Manuel Bartlett, coordinador de los senadores del PT, aseguró que
Enrique Peña Nieto acordó con Estados Unidos la entrega del petróleo, y
ese es el origen del espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA,
por sus siglas en inglés) de aquel país tanto al entonces candidato
presidencial como a los recursos energéticos de Mexico.
El miércoles pasado el periodista británico Glenn Greenwald afirmó a CNN México, en entrevista telefónica, que los documentos secretos filtrados por el ex analista Edward Snowden indican que la NSA realizó espionaje acerca de los recursos energéticos.
Derivado de ello, Bartlett aseguró quela labor de espionaje estadunidense tiene sus razones: saber si Peña Nieto es confiable para los compromisos que adquirió con Estados Unidos, de entregarle el petróleo a las trasnacionales.
En el foro Análisis sobre la reforma energética, organizado por el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana y la Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios, Educación Superior, Investigación y Cultura, el legislador dijo que esos compromisos están probados.
El Senado estadunidense tiene documentos donde se menciona que se han puesto de acuerdo ya que México ha dejado de enviarles el millón y medio de barriles diarios a que se comprometieron los presidentes panistas, sin tener ninguna facultad para ello, y también en el Congreso del vecino país se maneja que hay preocupación, sostuvo en entrevista.
A lo anterior, agregó las declaraciones que el jefe del Ejecutivo mexicano dio a The Wall Street Journal, en una reunión del G-8, de que iba a reformar la Constitución para proteger los intereses de los extranjeros.
Así que Peña Nieto está comprometido, y el espionaje sobre sus actividades y su gabinete tiene un objetivo, no nada más chismoso, sino para ver si iba a cumplir con los objetivos que se acordaron, resaltó.
Consideró que la actitud de Peña Nieto es vergonzosa respecto de Estados Unidos. Él debe darse cuenta que representa a un país, que es una cosa de circunstancias, y México tiene intereses como nación.
Porque vemos la reacción de Brasil (cuya presidenta, Dilma Rousseff, canceló el viaje que una comitiva debía hacer este sábado a aquel país para preparar su visita a Washington el 23 de octubre, mientras espera explicaciones sobre denuncias de espionaje de que fue objeto), comparada con la reacción cobarde de Peña Nieto, porque está vendido a Estados Unidos.
Manuel Bartlett resaltó que la apertura de Petróleos Mexicanos a capital privado nacional y extranjero que pretende el Ejecutivo es una liquidación de la soberanía nacional, si pensamos en lo que significa que esos monstruos, las empresas trasnacionales, entren a México, porque entran como una invasión militar, política, económica.
Y la única solución “que vemos –agregó– es que el pueblo esté en el Zócalo el domingo, en la movilización que encabezará Andrés Manuel López Obrador en defensa de los recursos energéticos del país.
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks
Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks
(RIODOCE/ Redacción /septiembre 7, 2013 )
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