La Policía Municipal “reacciona” con insulsos operativos
Ahome despertó a una nueva faceta de horror con el hallazgo de
cuerpos decapitados, estrangulados y degollados, además de inhumados en
forma clandestina.
El largo y ancho del territorio municipal es utilizado por criminales
como panteón clandestino, mientras el incipiente y novato gobierno de
Arturo Duarte García responde con una campaña publicitaria de su
reciclado plan de “orden y respeto”, que busca eliminar polarizados
oscuros, castigar a conductores ebrios y evitar que se maneje hablando
por celular, entre otras medidas que según el presidente municipal
servirán para retomar el control de las calles con un gran costo
político.
Una tercia de crímenes sádicos fue descubierta apenas el fin de
semana, en un corral cercano al poblado Mayocoba, en la sindicatura de
Ahome, dando fin a una agonía de 15 días para tres familias de jóvenes
pescadores de El Jitzámuri, que habrían sido privados de la libertad el
29 de enero, al filo de las 6:30 horas.
Rancheros descubrieron los restos humanos y cuando estos fueron
desenterrados se descubrió el sadismo con que fueron sacrificados
Francisco Gálvez González, de 42 años, Manuel León Ramírez, de 20, e
Israel Flores Galaviz, de 39.
Uno de ellos murió decapitado, otro estrangulado y uno más degollado.
Todos fueron torturados, según revelan los golpes que presentaron los
cuerpos.
Los tres fueron sepultados en fosas clandestinas. Sus cuerpos fueron
encalados, lo que evitó la descomposición acelerada, y dio margen a los
investigadores forenses para determinar las circunstancias del triple
asesinato.
En la víspera de los tres homicidios e inhumación clandestina, un
cuarto cuerpo fue encontrado semioculto en el basurón del ejido México, a
espaldas de la ciudad de Los Mochis.
Era el cadáver de Alejandro Cuevas Medina. Tenía 25 años al morir y
vivía en el fraccionamiento Las Flores, una zona proyectada como
residencial pero que en realidad fue abandonada por los constructores
generando una gran zona marginal. Alejandro fue privado de la libertad
el 1 de febrero, en su casa.
Evaristo Castro Borbolla, subprocurador regional de Justicia del
Estado confirmó que no tienen pistas de los asesinos, porque las
familias no revelan mayores datos de los hechos, excepto que un grupo
armado allanó sus casas y se llevó a los pescadores y al joven, en
hechos distintos.
Tampoco tiene un móvil para el triple asesinato, pues lo único que
sabe de las víctimas era que trabajaban en el mar como pescadores. Sus
antecedentes policiales están limpios.
Incluso, dijo, hay posibilidades de que existan más tumbas
clandestinas pues tienen registradas 10 denuncias de personas
desaparecidas. Entre ellas estaban las de los tres pescadores que fueron
encontrados muertos.
Mientras se desentierran cadáveres por el municipio, principalmente
en las sindicaturas Central, Ahome, Higuera de Zaragoza y Heriberto
Valdez Romero, y se siembran muertos en tierras de cultivo como
en Gustavo Díaz Ordaz (El Carrizo), el alcalde, Arturo Duarte García
respondió con el despliegue de una campaña publicitaria de su plan de
seguridad municipal, al que pomposamente llamó Estrategia de Prevención, Orden y Respeto.
En ella anunció “enérgicas acciones contra civiles”, entre las que
destacan la implementación del alcoholímetro preventivo, la obligación
de propietarios de vehículos a contratar cobertura de seguro de daños a
terceros; multa a quien maneje hablando por celular o testeando,
engomado de los carros de minusválidos, retiro del polarizado oscuro de
los autos, el uso forzoso del cinturón de seguridad, y el descuento de
multas de tránsito de 2013.
Con las medidas policiales anunciadas, dijo el alcalde, no dejará de hacer ni dejará pasar violaciones a las normas.
“Con esto se evitará que la comunidad sea una zona de tolerancia, en
donde todo se permite. Se pondrá orden y se obligará al respeto a la
ley, a la autoridad y al cumplimiento a las normas”.
Gerardo Amarillas Gastélum, director de policía, consideró que las ejecuciones y entierros clandestinos no son alarmantes.
Para el abogado Martín López Félix, la escalada violenta en Ahome no
es nueva, pero sí oculta.“Hoy los grupos delictivos no se pasean, no son
visibles, pero existen. Las privaciones de la libertad de decenas de
personas, los asesinatos a sangre fría con o sin testigos y las tumbas
clandestinas, son más que evidencias de que lo hecho hoy es solamente
cosmético y superficial”.
Y mientras el alcalde lanza su campaña publicitaria y pide la
colaboración ciudadana para atrapar conductores ebrios y hasta multar a
quien invada un cajón de estacionamiento para minusválidos, los
delincuentes toman la zona rural como su panteón privado, y las calles
como su impune teatro de operaciones.
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