La droga está en la calles gringas; los
muertos acá
La mañana del 10 de mayo de
2016, reportaron al sistema de emergencias que había tres cadáveres tirados en
Capirato, Mocorito.
Los cuerpos estaban envueltos
en bolsas de plástico negro, con impactos de bala y tirados en el bordo de un
canal en las inmediaciones de la carretera que conduce a Badiraguato.
Los tres habían sido privados
de su libertad una semana antes, cuando circulaban en un automóvil por la
carretera Internacional México 15 a la altura de la sindicatura de Pericos.
Los hombres eran originarios
de Nogales, Sonora y fueron identificados como Luis Carlos “N”, José Ángel “N”
y Adrián Eduardo “N”.
De acuerdo con el
Departamento de Justicia de Estados Unidos, eran miembros del Cártel de Sinaloa
y fueron plagiados y asesinados por una deuda de 500 mil dólares de José Ángel
“N”, quien formaba parte de una red de distribución de metanfetamina que
operaba en Indianápolis.
La célula fue desmantelada el
año pasado con el arresto de 16 miembros y sus líderes. El mes pasado, el
departamento dio a conocer que en el juicio presentará testigos que involucran
a José Ángel “N” como integrante del Cártel de Sinaloa y las actividades que
realizaba para conseguir la metanfetamina en México.
Los 16 acusados formaban
parte de una red que distribuía sustancias controladas en todo Estados Unidos,
con José Ángel “N” coordinando la adquisición de drogas en México.
Los líderes del grupo eran
Rafael “N”, Héctor Saúl “N” y José Manuel “N”, quienes distribuían desde el
oeste de los Estados Unidos a Indiana y Pensilvania.
De acuerdo con el documento,
el Cártel de Sinaloa secuestró a José Ángel “N” y lo mantuvo como rehén a la
espera del pago de 500 mil dólares que habían perdido por un decomiso.
La esposa del secuestrado
pidió a Héctor Saúl “N” 250 mil dólares para contribuir con el rescate y él
pidió a Yesenia “N” y a Yesenia “M”, integrantes de la célula detenida, ayudar
a juntar el dinero de las ganancias de la venta de drogas para pagar el
rescate.
Héctor Saúl “N” y las dos
mujeres se reunieron en Indianápolis, Indiana, y recaudaron aproximadamente 250
mil dólares.
Luego fueron a Nueva York
donde Héctor Saúl “N” pagó a un individuo, a quien un miembro de alto
nivel del Cártel de Sinaloa había
designado para cobrar el dinero.
El Gobierno afirma que el
asesinato de José Ángel “N”, es relevante porque su muerte interrumpió el flujo
de metanfetamina a Rafael “N” en Indianápolis.
Antes del asesinato, Rafael
“N” conseguía la mentanfetamina por medio de José Ángel “N”, quien la compraba
en México y ordenaba que la trasladaran a Estados Unidos. Una vez en aquel
país, Rafael “N” y Héctor “N” la distribuían.
El Gobierno explica que tras
el asesinato de José Ángel “N”, Rafael “N” recibió 13 kilos de metanfetamina de
una nueva conexión en Arizona y otros 13 kilos de nuevos socios de Héctor “N”.
Después se asociaron con
Roberto “N”, quien les hizo un primer envío de 70 kilos de metanfetamina.
La red de distribución de
metanfetamina y cocaína fue desmantelada en marzo del año pasado con la
detención de 17 miembros y sus líderes.
De acuerdo con el
Departamento de Justicia, el grupo generó millones de dólares en efectivo por
la venta de drogas.
Desde julio de 2015 hasta
septiembre de 2016, Héctor “N” adquirió cocaína y metanfetamina de México para
redistribuirla en los Estados Unidos.
Algunos envíos fueron a
Rafael “N” en Avon, Indiana, quien hacía los tratos de venta en lugares
públicos como estacionamientos del supermercado Target, la birriería Andrade y
el restaurante El Pastorcito.
Según el Departamento de
Justicia las operaciones eran dirigidas desde México, con cocaína adquirida
principalmente de California y metanfetamina de Arizona enviada desde México.
La red fue descubierta cuando
agentes de la DEA obtuvieron órdenes para intervenir llamadas telefónicas y un
testigo cooperó con los oficiales para localizar lugares donde se hacían las
transferencias de drogas y miles de dólares en efectivo.
En las conversaciones
intervenidas los oficiales detectaron arreglos para entrega de drogas y
ubicaron a miembros de la red cuando circulaban en un vehículo con
metanfetamina.
Los agentes los interceptaron
y al revisar el automóvil hallaron un kilo de metanfetamina en una caja de
zapatos escondida detrás de las piernas del chofer.
Después obtuvieron una orden
para catear la casa hacía la que se dirigían los ocupantes del automóvil y en
la vivienda hallaron 5 kilos de metanfetamina, básculas digitales, celulares,
material para empaque y tarjetas falsas de seguridad social.
Los primeros días de marzo
del año pasado, la DEA dio a conocer el desmantelamiento de la red y el arresto
de sus miembros. Los detenidos fueron Rafael “N”, Óscar “N”, Merath “N”,
Francisco “N”, Roberto “N”, Héctor Saúl “N”, Elvia “N”, Aldo “N”, John “N”,
Rafael “N”, Yesenia “N”, Jesús “N”, Julio César “N”, José Manuel “N”, Cristian
“N” y Melvin “N”.
Artículo publicado el 12 de agosto de 2018 en el
edición 811 del semanario Ríodoce.
(RIODOCE/ ALEJANDRO MONJARDÍN/ 14 AGOSTO, 2018)
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