Los cinco cuerpos encontrados en un panteón clandestino, a unos cinco
kilómetros al sur de Los Mochis, finalmente fueron entregados a los
deudos, tras ser identificados plenamente.
De acuerdo con informes recopilados en la Procuraduría de Justicia
del Estado, dos de los cuerpos fueron identificados como los primos y
vendedor de carro y estudiante, respectivamente, Manuel Antonio Salas
López y Sabdiel López Salas.
El primero fue privado de la libertad cuando acompañaba a otro
vendedor de autos, que fue asesinado en pleno centro de la ciudad, y en
segundo en su casa, a donde llegó un comando en busca de su hermano,
pero al no encontrar a su objetivo se llevaron al estudiante.
Los tres restantes fueron identificados como Felipe Alberto Díaz
Ayala, Elios Fernando Quiroz Araujo y José Ángel Moreno Machado, todos
desempleados, y residentes de esta ciudad.
De estos no se sabía de su paradero, hasta que fueron encontrados
muertos. Según sus familiares, los tres habían sido privados de la
libertad en distintos rumbos de la ciudad.
Los cinco cadáveres fueron encontrados el 23 de mayo, en un sitio de
Los Mochis conocido como Las Mañanitas o El Espejo, ubicado a un costado
de la carretera Mochis-Topolobampo, a unos cinco kilómetros al sur.
Todos los jóvenes fueron asesinados a balazos, y en vida fueron torturados.
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