el ejercicio fiscal 2012, el cual
nunca fue aprobado por Cabildo.
La votación quedó de
la siguiente manera:
- A favor, el
alcalde José Antonio Agúndez Montaño y la regidora Emilia Vega Uribe.
- En contra, el
síndico Oswaldo Murillo Martínez y los regidores Julio César Castro Pérez, Juan
Mauricio Albañez Albañez, Juan Octavio Arvizu Buendía, Anel Susana Marrón
Amador; Víctor Manuel Ortegón Góngora, Ana María Wilson Izquierdo, Reynaldo
Zatarain Valera, Mario Fernández Alonso, Eda María Palacios Márquez y Juan
Fernández Sánchez Navarro.
El propio contralor
municipal, Héctor Aréchiga de la Peña, reconoció: “Nadie estaba enterado de ese
gasto que representa el 23 por ciento del presupuesto anual, hasta que fue
solicitada la autorización del Cabildo para ser validado, el cual ahorita
estamos revisando a la par de una auditoría externa”.
Durante una
entrevista con ZETA, el funcionario agregó que “en octubre recibimos la orden
de investigar, y después de girar algunos oficios en noviembre, recibimos una
serie de carpetas con documentación en diciembre. Ahorita estamos revisando
toda información de la tesorería, porque es mucha información la que estamos
revisando de manera minuciosa, y posiblemente este mes o el próximo estaremos
en posibilidades de emitir una resolución al respecto”.
— ¿Recibieron el
oficio?
“Sí se recibió el
oficio, sí se radicó y sí se determinó abrir la investigación en contra de los
servidores públicos de la Tesorería, porque el alcalde ha sido muy claro que
cuando haya o detectemos una irregularidad, hagamos lo que marca la Ley, y
apliquemos las sanciones que correspondan”.
— Entonces, ¿todavía
no llaman a nadie a rendir cuentas?
“¡No!, porque
estamos dando el primer paso, que es revisar la información, posteriormente, y
si así lo consideramos, tenemos la facultad legal de mandar llamar a cualquier
servidor público a que rinda cuentas, conforme al reglamento interno y la Ley
Orgánica.
“Ligeramente estamos
desfasados en tiempo, porque aunque recibimos la contestación en diciembre,
traemos una carga muy pesada de trabajo y nos ha distraído algo de tiempo”.
— ¿Pero sí están
investigando?
“Sí estamos
investigando, porque hubo irregularidades desde el momento mismo que el Cabildo
no fue informado, a sabiendas de que se estaba gastando un dinero que provenía
de un excedente y no del presupuesto fiscal que había sido autorizado y votado
en el seno de la sesión de la máxima autoridad”.
EL GASTO IRREGULAR
Según el informe
desglosado sobre el gasto irregular del excedente del ejercicio fiscal 2012 del Ayuntamiento de Los Cabos, obtenido
por ZETA, a pesar de que el tesorero Gerardo Manríquez Amador se ha venido
negando a entregar la información vía el Instituto de Transparencia y Acceso a
la Información Pública de Baja California Sur, el dinero del excedente tiene su
origen en lo siguiente:
* 50 millones
870 mil 640 pesos de recursos propios.
* 43 millones
480 mil 200 pesos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los
Municipios (FORTAMUN).
* 32 millones
322 mil 042 pesos de participaciones federales.
* 25 millones
074 mil 731 pesos de participaciones estatales.
* 25 millones
de pesos de la Cumbre del G-20.
* 20 millones
de préstamos.
* 17 millones
719 mil 468 pesos del Programa Hábitat 2011.
* 12 millones
725 mil 137 pesos del Programa Hábitat 2012.
* 9 millones
500 mil pesos del Subsidio para la Seguridad de los Municipios (SUBSEMUN).
* 9 millones
603 mil 411 pesos de estímulos del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
* 9 millones
581 mil 274 pesos de la Zona Federal Marítimo Terrestre (ZOFEMAT).
* 8 millones
062 mil 020 pesos del Fondo de Aportaciones para Infraestructura Social (FAIS).
* 1 millón
204 mil 214 pesos del Programa de Rescate de Espacios Públicos.
En total, 224
millones 643 mil 638 pesos gastados y autorizados indebidamente por el tesorero
y sus colaboradores.
El tesorero Gerardo
Manríquez Amador prácticamente tiene bajo llave las cuentas del gasto del
excedente, y desde octubre de 2012, se ha negado a entregar la información a
regidores, como el panista Juan Fernández Sánchez Navarro.
Como si temiera ser
descubierto -según el edil- “hemos enviado tres memorándums solicitando la
información, e incluso exhortamos al alcalde y el contralor que ordenen la
entrega de la información, y no han querido. Siento que si no quieren abrir las
cuentas de gastos, es porque algo muy grave están ocultado”.
En el tema de rendición
de cuentas, ZETA solicitó desde noviembre de 2013 la entrega del “informe
desglosado sobre el gasto del excedente del ejercicio fiscal 2012, donde sea
entregada toda la documentación en los conceptos de Servicios Personales,
Materiales y Suministros, Servicios Generales, Subsidios y Apoyos, Bienes
Muebles e Inmuebles, Obras Públicas, Erogaciones Extraordinarias y Deuda
Pública”.
La solicitud,
elaborada a través del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información
Pública del Estado, actualmente se dirime bajo el número de juicio
PR-III/027/2013, ya que el tesorero municipal se ha negado reiteradamente a
entregar la información solicitada.
La última vez -según
su respuesta por escrito- justificó su negativa de entregar la información
porque “implica la clasificación y procesamiento de información de una manera
distinta a como obra en los archivos de la Tesorería municipal, obligándonos a
generar datos y textos a partir de los ya existentes, así como la coordinación
con otras dependencias, ya que no toda la información solicitada, obra en el
registro contable existente”.
Peor aún, el tesorero Gerardo Manríquez Amador,
contravenido la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, se
niega a entregar “copia de cada uno de los recibos, notas de venta, facturas o
cualquier documento que soporte documentalmente cada gasto del excedente
realizado del 1 de enero al 31 de diciembre de 2012, incluyendo contratos de
obras y/o adquisiciones y servicios, y dependencia y/o servidor público que
ejerció el recurso”.
El responsable de
manejar el dinero de los cabeños agregó que la información del gasto del
excedente “no se encuentra respaldada en archivo digital, por lo que en
términos de logística, el envío de tal soporte documental se torna impráctico,
toda vez que la documentación consta de mil 046 tomos en total, lo cual
involucra un gasto extraordinario en papelería que se deberá absorber fuera del
presupuesto, además de las horas-hombre que deben ser aplicadas para la
separación de la glosa y copia de los comprobantes fiscales requeridos”.
Sin embargo, y con
base a la última parte del juicio, “el semanario correrá con el gasto de todas
las copias, tal y como lo mandata la propia Ley de Transparencia y Acceso a la
Información Pública”, cuyo caso está por resolverse.
LA AUDITORÍA
Desde un principio,
la negativa del tesorero municipal de Los Cabos, de esconder el destino final
del gasto del excedente, levantó sospechas, por lo que la mayoría de los
regidores solicitaron la elaboración de una auditoría externa y revisar cada
centavo y peso gastado del dinero de los cabeños.
El sindico Oswaldo
Murillo Martínez, responsable de la Comisión de Hacienda, Patrimonio y Cuenta
Pública del Cabildo del Ayuntamiento de Los Cabos, indicó que actualmente
“estamos auditando el gasto de ese recurso, y en su momento vamos a informar lo
que encontramos”.
Lo anterior, después
de que el Cabildo en pleno aprobó, el 16 de octubre de 2013, un punto de
acuerdo para la contratación de un despacho contable y realizar una auditoría a
las finanzas públicas de los siguientes periodos:
* De mayo a
diciembre de 2011.
* De enero a
diciembre de 2012.
* De enero a
junio de 2013.
Sobre el gasto
irregular del recurso público, ni el propio contralor municipal, Héctor
Aréchiga de la Peña, supo explicar “cómo es que no se detectó el gasto del
excedente”.
— Dice Usted que
realizan aproximadamente seis auditorías por año. ¿Cómo es que Contraloría
municipal no se dio cuenta que se estaba gastando más dinero del autorizado por
Cabildo?
“Bueno, las
auditorías que te comentaba son elaboradas principalmente por otras entidades
de gobierno, particularmente por el Órgano Superior de Fiscalización del
Congreso del Estado, y la Contraloría General del Estado. Ellos se abocan
principalmente a recursos federales, y son investigaciones contables muy
específicas”.
— ¿Y el tema de los
224 millones de pesos?
“Lo que te puedo
decir hasta donde tengo entendido, es que de esa cantidad, en números
aproximados arriba de 164 millones, fue recurso federal, y el resto, que son
como 60 millones, es el que en todo caso pudiera revisarse y donde se pudo
haber dado la omisión de no haber informado y tener la validación del Cabildo”.
No obstante, el
contralor municipal expuso que por ahora se está revisando una controversia en
torno al caso, por las siguientes razones:
* Cada mes, la
Tesorería rinde un informe al Cabildo como parte de la cuenta pública, y hasta
donde se tiene conocimiento, el ejercicio del gasto mensual fue aprobado por
todos los regidores.
* En contraparte, el
gasto del excedente anual no fue aprobado por la mayoría de regidores, cuando
fue presentado el informe detallado del Presupuesto de Egresos de
transferencias, ampliaciones y reducciones, del 1 de enero al 31 de diciembre
de 2012.
“En todo caso
debemos llegar al punto de si se aprobó o no por parte del Cabildo, y si así
fuera, tenemos que aplicar la Ley, que va desde un apercibimiento o sanción, y
enviar a la Tesorería un exhorto de cómo se tiene que aplicar el gasto”,
concluyó el funcionario.
EL PERMISO
Después del
escándalo del excedente de los 224 millones de pesos, y tras fuertes sospechas
de estar desviando recursos públicos a favor del ex presidiario y ex gobernador
Narciso Agúndez Montaño, el 12 de febrero de 2014, el tesorero Gerardo
Manríquez Amador solicitó licencia temporal para separarse del cargo por 30
días. En su lugar quedó Héctor Jesús Olmos Ceseña.
Aunque al cierre de
esta edición, la solicitud no se había hecho de manera formal y por escrito en
el seno del Cabildo, el director municipal de Egresos ya despachaba en la
oficina de Manríquez, quien justificó su ausencia “por motivos de salud”.
Datos recabados por
ZETA con base a testimonios de algunos empleados de la Tesorería municipal de
Los Cabos, indican que el responsable de las finanzas se ausentó de su oficina
desde el 3 de febrero hasta el 12, cuando fue confirmada la separación temporal
del cargo.
El responsable de la
hacienda del gobierno municipal de José Antonio Agúndez Montaño, y coordinador
de la campaña de su hermano, el ex presidiario Narciso, registró las siguientes
faltas en dos semanas:
* El 3 de febrero
tomó su día de descanso, previsto por la Ley Federal del Trabajo, en el marco
de la celebración del Día de la Constitución; y el 4, 5, 6 y 7, no se presentó
a trabajar.
* Los días 8 y 9
-sábado y domingo- descansó, mientras que el 10, 11 y 12, otra vez faltó, por
lo que tuvo que solicitar licencia temporal, según un empleado, “era evidente
que algo había pasado”.
Efectivamente, este
Semanario confirmó que el tesorero salió del país desde el 3 de febrero,
aprovechando su día de asueto, para pasar vacaciones en Big Bear Lake, en el
Condado de San Bernardino en California, Estados Unidos.
Ni en sueños, ni
cuando fue supervisor de ventas de Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma, Gerardo
Manríquez Amador, acarició la posibilidad de estar rodeado de nieve, preciosos
lagos y enormes pinos, característicos de esa zona turística.
Acompañado de su
esposa Mónica Barraza Valdés, el funcionario aprovechó la última etapa de la
temporada de invierno y esquió en la nieve que rodea el Bosque Nacional de San
Bernardino.
Pero la diversión y
la buena vida del responsable del dinero de los cabeños terminó cuando sintió
un fuerte dolor en la parte central de su cuerpo y se dobló, hasta el punto de
ser internado en una clínica.
Según el diagnóstico
médico obtenido por ZETA, la vesícula del tesorero no resistió y reventó, por
lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de urgencia para limpiar la bilis
almacenada, derivado de una peritonitis.
El cuadro clínico
-de acuerdo a un doctor consultado por este Semanario- “no es otra cosa que una
infección, porque al reventar la vesícula, genera un fallo orgánico múltiple o
multi-sistématico, y deshidratación, lo cual puede llevar a la muerte”.
Los síntomas “son
dolor abdominal repentino, náuseas, vómitos, taquicardias y fiebre”.
El tesorero fue
sometido a un proceso de drenado y tardará aproximadamente diez días en
recuperarse.
De acuerdo con el
médico consultado, luego de confirmarse que Manríquez carece de seguro médico
en el extranjero, la operación tendría un costo estimado en 70 mil dólares,
independientemente del internamiento que podría variar -según la evolución del
paciente- entre 80 mil y 120 mil dólares.
Se esfumó dinero de
cuentas congeladas del Ayuntamiento de La Paz
En el último
capítulo del congelamiento de cuentas bancarias del Ayuntamiento de La Paz, el
saldo se esfumó misteriosamente, y de tener 12 millones, solo hay un millón 600
mil pesos en el estado financiero.
La información,
leída el jueves 13 de febrero de 2014 durante la audiencia incidental –tras ser
leídos los estados de cuenta- por los magistrados del Vigésimo Sexto Circuito
Colegiado del Poder Judicial de la Federación, donde estuvieron presentes los
representantes del gobierno municipal y de la ex trabajadora Juana Rosa Isela
Avilés Núñez, levantó sospechas de un desacato, principalmente del banco
Santander al tribunal burocrático; por lo que de inmediato el abogado defensor
de la ex directora de Asentamientos Humanos del XI Ayuntamiento, Salvador Krieb
Almeida, presentó una queja y solicitó una investigación a la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores.
No obstante, poniéndose “el huarache antes de espinarse”,
el Ayuntamiento de La Paz, a través de Guillermo Rochín Beltrán, Rosa María
Montaño y Rosendo Castro Orantes -secretario general, oficial mayor y tesorero,
respectivamente-, salieron a informar el 19 de febrero que habían dispuesto “de
11 de los 12.6 millones congelados, porque la dirección jurídica del banco
Santander, tomó la decisión de movilizar el dinero, por tratarse de recursos
federales”.
Los funcionarios
agregaron que “la movilización del recurso público, no derivó de la orden de un
juez, tampoco del tribunal burocrático, sino de una determinación motu proprio
del banco”, y de haber alguna demanda, “tendrá que responder por la decisión,
porque los abogados de la institución bancaria fueron los que determinaron que
el embargo era improcedente”.
Como era de
esperarse, el abogado defensor de la ex directora de Asentamientos Humanos del
XI Ayuntamiento de La Paz, consideró que la alcaldesa Esthela Ponce Beltrán
orquestó todo junto con el poderoso secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio
Chong, y sacar el dinero del banco, desacatando y violentando la orden del
Tribunal de Conciliación y Arbitraje para los Trabajadores al Servicio del
Estado y los Municipios de Baja California Sur.
A decir del abogado,
la alcaldesa “solo utilizó el tema de las cuentas embargadas para no pagar a
tiempo el sueldo a los trabajadores y proveedores, e incumplir en el pago de
créditos bancarios, bajo el argumento de que no podía disponer de dinero del
banco”.
Por lo pronto, el
caso amenaza con salpicar a los directivos del banco Santander, a pesar de que
el próximo 5 de marzo, el embargo de las cuentas en la audiencia constitucional
podría resolverse de manera definitiva.
El secretario
general de La Paz, Guillermo Rochín Beltrán, anticipó que preparan un recurso
legal para tratar de desaforar al presidente del Tribunal de Conciliación y
Arbitraje para los Trabajadores al Servicio del Estado y los Municipios de Baja
California Sur, Ricardo Alberto Díaz Carrasco, a través del Congreso, para
después presentar una denuncia penal en su contra por abuso de autoridad, tras
haber ordenado el congelamiento de las cuentas bancarias.
Obviamente la
advertencia del Ayuntamiento de La Paz fue vista como una amenaza -y hasta
cierto punto venganza- en contra del tribunal burocrático, por resolver un
asunto que data desde 2003.
(SEMANARIO
ZETA EN BCS/ GERARDO ZUNIGA PACHECO/ FEBRERO
25, 2014 12:01 PM)
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