El programa estelar del alcalde de Ahome, Zenén Aarón Xóchihua
Enciso, “Ahome Despierta” ahora acarrea espectadores a los arranques de
obra del gobernado, Mario López Valdez. El IMAC también entró a esa
práctica.
Por instrucciones de Karla América Montes de Oca, los conductores de
las vagonetas llevan desde niños de la calle hasta becarios a los
eventos. Y cuando ella recibe críticas de quienes aceptan que “Están ahí
sólo para hacer bola”, ella sonriente les responde “no pasa nada”, y
continúa con su farsa, con su escenografía, con su montaje, tan pobre
que ni agua les ofrece.
Incluso, ella lleva a sus subordinados, con uniforme y todo, haciendo gala de desfachatez
Esto ocurrió esta mañana de viernes, en la esquina de Antonio Rosales
y Pedro Anaya, en el fraccionamiento Paseo de las Aves, en donde los
pequeños futbolistas fueron tan utilizados que hasta subieron al
presídium, porque ni con Armando Villareal, y el jefe de la unidad de
inversiones, José Luis López Montiel, se llenaba el escenario. Es tal en
desencanto social, que de la primera hilera tuvieron que retirarse
sillas y para evitar que el gobernador se diera cuenta de que sus
convocatorias “ya no llenaban un volcho”, se retiraron sillas de entre
los asistentes.
“Ahome Despierta” no fue la única institución que llevó acarreados,
pues también el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) puso su
cuota. No fueron niños, pero sí jovencitas de la tercera edad. De esas
que cada viernes se reúnen en el DIF. Estas aceptaron que estaban ahí
para hacer bola. Ellas fueron conducidas en el camión de IMAC, mientras
Anabella Gaxiola se confundía entre los funcionarios asistentes al
“besamanos” oficial.
Esta es la nueva práctica del cambio democrático: llevar acarreados
al evento público, para hacer bola, para engordarle el caldo del
gobernador, Mario López Valdez.
Otro tanto de asistentes fueron para buscar atención a sus problemas.
Ejemplo de ello fueron los cañicultores, que acusaron ante el jefe
del ejecutivo estatal, que su cuate a quien le pagó una cuota de 90
millones de pesos, Alejandro Elizondo Macías los había dejado colgados
de la brocha y no les pagaba las rentas de sus parcelas caídas.
Con el desprecio dibujado en su rostro, Malova les dijo fríamente: “sigan haciendo cola”. Y continuó su marcha al presidiun.
(RIODOCE/
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