miércoles, 4 de diciembre de 2013

POLICÍAS OBLIGAN A NIÑOA VER COMO TORTURAN A SU MADRE


Aguascalientes.- Muy a su pesar, Cesarito o “El Pirringas”, como lo conocen sus amigos del barrio, de tan solo ocho años de edad, vivió algo que, en teoría, ningún niño debería vivir: presenció cómo 15 elementos de la Policía Ministerial irrumpieron en su domicilio, golpearon y amenazaron a su madre, además de que sometieron a tortura a un amigo de la familia que se encontraba ahí.

Con un rostro retraído, pero con la certeza del trauma que lo hicieron vivir, Cesarito relata con detalle cómo simplemente escuchó gritos, patadas en la puerta, y vio que sujetos armados entraron a su domicilio, a su cuarto y lo levantaron, al mismo tiempo que otro grupo sometía y golpeaba a su madre y a “su amigo”, a quien le pusieron una bolsa de plástico en la cabeza y después lo sumergieron en un bote con agua.

Pero esto no fue suficiente, ya que después se llevaron a los tres, incluido Cesarito, detenidos a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) en donde lo colocaron en una celda junto con su madre, mientras que “del amigo de su mamá”, ya no supo nada.

“Llegaron y yo estaba dormido, a mí me tumbaron, al amigo de mi mamá, como yo no lo conozco le estuvieron pegando a él, le pusieron una bolsa en la cabeza y a mi mamá la jalaron de los pelos los policías y a parte a mí me tumbaron de la cama, me dijeron que me pusiera unos tenis y un suéter y me llevaron allá. Y luego nos llevaron allá a mí y a mi mamá nos metieron a una celda.

“Luego nos dijeron que si queríamos una Maruchan pero les dijimos que no queríamos y de rato nos llevaron a un cuarto con sala, nos dijeron que si queríamos sándwich pero tampoco quisimos y había sillones y ahí se acostó mi mamá a dormir pero yo no me dormí y aparte de rato llegaron y le dijeron a mi mamá que nos íbamos a ir, pero que no saliera porque la tenían vigilada…”

Todo este infierno comenzó para Cesarito el viernes 29 de noviembre a las 7:30 de la mañana, cuando a los edificios marcados con el número 9 del fraccionamiento Pilar Blanco, arribaron un grupo de elementos ministeriales a bordo de varios vehículos, encapuchados y con armas largas.

De acuerdo a la madre, Jessica de 22 años, en el lugar estaba en compañía de un amigo a quien conoce solamente como Ricardo, quien había ido a despedirse pues partía hacia los Estados Unidos.

“A mi hijo según ellos lo tapaban para que no viera, pero le tapaban la cabeza no los ojos, además era imposible no escuchar los gritos de dolor del hombre, toda la sangre que le escurría, así estuvimos un rato, a mí me gritaban que confesara dónde estaban las drogas y las armas y cada que les decía que yo no sabía nada, me gritaban, me golpeaban y me amenazaban con quitarme a mi hijo”.

Tras haber torturado a “Ricardo” y golpeado a Jessica, los policías se dirigieron al edificio de la PGJE, ubicado en el López Mateos y Héroe de Nacozari, en el centro de la ciudad.

Momentos antes de que liberaran a la madre y su hijo, aproximadamente a las 8 de la noche, los policías se dieron el lujo de amenazar al propio niño. “Dijeron que si nos ven hablando con alguien a mí me iban a llevar al DIF y a mi mamá la iban a dejar encerrada en una celda” finalizó el menor.

Luego que los dejaron salir, Jessica se dirigió a su domicilio a encerrarse y dejó a Cesarito con su abuela, pues no podría imaginarse el que lo volvieran a detener, si los policías regresaban por ella.

Desde el viernes en la noche, Jessica se encerró en su casa y posteriormente con otros familiares y amigos, sin querer ver a nadie. Fue hasta este lunes, cuando finalmente tomó la decisión de hablar ante los medios, para evitar que esto le vuelva a pasar a su hijo o a cualquier otro habitante de Aguascalientes, el abuso y los atropellos por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado.

(ZOCALO/ Agencias /03/12/2013 - 10:06 PM)

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