Fernando Villa
Escárciga
Con la ocupación
hotelera más baja de su historia y abatidos los rubros inmobiliario y de
servicios, el área Guaymas-San Carlos hoy recibe a una distinguida
visitante.
La secretaria de
Turismo, Gloria Guevara Manzo, se
reúne con los empresarios del ramo y seguramente trae consigo fabulosas
noticias, al menos en discurso.
Porque en Guaymas-San
Carlos el turismo no crece, sobrevive. Y no es una simple expresión sino la
exposición de una grave problemática que sigue sin
atenderse.
Guevara Manzo trae en
sus alforjas un Acuerdo Nacional por el
Turismo que, seguramente, poco tiene qué ver con una realidad que agobia al
sector de esta región.
“A veces los hoteles
están vacíos, en cero la ocupación; hay quejas de restauranteros y prestadores
de servicio; la generación de empleos se ha debilitado a límites peligrosos”, ha
dicho Octavio Llano
Zaragoza.
Para el presidente
de la Asociación de Desarrolladores
Turísticos de Guaymas-San Carlos
urgen soluciones ante una situación preocupante, muy
preocupante.
La reunión a
celebrarse en San Carlos presenta algunas paradojas, sobre todo a partir de
quienes saltarán a la palestra para hablar sobre las “bondades” del
sector.
Habrá qué imaginar a
los representantes del Fondo Nacional de Turismo (FONATUR) presentando un
estudio al gobernador Guillermo Padrés
Elías sobre las perspectivas en Sonora.
¿De qué perspectivas
puede hablar FONATUR, artífice del fracaso de La Escalera Náutica y que tiene en
abandono un terreno donde levantaría sus lujosas oficinas en
Guaymas?
Igual tomará la
palabra Eduardo Lemmen Meyer, en
representación de los iniciativos privados, para un evento que abordará
los temas de promoción turística para atraer visitantes.
Se trata, sí, del
mismo hotelero que al igual que otros de San Carlos evadieron enterar el 2 por
ciento del impuesto al hospedaje que se destinaría a
promoción.
Son
situaciones que no se entienden, como no se entiende la participación del
coordinador de la Comisión de Fomento al Turismo de Sonora, Javier Tapia
Camou.
Es el mismo
funcionario estatal famoso aquí por su inoperancia, por su ausencia de trabajo,
de gestiones, de proyectos a un empresariado ansioso de
respuestas.
Recuérdese que a
solicitud de la Asociación de Desarrolladores el gobernador Padrés dispuso que Mario Cuén Aranda atendiera
directamente a los turisteros.
Estos son hechos,
realidades. Los discursos de mañana tendrían que ser espectaculares, acompañados
con acciones, para sacudir la triste modorra de un sector a la
baja.
Deficientes los
esquemas de promoción al exterior, escasos los estímulos para la inversión y,
aunado a ello, los efectos de la recesión en Estados Unidos, el panorama se
advierte más crítico.
Se entiende que el
gobernador Padrés esté preocupado por levantar esta actividad económica y la
consecuente creación de empleos que generan desarrollo y bienestar para la
gente.
Pero los responsables
de su gabinete le han fallado al desdeñar los reclamos más apremiantes, algunos
mínimos, que hace dos meses Cuén al principio se comprometió a
atender.
“La clave es mantener la comunicación, revisar
acuerdos y analizar cumplimientos en reuniones mensuales. Así me gusta
trabajar”, dijo a los empresarios el director de Impulsor. Palabras, sólo
palabras.
Cuando se expone la
preocupante realidad del Turismo se toma en cuenta el sentir de empresarios como
Javier y César Estrada, Wilfrido Aladana, Ernesto Zaragoza y Teodoro Peralta, por mencionar
algunos
Inexistente Javier
Tapia, con Mario Cuén se había establecido el compromiso de crear una oficina de
Impulsor en San Carlos –que se
planteó a Padrés – para dar seguimiento a los acuerdos.
También se acordó realizar una revisión
profunda de las relaciones obrero-patronales ante la Secretaría del Trabajo para
abatir abusos en perjuicio de una u otra parte.
Se habló de facilitar
la internación de vehículos de turistas por la frontera norte, mediante
adecuaciones al Only Sonora e
información más positiva del gobierno federal a los
visitantes.
Ante el malestar por
el torpe manejo del Ayuntamiento de Guaymas de los fondos del impuesto al
hospedaje, se convino gestionar que la retención sea por el Gobierno del
Estado.
No sólo se trataría
de eficientar los recursos sino las estrategias de promoción, pues desde hace
años en Sonora se ha manejado una errónea propaganda ante el extranjero y el
país.
“Hay que buscar
nuevos mercados de Estados Unidos y
Canadá, sobre todo en ciudades y estados donde se puede manejar
información más atractiva para visitantes e inversionistas”, dijo
Llano.
Varios y diversos
temas han tratado gobierno y empresarios, incluyendo la posible gestión ante los
diputados federales sonorenses para atraer recursos para Desarrollo
Urbano.
Se planteó conjuntar
esfuerzos para la obtención de recursos para diseñar el Plan Parcial de Desarrollo de San Carlos
y pugnar por el necesario orden en su crecimiento. Palabras, palabras al
viento.
Los empresarios saben
que el futuro económico del sector no puede estar sujeto a los altibajos de una
recesión gringa de mucha incertidumbre.
El Turismo aquí, una
actividad que genera miles de empleo, reclama acciones urgentes; exige programas
efectivos y no discursos, demanda una pronta atención.
La visita de la
Secretaría , pues, debe ir más allá de saludos cordiales y sonrisas ensayadas.
De otro modo, la firma por el Acuerdo Nacional de Turismo quedará en un documento más para el olvido.
De otro modo, la firma por el Acuerdo Nacional de Turismo quedará en un documento más para el olvido.
Algo así
como el simple paso de una Gloria que
a Guaymas-San Carlos no termina de
llegar…
Salud,
como siempre.
fdovilles@hotmail.com
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