jueves, 28 de noviembre de 2013

MÓNICA Y JOSÉ MANUEL: UN EXPEDIENTE QUE TIENE PRECIO

Agueda Barojas Ontiveros
El 19 de septiembre pasado la vida de Mónica y José Manuel cambiaron para siempre, un accidente los mantiene sin movilidad y sin esperanzas de que todo vuelva a hacer como antes.

La incertidumbre de no saber qué pasará con ellos después de ver su piernas y manos destrozadas, los carmome, los angustia.
Con tres hijos en la escuela, no les queda más que pedirle a Dios que el tiempo les regrese lo que en un segundo les quitó una persona que hasta hoy no siente ni siquiera mortificación por lo que hizo, aseguró la familia de los lesionados.

Desde ese día hasta hoy se escribió en Guaymas una nueva historia de complicidades, injusticias y dolor para una familia que a dos meses de haber sufrido el terrible accidente espera que se castigue al responsable.

Mónica Karina Grajeda Lugo de 35 años de edad y su esposo, José Manuel Villalpando Urias, de 40 años, viajaban, como todos los días desde San Carlos a Guaymas, en una motocicleta de su propiedad.

El pescador, ella fiel solidaria con la actividad de su esposo, se dedicaba en San Carlos a vender lo que generosamente el mar les daba todos los días.

Sus clientes en San Carlos, eran muchos, entre ellos la persona que los impactó y que con la peor de las crueldades los abandonó a su suerte, dijo Mónica.

Ese día, eran las 17:30 horas aproximadamente, cuando Mónica y José Manuel regresaban a Guaymas después de un día intenso de trabajo.

Circulaban por el carril central, con casco protector, mientras que un vehículo sedan marco Golf, color blanco, modelo atrasado, circulaba por la lateral.

A la altura de Las Tortugas y el conductor de la unidad se metió intempestivamente a la lateral e impactó  a los motociclistas.

Mónica cayó en el cofre y de ahí fue impactada unos metros hasta caer en el pavimento.

A José Manuel le tocó la peor parte, la motocicleta quedó atorada entre el vehículo y el conductor, sin frenar, lo arrastró por lo menos 15 metros.

¨Détente, détente, le gritaba y lejos de hacerlo, sacó la mano y me empujaba para que me cayera, lo que quería era deshacerse del “bulto”¨, narró José Manuel.

Mónica, quien a pesar del golpe vio todo, aseguró en su denuncia penal, que en ningún momento el conductor detuvo su marcha.

Yo veía como lo arrastraba y me di cuenta que en ningún momento detuvo su marcha, cuando la moto se desprendió del carro, huyó a exceso de velocidad, comentó.

Cara a cara

A diferencia de otros casos, Mónica y José Manuel vieron perfectamente la cara del conductor.

Mientras conducían por el bulevard Manlio Fabio Beltrones y el conductor lo hacía por la lateral, se vieron las caras.

“Claro que lo vimos, lo reconocimos, nos dimos cuenta que era él, pero jamás imaginamos que nos iba a cortar preferencia y que se iba a meter al carril central sin tomar precaución.

Agustín Celis Belina o Belima, esposo de la dueña del restaurant Picolo, hermano de la empresaria y accionista de Marina Real, Teresa Grossman, es la persona señalada por el matrimonio.

“No solo lo vimos nosotros, lo vio mucha gente, tenemos testigos, fue él quien nos arrolló”, dijeron.

Eran nuestros clientes, como no lo vamos a conocer, dijo Mónica.

Las lesiones

Después del accidente, Mónica y José Manuel fueron enviados al Hospital General de Hermosillo, debido a que las lesiones que sufrieron eran de gravedad.

La gente, nos daba por muertos ese día del accidente, hubiéramos podido morir, mi esposo quiso esquivar el golpe y no pudo, tal vez de esta forma fue lo mejor, por lo menos estamos vivos.

Ambos fueron sometidos a varias intervenciones quirúrgicas y hoy, a más de dos meses del accidente, siguen sin poder caminar y sin la esperanza de hacerlo en un corto plazo.

“Yo tal vez algún día pueda caminar, mi esposo, ni siquiera sabe si algún día podrá hacerlo”, comentó.

El viacrucis

Mónica y José Manuel pasan sus días en sillas de ruedas, controlando el intenso dolor, yendo y viniendo al Hospital General de Hermosillo a consulta médica.

Han gastando a la fecha 125 mil 972 pesos con 29 centavos en cirugías y material quirúrgico.

y para ello vendieron motor de la panga, empeñaron televisiones, aires acondicionados  y todo lo que pudieron.

Para ir al Hospital de Hermosillo,  dejan a un lado su silla de ruedas, agarran las muletas,  se van a la central de autobuses y toman un camión, allá, toman un urbano y se van al Hospital.

“La gente nos ve como batallamos y nos ayuda, son muy generosos”, dijeron.

Las complicidades

Después de que los dieron de alta, los lesionados decidieron continuar aquí con  demanda penal.

Unos amigos, les consiguieron un abogado e iniciaron ahora la peor de las batallas, la batalla por la justicia.

En el Hospital General de Hermosillo, mientras se debatían entre la vida y la muerte y el dolor era intenso, un representante de la Agencia del Ministerio Público les tomó la declaración.

El primer error fue haber dejado asentado que el accidente ocurrió el 19 de septiembre del 2013 a las 10:00 horas cuando fue a las 17:30 minutos aproximadamente.

Y la averiguación…parada

El abogado de los afectados Jorge Landagaray Briceño, explicó que cuando se hace cargo de la defensa acude a la Agencia Segunda del Ministerio Público del Fuero Común en Guaymas.
Fue el 30 de septiembre, 11 días después cuando el abogado acudió con David Humberto Valenzuela Cano, para hablar de la denuncia.

De entrada, el Agente del Ministerio Público negó tener el parte de los hechos en su poder.

“Ya pasaron once días, no lo han remitido y si me lo envían hoy no se va a poder hacer nada, ya pasó mucho tiempo del accidente”, le dijo al abogado.

Landagaray Briceño confesó que en un principio pensó que en la Comisaría de San Carlos no habían enviado el parte policiaco como marca la Ley.

El primero de octubre, se presentó una ampliación de declaración ya que la de Hermosillo no detallaba bien los hechos, además de que había un error en la hora del accidente.
“Ese error es grave porque la defensa del acusado de ahí se puede agarrar y se cae el caso”, explicó.

El 25 de octubre, el abogado presentó ante la Agencia del Ministerio Público la relación de los gastos que ha hecho la familia luego del accidente, además se señaló nombres de testigos del accidente y se comprobó la propiedad de la motocicleta y dijo en qué lugar se le podía ubicar al inculpado.

El descubrimiento

A pesar de que solo era un comentario, el 29 de octubre el abogado de los lesionados comprobó que algo andaba mal.

La sospecha de que el inculpado había entablado comunicación con el representante legal se comprobó.

“Ya me habían comentado, que el señor Agustín Celis se había visto con el Agente del Ministerio Público pero pude comprobar que algo había de cierto cuando descubrí que el parte policiaco sí llegó a la Agencia del Ministerio Público el día del accidente.

Dijo que el 29 de octubre acudió nuevamente a la Agencia a entregar una promoción.

Ahí, el oficial de partes le recibió el documentó y en el dejó plasmada su firma, que es la misma que aparece en el parte policiaco del 19 de septiembre, que remitió la Comisaría de San Carlos.

Es decir, el parte policiaco sí llegó a la Agencia el 19 de septiembre, pero el representante social me lo negó.

Ahora entiendo, dijo, porque había dado ordenes de que un Secretario de Acuerdos acudiera a la casa de los lesionados, ubicada en la colonia Popular, a tomarles la declaración y después cambió de opinión.

Sostuvo que Mónica y José Manuel no han ratificado la denuncia porque el Agente del Ministerio Público ahora quiere que ellos vayan a la Agencia y suban más de 15 escalones.

Recordó que el artículo 77 del Código Penal del Estado de Sonora establece que toda persona está obligada a presentarse ante los tribunales y el Ministerio Público cuando sea citada a menos que no pueda hacerlo porque padezca alguna enfermedad que se lo impida.

El poder económico corrompe

La investigación está parada y no podemos pensar otra cosa que no sea tráfico de influencias, dijo el abogado.

Sabemos, agregó que el señor tiene poder en San Carlos y tenemos sus antecedentes,  cuál es su forma de vida allá.

A dos meses del accidente, ni siquiera ha sido citado a declarar el acusado y por lo visto el expediente Cl 1765/13  por daños, lesiones y abandono de personas, tiene precio, señaló.

(EL PORTAL DE LA NOTICIA/  Agueda Barojas/ Miércoles, 27 de Noviembre de 2013 21:05)

No hay comentarios:

Publicar un comentario