Su escondite fue descubierto por uno de los plagiarios, quien le disparó a unos metros de distancia.
MÉXICO, D.F.- Érik Yahir fue
asesinado cuando tres hombres que realizaron un secuestro se percataron
que el joven, de 20 años de edad, fue testigo de los hechos.
Mientras Érik lavaba un camión de carga, presenció cómo un grupo de encapuchados se llevó a otro hombre.
Minutos después del mediodía de ayer miércoles, Érik Yahir Ríos Díaz preparaba sus cubetas para limpiar un camión torton estacionado frente al número 14 de la calle Benito Juárez, colonia San Pablo Xalpa, en la delegación Azcapotzalco.
El chofer de la unidad había llegado de un viaje y le pidió a Érik y a otro hombre, identificado con los apellidos de Ugalde Díaz, que lo lavaran.
Ambos llevaron botes y escobas para iniciar la labor, cuando un Jetta gris con vidrios polarizados se estacionó frente al torton y de inmediato Ugalde Díaz ingresó a la casa marcada con el número 14.
Del Jetta descendieron tres encapuchados, quienes tocaron a la puerta y cuando ésta se abrió, entraron para sacar a Ugalde Díaz y forzarle a que subiera al automóvil. Todo ante la mirada de Érik, quien al ver lo que ocurría intentó refugiarse en el camión.
Su escondite fue descubierto por uno de los plagiarios, quien le disparó a unos metros de distancia.
Para asegurarse de que el joven había muerto, el agresor se acercó hasta el camión, abrió la puerta y finalmente disparó de nueva cuenta a su víctima, que quedó tendida sobre los asientos de la cabina.
Tras el crimen, los plagiarios subieron al Jetta y huyeron llevándose a Ugalde Díaz.
Hasta el sitio llegó una ambulancia de Protección Civil para tratar de brindarle los primeros auxilios al joven, pero los paramédicos nada pudieron hacer.
Peritos de la Procuraduría local acudieron para iniciar las indagatorias. En el sitio encontraron cuatro casquillos percutidos calibres .38 y .45 milímetros.
(EL MEXICANO/ El Universal/ jueves, 29 de agosto de 2013 07:57 a. m.)
Minutos después del mediodía de ayer miércoles, Érik Yahir Ríos Díaz preparaba sus cubetas para limpiar un camión torton estacionado frente al número 14 de la calle Benito Juárez, colonia San Pablo Xalpa, en la delegación Azcapotzalco.
El chofer de la unidad había llegado de un viaje y le pidió a Érik y a otro hombre, identificado con los apellidos de Ugalde Díaz, que lo lavaran.
Ambos llevaron botes y escobas para iniciar la labor, cuando un Jetta gris con vidrios polarizados se estacionó frente al torton y de inmediato Ugalde Díaz ingresó a la casa marcada con el número 14.
Del Jetta descendieron tres encapuchados, quienes tocaron a la puerta y cuando ésta se abrió, entraron para sacar a Ugalde Díaz y forzarle a que subiera al automóvil. Todo ante la mirada de Érik, quien al ver lo que ocurría intentó refugiarse en el camión.
Su escondite fue descubierto por uno de los plagiarios, quien le disparó a unos metros de distancia.
Para asegurarse de que el joven había muerto, el agresor se acercó hasta el camión, abrió la puerta y finalmente disparó de nueva cuenta a su víctima, que quedó tendida sobre los asientos de la cabina.
Tras el crimen, los plagiarios subieron al Jetta y huyeron llevándose a Ugalde Díaz.
Hasta el sitio llegó una ambulancia de Protección Civil para tratar de brindarle los primeros auxilios al joven, pero los paramédicos nada pudieron hacer.
Peritos de la Procuraduría local acudieron para iniciar las indagatorias. En el sitio encontraron cuatro casquillos percutidos calibres .38 y .45 milímetros.
(EL MEXICANO/ El Universal/ jueves, 29 de agosto de 2013 07:57 a. m.)
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