El alcalde
gastó el trienio en lamentos por la deuda que heredó. Bajo esa queja, los
servicios públicos colapsaron, no tuvo solvencia ni para pagar sueldos. Al
término de su gestión, los números rojos aumentaron. Regidores señalan los
negocios “extraños” y la mala administración del presidente municipal
Un triángulo de “excesos” en la administración
de Javier Robles Aguirre como alcalde de Playas de Rosarito, es lo que se
aprecia en documentos y números.
El análisis de los
regidores de oposición, Diego Alfonso Ramírez y Felipe Mayora (este último,
diputado en funciones), advierte la mala administración y deficiencias del
gobierno que termina.
El compadrazgo para
beneficiar a amigos y familiares, mala administración financiera y
arbitrariedades en la toma decisiones, son los tres elementos que, coinciden,
vivieron de cerca los tres años priistas en el quinto municipio.
Desde un inicio se
incluyó a los familiares del presidente municipal y de otros funcionarios en la
nómina y cargos de primer nivel. Hoy se tiene documentado que algunos de los
parientes obtuvieron base sindicalizada aun con poca antigüedad (ZETA 2069).
Diego Ramírez,
regidor del Partido Acción Nacional, advierte que precisamente el compadrazgo y
las amistades “caracterizaron los puestos de gobierno, no la eficacia, ni fue
la eficiencia”.
En lo financiero, la
administración no solo no pudo reducir la deuda que heredó el Ayuntamiento,
sino que la acrecentó. Si Robles recibió 220 millones de pesos, entregará una
deuda por encima de los 400 millones de pesos
“La administración
se caracterizó con echarle la culpa al IV Ayuntamiento respecto a la deuda”,
señala el regidor del PAN.
Presume obras,
principal acceso a Rosarito destruido
Presume obras,
principal acceso a Rosarito destruido
En recaudación por
debajo de lo estimado, estimaron ingresar 377 millones de pesos y apenas
obtuvieron 329. Esa y otras razones llevaron al Ayuntamiento al límite de no
poder pagar la nómina durante los dos últimos meses de gestión.
“Únicamente (al
alcalde) le interesó la mayoría del Cabildo, lo vio en términos numéricos para
cometer arbitrariedades en el ejercicio del poder”, concluye el coordinador de
los regidores de Acción Nacional, que curiosamente, es primo de Robles Aguirre.
Por ejemplo,
contrató mediante adjudicación directa a una empresa privada (Cook Lite) para que se hiciera cargo de las luminarias,
de no variar el consumo eléctrico de la ciudad, se estarán pagando 1.7 millones
de pesos por mes durante los 15 años siguientes, a la par que los pagos
aumentarán paulatinamente según el contrato.
En Seguridad
Pública, las quejas ciudadanas repuntaron. Francisco Castro Trenti, el
director, no aprobó los exámenes de confianza y el alcalde lo mantuvo en el
cargo. El hecho llevó al Ayuntamiento a manipular la nómina y demás documentos
para subsanar requisitos del Subsidio para la Seguridad en los Municipios
(SUBSEMUN).
En contraste con las
cifras y la cara amable que dio Robles Aguirre el día de su tercer Informe de
Gobierno, éste es el recuento de daños del alcalde y sus tres años en el poder.
Los números
El VI Ayuntamiento de Rosarito, encabezado por
Silvano Abarca, entrará en funciones haciendo frente a un adeudo de 400
millones de pesos.
De 2010 a 2013, la
administración de “Tito” Robles abonó 97 millones de pesos a la deuda heredada,
pero acumuló otros 120 millones de pesos -propios- de gasto corriente y saldos
sin liquidar a proveedores, que serán heredados a la próxima administración.
Aunque el gobierno
municipal ha ligado la complicada situación financiera al crédito por 220
millones de pesos adquirido durante el trienio de Hugo Torres Chabert, por el
cual, la ciudad deberá pagar 436 millones de pesos por los siguientes 15 años,
en tres años, se acumuló una cantidad mayor en deudas que lo que se pagó por
ese crédito.
El tesorero Manuel
Zermeño Chávez justifica: “Vamos a cerrar la administración con una deuda
interna de 60 millones de pesos, una cantidad muy similar a la que recibimos”.
Tan solo con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de Trabajadores del
Estado de Baja California (ISSSTECALI), tienen una deuda de 30 millones de
pesos.
Como plan de
emergencia, Playas de Rosarito negoció con el gobierno estatal, la venta del
terreno donde se construirá el Hospital General de Rosarito. Son 13 millones de
pesos, los cuales espera recibir el Ayuntamiento en sus últimos días de
gobierno.
Con la venta,
lograría abonar apenas el 20 por ciento de la deuda a ISSSTECALI, y con un
convenio, los 24 millones de pesos restantes se pagarían en un plazo de 36
mensualidades.
De los otros 7
millones de pesos, producto de la venta del terreno, 4 millones serán
entregados a la próxima administración “para el pago de unos pasivos” (según el
tesorero), y 3 millones para que el Ayuntamiento “enfrente los pagos de
diciembre”.
El segundo proveedor
en la lista de grandes deudores, es la recolectora de basura GEN, con 6.8
millones de pesos por cobrar, le sigue la Comisión Estatal de Servicios
Públicos de Tijuana (CESPT), con 1.5 millones de pesos.
En total, son 30 los
prestadores de servicios que aún esperan el pago del Municipio, incluso los
servicios médicos fueron suspendidos para empleados desde agosto de 2013, a
clínicas, laboratorios y centros médicos particulares; les faltan por recibir 4
millones de pesos.
Aunque fue baja la
recaudación de Impuesto Predial y otras obligaciones municipales -para 2013
prospectaron 377 millones de pesos y apenas obtuvieron 329-, al equipo de
transición del alcalde electo, Silvano Abarca, se le entregó un proyecto de
ingresos por 400 millones de pesos. Es decir, programaron para la
administración entrante lo que ni ellos pudieron recaudar.
El plan B, C, D, E…
Una de las medidas de la administración
municipal, fue el plan de austeridad, puesto en marcha en julio de 2012, y
además de recortar el salario a todos los empleados, se inventó la “renuncia
voluntaria” de empleados de confianza. Solamente 50 aceptaron. El tesorero
municipal refiere que es “difícil lograr ese nivel de conciliación entre
trabajadores”.
Uno de los
principales problemas de la actual administración fue lo abultado de su nómina.
Al mes, el quinto municipio destina 11 millones de pesos a ese rubro. De ahí
que las dos preguntas principales del equipo de transición, fueron en torno a
esta cuestión. “Cuánto iba a quedar de saldo en bancos y cuánto requerían en
diciembre para salir adelantos con los compromisos de ese mes”, explica el
tesorero.
Sin embargo, ZETA ha
documentado al menos a siete familiares directos del alcalde y varios otros
parientes, incluso, el hermano del síndico Perales y demás colaboradores,
cobrando de la nómina y con bases inamovibles otorgadas.
Así, el VI
Ayuntamiento de Rosarito podrá hacer uso de apenas un millón 600 mil pesos de
recursos, contra 13 millones de pesos destinados a liquidaciones del personal.
Para ayudar a alcanzar la cifra, otros 3 millones le fueron agregados,
obtenidos de la venta del terreno al Gobierno del Estado.
Zermeño Chávez
reconoce el déficit de 15 millones de pesos con que entrará la próxima
administración municipal, “les plantemos que deben buscar un adelanto de
participaciones del gobierno estatal por esa cantidad para hacer frente a las
necesidades de nómina y servicios básicos, solamente”, dijo.
Estampida de animales
Felipe Mayoral Mayoral, ex regidor y ahora
diputado del Partido Estatal de Baja California (PEBC), utiliza el sentido figurado para describir la
Secretaría de Finanzas del V Ayuntamiento: “Se convirtió en el elefante
blanco”.
“Es una de muchas
dependencias innecesarias, no vi resultados positivos, no generaron un plan
para contrarrestar el rezago en la recaudación de impuestos, que era parte de
su trabajo”, remata.
Además, el diputado
centra las preocupaciones de los rosaritenses en dos ámbitos: falta de
servicios públicos y de seguridad pública. “La ciudadanía no ve traducidos el
pago de impuesto en el cumplimiento de las obligaciones de cualquier
municipio”, comenta. Cita como ejemplo el Bulevar Popotla, ubicado en el centro
turístico, donde no hay servicio de agua potable.
El regidor habla
sobre el incremento de inseguridad y denuncia cifras maquilladas en seguridad
pública: “Tenemos un incremento en el robo a casa habitación, los robos y la
venta de droga son visibles en la comunidad, la problemática está latente, no
se puede ocultar y hay que señalarlo”.
De los 165 millones
de pesos ejercidos en obra pública, Mayoral opina que “es un rezago muy grande,
para un trienio resulta insuficiente, Rosarito necesita mucha más inversión,
contamos con niveles de pobreza extrema que tampoco fueron debidamente
atendidos”.
El pebecista
recuerda que durante sus días en el Cabildo, se enteraba de corrupción en
dependencias como Regulación Municipal, “puedo presumir que sí hubo corrupción
por la manifestación de los ciudadanos, además de que durante semanas no
entraban recursos a las arcas por esta vía”.
Sobre la cantidad de
empleos otorgados a familiares y allegados del alcalde Javier Robles Aguirre,
afirma, “no debe ser tolerado, además del nepotismo, es una cantidad enorme de
puestos innecesarios, creados para para beneficiar a sus allegados”.
Como ex regidor de
oposición, Mayoral Mayoral califica la administración de “Tito” Robles como
“deficiente, que quedó de deber a la ciudadanía”. De los desequilibrios
refiere: “Concentraban dinero para sueldos de familiares y cercanos, cuando ese
recurso necesitaba fluir para ser aprovechado en obras y servicios a la
comunidad, pero este Ayuntamiento les quedó deber hasta el salario a sus
empleados”.
Por su parte, el
regidor panista Diego Ramírez describe: “Históricamente en Rosarito, jamás se
había presentado una situación como la que tenemos ahora del pago de salarios,
incluso cierre de guarderías en DIF, los servicios colapsados, los adeudos
millonarios por parte del servicio de recolección de basura con la empresa GEN,
y retrasos en pagos con el alumbrado público”.
Silvano el liquidador
Como primera medida de gobierno, el alcalde
electo Silvano Abarca Macklis se comprometió a reducir la nómina en un 30 por
ciento. “Hay un exceso de personal, son 300 personas de más que cuestan al año
150 millones de pesos a la ciudad, con ese recurso vamos a poder atender a más
ciudadanos”, estimó.
Pero evita condenar
la administración de Robles Aguirre: “Sí, tuvo sus limitaciones, pero fue una
situación difícil a la cual se enfrentó, sin embargo, nosotros vamos a corregir
sus errores”.
Por último, sentencia
sobre los familiares basificados del alcalde saliente: “Utilizó influencias
para apoyar a su familia, y eso no lo voy a permitir, los voy a liquidar y a
despedir”.
·
(SEMANARIO
ZETA/ Isaí Lara Bermúdez /diciembre 2, 2013 12:00 PM )
Pero evita condenar
la administración de Robles Aguirre: “Sí, tuvo sus limitaciones, pero fue una
situación difícil a la cual se enfrentó, sin embargo, nosotros vamos a corregir
sus errores”.
Por último, sentencia
sobre los familiares basificados del alcalde saliente: “Utilizó influencias
para apoyar a su familia, y eso no lo voy a permitir, los voy a liquidar y a
despedir”.
·
(SEMANARIO
ZETA/ Isaí Lara Bermúdez /diciembre 2, 2013 12:00 PM )
No hay comentarios:
Publicar un comentario