MÉXICO, D.F.,
(proceso.com.mx).- Primero, el periódico El Noroeste recibió llamadas
telefónicas de amenaza por cubrir la captura de “El Chapo”, seguido por una campaña
de amenazas en redes sociales. El día de hoy dos mujeres encapuchadas,
custodiadas por elementos de la Secretaría de Marina, amagaron con despojar del
equipo fotográfico a un periodista de este mismo diario cuando tomaba imágenes
del nuevo operativo que montó la Secretaría Marina en el edificio Miramar,
donde fue recapturado el líder del cártel de Sinaloa.
Alrededor de las
09:00 horas –según la nota que publica hoy el Noroeste– elementos de la
Infantería de Marina-Armada de México regresaron al sitio referido y
establecieron un cordón de seguridad. Se introdujeron al departamento donde
colocaron una pequeña cinta y un letrero con la palabra “peligro”.
Cuando del
fotorreportero tomaba dichas imágenes, dos mujeres con pasamontañas se le
acercaron y le obligaron a borrar las imágenes, luego lo amenazaron con que si
volvía a tomar fotografías de ellas, le quitarían el equipo. Luego de
“acordonar” la zona, ordenaron además borrar las fotografías que la gente había
tomado con sus teléfonos celulares.
Esas mujeres, que no
se identificaron, exigieron al fotógrafo de Noroeste una identificación
oficial, de la que tomaron sus datos, además de solicitar los nombres de
personal de la empresa.
Tras su actuación,
de inmediato salieron custodiadas por personal de la Infantería de Marina, con
quienes se retiraron del lugar.
Al día siguiente de
la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en la redacción del diario se
recibieron dos llamadas de amenaza contra el reportero que indagó con fuentes
oficiales del ayuntamiento de Mazatlán una acusación contra policías
municipales que supuestamente pertenecerían al círculo de protección de “El
Chapo”.
“Mira, pen…, dile a…
pin… que no queremos que saque nada de la Policía Municipal porque se… va
cargar la ver… y a ti también, cómo chin… con la policía”… fue el mensaje de la
primera llamada.
Tan sólo unos
minutos después entró una segunda.
“Te estoy pidiendo
que ya no subas notas. Déjate de eso…”, dijo una voz de hombre. “Pu… ma…”.
Eso informó la noche
del domingo el diario en su portal, que explicó que la amenaza ocurrió luego de
que se buscó la versión oficial de las autoridades municipales de Mazatlán en
torno a las acusaciones ventiladas en medios nacionales de que en el círculo de
seguridad de Joaquín “El Chapo” Guzmán estarían policías municipales.
La información con
el señalamiento contra elementos de la Policía Municipal de Mazatlán la publicó
el diario Reforma hoy y la retomó el portal de la revista Proceso.
“Luego de buscar
telefónicamente a autoridades municipales, y sin haber subido aún información
directa de la acusación al portal de Noroeste, se recibieron las llamadas de
amenaza en la redacción de este diario”.
Al día siguiente, en
otra nota informó que su cobertura sobre la captura de Joaquín “El Chapo”
Guzmán Loera en Mazatlán no sólo ha generado que se recibieran llamadas de
amenazas, sino que también en la red social Facebook se han creado cuentas para
festinar esas agresiones.
Con tres diferentes
perfiles, un usuario que utiliza nombres de mujer ha estado celebrando que el
trabajo periodístico de Noroeste haya sufrido amenazas.
Primero fue con la
cuenta de Norma García en la que acusa a Noroeste de una supuesta alianza con
los “beltrán-zetas-arellanos” (sic).
Un segundo
comentario con esa cuenta acusa que Noroeste está con los “beltrán-zetas” y
“por eso ahí le fueron a tirar una cabeza”.
Vendría un tercer
comentario con ese perfil, en el que dice que Noroeste se merece eso y más,
tras las amenazas recibidas y la opinión que en torno a ese tema había dado el
gobernador Mario López Valdez.
Y uno más de Norma
García advierte que por culpa del trabajo periodístico de esta casa editora
entrarían a Sinaloa grupos delictivos como los “zetas-beltrán”. Con ese perfil,
realizó seis comentarios en publicaciones que Noroeste hizo en la cuenta de
Facebook.
Posteriormente creó
un perfil nuevo, el de Ednita Torres, en el que acusa a Noroeste de ser el
responsable “del baño de sangre que va a ver (sic)”.
Y otro perfil creado
con el fin de lanzar las mismas acusaciones fue el de Liliana Manríquez, en el
que insiste en la posible incursión del grupo criminal “Los Zetas” a Sinaloa,
ahora diferenciando el trato del gobierno federal hacia la detención de Joaquín
“El Chapo” Guzmán y la atención que se le ha dado a “Los Zetas”.
En cada uno de estos
casos, explica el diario en una nota, los comentarios se han eliminado por
respeto a los lectores, que han estado atentos a la cobertura que se ha hecho
de este tema en Sinaloa y en el país.
En los últimos años,
Noroeste ha sido objeto de numerosas amenazas, robos, ataques e incluso en 2010
el edificio del periódico en Mazatlán fue tiroteado con armas de alto poder.
De todos los ataques
–explica la nota– se han interpuesto denuncias ante las autoridades
competentes. Todos continúan impunes y el gobierno no han ofrecido garantía
alguna.
(PROCESO/ LA
REDACCIÓN/25 DE FEBRERO DE 2014)
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