Jetzabé Múzquiz
Arteaga.- Presa de la desesperación y la soledad que lo rodeaba
luego de haber sostenido una discusión con su esposa ya hace meses, un
joven decidió cortar con su existencia con el cielo de la madrugada como
su único testigo.
Muchos días le tomó a Jorge Antonio Cerda Colunga, de 22 años, el armarse de valor para llevar a cabo su fatídico plan, pues vivir separado del amor de su vida lo mantenía sumido en una depresión conocida por todos sus allegados.
Tiempo atrás, Jorge Antonio había sostenido una fuerte discusión con su esposa, de quien no se reveló su identidad, por lo que abandonó su hogar para refugiarse en casa de su madre, Maricela Cerda Colunga, sumido en una tristeza constante que no desaparecía.
Fue así como, en algún momento de las primeras horas de ayer, el joven tomó uno de los mecates para colgar ropa de su hogar, ubicado en Román Cepeda y Alameda, de la Zona Centro de Arteaga, cruzó la calle con dirección a la Plaza de la Santa Cruz, que alberga la antigua alberca para pensionados, donde Jorge Antonio se quitó finalmente la vida al ahorcarse en un árbol.
Muchos días le tomó a Jorge Antonio Cerda Colunga, de 22 años, el armarse de valor para llevar a cabo su fatídico plan, pues vivir separado del amor de su vida lo mantenía sumido en una depresión conocida por todos sus allegados.
Tiempo atrás, Jorge Antonio había sostenido una fuerte discusión con su esposa, de quien no se reveló su identidad, por lo que abandonó su hogar para refugiarse en casa de su madre, Maricela Cerda Colunga, sumido en una tristeza constante que no desaparecía.
Fue así como, en algún momento de las primeras horas de ayer, el joven tomó uno de los mecates para colgar ropa de su hogar, ubicado en Román Cepeda y Alameda, de la Zona Centro de Arteaga, cruzó la calle con dirección a la Plaza de la Santa Cruz, que alberga la antigua alberca para pensionados, donde Jorge Antonio se quitó finalmente la vida al ahorcarse en un árbol.
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