Refugio Covarrubias Villaseñor, hermano del gobernador Marcos Covarrubias
Villaseñor, hace sus maniobras para sacar adelante las designaciones del priísta
Carlos Mendoza Davis, del perredista Arturo de la Rosa y del neo panista
Francisco Pelayo Covarrubias, sobrino del Primer Mandatario, quien podría ser
impuesto como candidato a Diputado Federal por el Primer Distrito.
Gerardo Zúñiga Pacheco
Pasaron las celebraciones decembrinas y hoy, en un gélido escenario político,
comenzó la carrera de los aspirantes a diputados federales y senadores en el
estado de Baja California Sur.
Todavía con estragos de las fiestas navideñas, algunos de los precandidatos
asomaron la cabeza apenas el 2 de enero, como el priísta y ex secretario general
de gobierno, Carlos Mendoza Davis, quien aspira a ser el elegido de la primera
fórmula a senador y, sin recato alguno, habló de sus intenciones de ser el
abanderado oficial del PAN.
Desligado totalmente de su anterior partido, el PRI –cuyos méritos y
currículo no le alcanzaron ni siquiera para una candidatura en la elección
federal del 2006– y dando un evidente madruguete, negó lo que es evidente: “Ser
candidato del gobernador Marcos Covarrubias Villaseñor”.
Hasta se aventó la
puntada de que se respira un “ambiente de ánimo y tranquilidad entre la
militancia panista para que sea el candidato oficial”, aunque ya haya brotado el
primer hecho de resistencia por parte de la llamada vieja guardia panista,
respecto de la virtual nominación de Mendoza Davis, que derivó en el registro
como precandidato –también– del ex diputado federal y reconocido panista
Rigoberto Romero Aceves.
A falta de tablas y discurso, Mendoza envió una felicitación a todos los
sudcalifornianos por las recientes fiestas, en vez de hablar de su plan de
trabajo y de lo que haría, en caso de llegar a ganar las próximas elecciones
federales.
El ex secretario general de gobierno es solamente uno de la larga lista de
precandidatos que brotaron a propósito de las elecciones federales.
Y es que la
mayoría de los aspirantes no tienen ni idea de lo van a hacer, mucho menos han
elaborado un diagnóstico claro de lo que requiere el estado de Baja California
Sur, porque como ha dicho Mendoza Davis, su discurso está centrado en el
argumento de que “son candidatos sólidos y vigorosos que resolverán los
problemas de las personas, que respaldarán las acciones de gobierno, y que ahora
sí –y después de muchos años— brindarán prosperidad a las familias
sudcalifornianas”.
Los antecedentes
Las promesas del hijo del ex gobernador del PRI Ángel Cesar Mendoza Arámburo,
son las mismas que por décadas han escuchado los sudcalifornianos de los
políticos, sean del PRI, PAN o PRD.
Los antecedentes hablan por sí solos, y para no ir muy lejos, habría que ir
al pasado reciente, cuando los últimos en bajar el sol, la luna y las estrellas
a los electores fueron los hoy senadores del PRD, del PT y del PAN, Josefina
Cota Cota, Francisco Javier Obregón Espinoza y Luis Coppola.
Hasta hoy, y después de casi 6 años en el cargo, se desconoce qué hicieron o
han hecho por el estado de Baja Sur y sus habitantes. Pero si de los senadores
no se sabe gran cosa, mucho menos de los diputados federales del PRD, Víctor
Manuel Castro Cosío y Silvia Puppo Gastélum, esta última suplente del hoy
gobernador panista Marcos Covarrubias Villaseñor, y cuyo mayor logro ha sido
acomodar a 2 de sus hijos en la “nueva” administración pública: Marco Antonio y
Silvia Armendáriz Puppo, en la Dirección de Atención Ciudadana del Gobierno del
Estado y en el Congreso local, respectivamente.
Y es que el nepotismo no sólo marcó las administraciones de los ex
gobernadores del PRD, Leonel Cota Montaño y Narciso Agúndez Montaño, sino
también está manchando la del panista Marcos Covarrubias Villaseñor, a quien
hasta hoy se le ha descubierto que tiene trabajando a 2 de sus sobrinos con
sueldos a cargo del erario público: Manuel Covarrubias y Sergio Ulises García
Covarrubias, chofer del gobernador y director de finanzas del congreso local,
violentando de entrada la Ley de Responsabilidades de Servidores Públicos de
Baja California Sur, que dice textualmente en el artículo 46 párrafo XII que los
funcionarios deben “abstenerse de intervenir o participar indebidamente en
selección, nombramiento, designación, contratación, promoción, suspensión,
remoción, cese o sanción de cualquier servidor público, cuando tenga interés
personal, familiar o de negocios en el caso, o pueda derivar alguna ventaja o
beneficio…”
Sobre este hecho nadie ha dicho “esta boca es mía”, ni siquiera los dos
diputados federales desarraigados y desconocidos aún por la mayoría de los
sudcalifornianos, mismos que llegaron al cargo, gracias a la distribución de
puestos de representación proporcional y los votos de la primera circunscripción
que abarca los estados de Baja California Sur, Baja California, Chihuahua,
Durango, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora.
Se trata de Francisco Armando Meza Castro y el veterano líder de la
Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), Isaías González
Cuevas. Los legisladores ni siquiera viven en Baja California Sur, y por
consiguiente, jamás han ofrecido resultados a favor de los sudcalifornianos.
Los aspirantes en fila
Bajo este escenario, ahora el PRI, PAN y PRD tienen entre la lista de
aspirantes a diputados federales y senadores a todo tipo de personajes
políticos, y para no perder la costumbre, se enfilan amigos y familiares del
gobernante en turno.
La lucha más incesante se registra en torno al intento de imposición del ex
secretario particular del gobernador, Arturo de la Rosa Escalante, indiciado y
acusado de un desvío de recursos públicos de más de 6 millones de pesos, y el
cual, podría ser el candidato oficial a Diputado Federal del Segundo Distrito
por el PAN.
Sin embargo, el ex presidente de la Gran Comisión del Congreso local tendrá
que pasar la primera prueba y sortear a las también aspirantes y panistas de
“hueso colorado”: Miriam Muñoz Vargas y Alicia Uribe Figueroa, ex delegada de
Gobernación y ex directora del Instituto Sudcaliforniano de Atención a Personas
con Discapacidad del Gobierno del Estado.
Las 2 mujeres están registradas oficialmente como aspirantes a diputadas
federales y representan el dique que –se supone– no permitirá la imposición de
Arturo de la Rosa por parte del gobernador, quien designó a perredistas y
priístas en su gabinete y dejó desempleada a la clase política panista que votó
a su favor en la elección estatal.
Bajo estas condiciones, hoy los panistas parecen haberse levantado en armas
para evitar las imposiciones de priístas o perredistas como candidatos a
diputados federales y senadores por el PAN, y donde, para variar, el “hermano
incómodo” del gobernador, Refugio Covarrubias Villaseñor, mejor conocido como
“Cuco”, está operando tras bambalinas para sacar adelante las designaciones del
priísta Carlos Mendoza Davis, del perredista Arturo de la Rosa y del neo panista
Francisco Pelayo Covarrubias, otro sobrino de Marcos Covarrubias, quien podría
ser impuesto como candidato a Diputado Federal por el Primer Distrito.
Parte de esa lucha de los panistas es el registro de Sonia Murillo Macías, ex
diputada local para competir en la elección interna con el familiar del
gobernador de Baja California Sur, la cual fue registrada en la lista de
beneficiarios de los puestos de representación proporcional para que se retire
de la contienda interna, y en cuya lista también están figurando panistas de la
vieja guardia, como el ex alcalde de Loreto Alfredo García Green y los ex
líderes del CEN del PAN Alfredo Zamora García y Héctor Jiménez Márquez.
El único aspirante químicamente puro dentro de las filas del PAN que quiere
ser senador, es Elías Gutiérrez Osuna, ex director del INVI, y quien goza de la
simpatía del sector empresarial de Los Cabos y de La Paz.
El también empresario sería el compañero de fórmula del ex secretario general
de gobierno, Carlos Mendoza Davis, que por segunda ocasión es precandidato a
Senador. En el 2006 aspiró por el PRI y quedó muy lejos del camino, cuando la
designación recayó en la actual alcaldesa de La Paz, Esthela Ponce Beltrán,
quien desde hoy es considerada una fuerte sucesora del gobernador del PAN,
Marcos Covarrubias, al que le quedan menos de 4 años de mandato.
A la fecha “El Picore”, como es conocido Mendoza, inició un acercamiento con
las estructuras panistas que todavía lo ligan con el PRI y piensan que busca
refugio en el PAN.
No obstante, el escenario no le pinta nada claro que digamos al “gallo de
Marcos”, porque en caso de ser candidato oficial tendrá que competir con la
juventud y simpatías del ex candidato a gobernador, Ricardo Barroso Agramont,
quien es visto como el rival a vencer en esta contienda.
Al mismo tiempo, Narciso Agúndez Montaño prácticamente quedó descartado
después de que la dirigencia del PVEM lo abandonara tras haber sido inhabilitado
y sancionado por la contraloría estatal con poco más de 27 millones de pesos por
la venta irregular de los 7 bienes inmuebles del exclusivo Fraccionamiento de
“El Pedregal” de Cabo San Lucas.
Por otro lado, todo el escándalo de corrupción del pasado gobierno del PRD
está anulando cualquier posibilidad de triunfo de los candidatos a diputados
federales y senadores por dicho partido, con todo y el crecimiento del
presidenciable Andrés Manuel López Obrador.
De la lista de los perredistas destaca el registro de Antonio Avilés Rocha,
hermano de Roberto, el actual titular de la Secretaría de Planeación Urbana e
Infraestructura del gobierno panista de Covarrubias Villaseñor.
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