José Ramón Acosta Quintero, entrevistado por Ríodoce en la clda del Centro de
Ejecución de las Consecuencias del Delito, Cecjude, de Mazatlán, dijo que hasta
el momento en la cárcel no lo han tratado mal, pero que teme que atenten contra
su vida.
El pasado sábado 28 de enero, el Procurador General de Justicia del Estado,
acompañado por el director de la Policía Ministerial del Estado, Jesús Antonio
Aguilar Iñiguez, presentaron a José Ramón Acosta Quintero, como el presunto
agresor de la turista canadiense Sheila Nabb, a quien supuestamente no conocía y
que fue encontrada gravemente golpedad, la madrugada del 20 de enero, en el
Hotel Riu, ubicado en la zona de los Cerritos.
Durante la presentación en
el patio de las instalaciones el fiscal dio a conocer la información detallada
de las declaraciones de Acosta Quintero, donde el detenido acepatab su
culpabilidad, lo cual no fue obstáculo, para que los reporteros no se plantearan
dudas razonables que llegaron al grado de que el indiciado ya empieza a ser
conocido como el presunto “chivo expiatorio”.
Entrevista en el
CecjudeEn la entrevista, dijo se entrenador de perros,
destacando que los canes son muy inteligentes, nobles y que tienen los
sentimientos muy desarrollados.
Al preguntarle Ríodoce cuál era su oficio,
aseguró que tiene alrededor de dos años entrenando perros, los cuales se
comunican con su lenguaje corporal, factor clave, para entender cuando el
animal, considerado como el “mejor amigo” del hombre, quiere hacer “popó”, para
sacarlo a la calle y no se “haga” al interior de la casa convirtiendo en un
muladar la habitación.
-¿En qué trabajas?-
-Soy entrenador de perros,
son educador de perros. Los educo para que se sienten, se levanten, o para que
avisen cuando quieren hacer popó.
Relató que una de las raza de perros a la
que le tocado educar y que tienen una gran capacidad d aprendizaje, es la raza
San Bernardo, pues ya educó a uno que vive en una casa del Infonavit El
Conchi.
Acosta Quintero dijo a Ríodoce que desde su detención en la
colonia Villa Tutuli, a las 12 del día del viernes, ha estado bajo mucha
presión, pues sus interrogadores le aplicaron la “chicharra” muchas veces,
durante su “confesión”.
El hoy reo, se levantó la camiseta para
enseñarle las muestras de la presunta tortura de la “chicharra” que según dijo
le aplicaron sus interrogadores, y Ríodoce le pidió permiso para tomarle una
fotografía para documentar la supuestas huellas de la “Chicharra”, pero se negó
en repetidas ocasiones, con el miedo en el rostro.
-¿Tienes miedo de que
te pase, a los presuntos secuestradores que murieron por sobredosis el sábado 21
de enero,?- preguntó Ríodoce.
Ante la pregunta, el interno, subió y bajó
la cabeza, en señal de afirmación, y con palabras entrecortadas por el miedo,
respondió: “…pero puede pasar”
El presunto “chivo expiatorio”, dijo que
el inglés que habla lo aprendió en Washington D.C. durante dos años que estuvo
en los Estados Unidos, trabajando como obrero de la industria de la
construcción.
-Algunas personas tienen dudas de tu presunta culpabilidad
y ya te empiezan a llamar “chivo expiatorio”. ¿Te consideras “chivo
expiatorio”?
-No, no te puedo decir nada, pero allá (cuando lo presentaron)
estaba bajo mucha presión.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario