Puebla.- A los 13 años fue víctima de secuestro. Los
plagiarios recibieron de la abuela del niño una recompensa 45 mil 700
pesos, pero el líder de la banda ordenó su muerte; lo apuñalaron 25
veces, los delincuentes supusieron que estaba muerto y se marcharon del
lugar.
El niño solo había fingió un fallecimiento, para librar ese infierno. Con heridas en el cuello, rostro, espalda y manos, se levantó y como pudo llegó a su casa, al verlo su familia lo llevó de inmediato a un hospital.
Sus captores lo habían dejado abandonado en un cerro de Acatlán de Osoro, de donde la víctima y sus secuestradores son originarios, pero fueron identificados por el pequeño. La pesadilla del menor comenzó el 29 de enero a las 6:35 de la mañana. Salió de su casa, se dirigía a la escuela.
A unas calles de su domicilio se le acercó un taxi que era conducido por Jesús Huerta González, quien fue pareja sentimental de la abuela del menor. Como en otras ocasiones lo había llevado, no opuso resistencia para subir al vehículo.
Cuando estaban a punto de llegar a la escuela, los cómplices de Huerta González le hicieron la parada al vehículo de alquiler y abordaron la unidad; sin embargo, cuadras antes de llegar a su destino amagaron al menor con un arma de fuego y un machete.
Cuatro días después, el 2 de febrero, tras varias llamadas de negociación los sujetos aceptaron recibir 47 mil 500 pesos como rescate que se pagó en la población de Garzones, de Acatlán de Osorio, pese a ello los secuestradores lo iban a asesinar para evitar que los reconociera.
El 5 de febrero pasado los agentes de la DGADAI implemantaron un operativo en la carretera Acatlán – San Juan Ixcaquixtla en donde se logró la detención del sujeto que vajaba abordo de un taxi local, con placas de circulación 2767 SSL del estado de Puebla.
Junto con Huerta González fue detenido Fredi José Canseco Rojas, de 18 años de edad y Antonio Mora Silverio de 42 años quienes fueron reconocidos plenamente por la víctima y reconocieron ante las autoridades que recibieron la orden de privar de la vida al menor.
El niño solo había fingió un fallecimiento, para librar ese infierno. Con heridas en el cuello, rostro, espalda y manos, se levantó y como pudo llegó a su casa, al verlo su familia lo llevó de inmediato a un hospital.
Sus captores lo habían dejado abandonado en un cerro de Acatlán de Osoro, de donde la víctima y sus secuestradores son originarios, pero fueron identificados por el pequeño. La pesadilla del menor comenzó el 29 de enero a las 6:35 de la mañana. Salió de su casa, se dirigía a la escuela.
A unas calles de su domicilio se le acercó un taxi que era conducido por Jesús Huerta González, quien fue pareja sentimental de la abuela del menor. Como en otras ocasiones lo había llevado, no opuso resistencia para subir al vehículo.
Cuando estaban a punto de llegar a la escuela, los cómplices de Huerta González le hicieron la parada al vehículo de alquiler y abordaron la unidad; sin embargo, cuadras antes de llegar a su destino amagaron al menor con un arma de fuego y un machete.
Cuatro días después, el 2 de febrero, tras varias llamadas de negociación los sujetos aceptaron recibir 47 mil 500 pesos como rescate que se pagó en la población de Garzones, de Acatlán de Osorio, pese a ello los secuestradores lo iban a asesinar para evitar que los reconociera.
El 5 de febrero pasado los agentes de la DGADAI implemantaron un operativo en la carretera Acatlán – San Juan Ixcaquixtla en donde se logró la detención del sujeto que vajaba abordo de un taxi local, con placas de circulación 2767 SSL del estado de Puebla.
Junto con Huerta González fue detenido Fredi José Canseco Rojas, de 18 años de edad y Antonio Mora Silverio de 42 años quienes fueron reconocidos plenamente por la víctima y reconocieron ante las autoridades que recibieron la orden de privar de la vida al menor.
(ZOCALO/ Milenio / 07/02/2014 - 08:02 AM)
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