lunes, 28 de noviembre de 2011

DEMOCRACIA NO ES SILENCIO



“Democracia
no es silencio”
Fernando Villa Escárciga

Dos acontecimientos sacudieron esta semana a la militancia del PRI: la declinación de Manlio Fabio Beltrones y la visita de Susana Corella Platt a las oficinas del partido.
 Tras varios meses de ausencia la Presidenta del tricolor se apersonó en la casa de Plutarco Elías Calles ante el asombro de algunos militantes que la vieron como una aparición.
La declinación de Beltrones reacomodó las piezas del tablero y ahora medio mundo, como Antonio Astiazarán, se asume ridículamente cercano al “peñanietismo” y lo divulga.
Sobre la presencia de Susana en la sede del partido que nadie se equivoque, pues antes que su afán de iniciar la urgente tarea de restañar heridas acudió a un llamado de su gurú. Ah, también platicó con jóvenes.

Se trata, claro está, del diputado Roberto Ruibal Astiazarán quien solicitó el apoyo de Corella para invitar o acarrear militantes a su Segundo Informe en Hermosillo.
Ruibal, derrotado dirigente del PRI durante el gobierno de Eduardo Bours, jamás se  paró con esa investidura en el edificio del partido, menos aún durante la campaña de Carlos “Cacho” Zaragoza.
Los operadores del diputado llegaron hace días a Guaymas más despistados que un esquimal en la selva Lacandona, pues preguntaban con desesperante afán por Alfredo Ortega López.
Ignoran los insulsos operadores que Ortega hace veinticinco mil años se pasó a las filas del PAN e, incluso, contendió sin éxito bajo las siglas azules por la diputación contra Otto Claussen Iberri.

Respecto a la impugnación de varios ex líderes priístas a la designación del Consejo Político Municipal que entra en funciones en diciembre, de las filas de Toño y Susana se rebosa optimismo.
“Ya les dieron palo a los berrinchudos”, se asegura con la certeza de que el PRI estatal  avaló el considerado procedimiento sucio, ilegal y gandalla como se lo hicieron saber a Claudia Plavovich.
Sobre esa versión, el abogado priísta Edgar Allan Jaramillo dice no dudar que la Comisión de Justicia Partidista determine sobreseer los juicios de protección para los derechos del militante que presentaron.

De ser así, expone, parte del problema es que nuestras instancias partidistas en algunas o en la mayoría de las  ocasiones prefieren tapar el sol con un dedo antes  que poner en práctica los estatutos.
 “Las normas que nos rigen y la democracia partidista no es el silencio, es la claridad y la libertad con lo que se exponen los problemas y toca al partido resolverlos”, cuestiona.
En esta defensa de los derechos político-electorales del militante, Jaramillo adelanta que podría acudir a otras instancias, lo que presupone que el caso llegaría al Tribunal Federal Electoral. Ya se verá.

A propósito de dudas y de Claudia, quién sabe si ayer sábado pudo recomponer al  PRI de Sonora en eso de las alianzas para candidaturas locales con el PVEM y el PANAL.
De la dirigencia nacional ya habían consultado a sus pares de los estados pero el delegado que envió la Pavlovich de plano no entiende lenguajes políticos de altura.
A ver qué sale…
fdovilles@hotmail.com

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