Ciudad de México, 3 de junio
de 2018. El candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, ha
ganado terreno en las encuestas, por lo que cuenta con el 48 por ciento de los
votos, 20 puntos más que el panista Ricardo Anaya Cortés.
De acuerdo con un trabajo
especial que presenta este domingo el periódico español El País, en su edición
internacional, Andrés Manuel “tiene un 92 por ciento de probabilidades para ser
elegido presidente el próximo 1 de julio”, mientras el candidato de la
coalición Por México al Frente tiene un 9 por ciento de probabilidades de ganar
y el candidato presidencial priista José Antonio Meade Kuribreña, un 1 por
ciento: es decir, sólo se impondría una de cada 100 veces.
Tomada de El País.
“La ventaja de López Obrador
es clara. Ni siquiera los dos debates que se han celebrado hasta ahora, el
terreno en el que peor se desenvuelve el tres veces candidato, han mermado su
posición en las encuestas. No es normal que se produzca un vuelco electoral que
haga perder 20 puntos al candidato puntero. Sirve de referencia una estadística
deportiva: ahora mismo una derrota de López Obrador sería más rara que ver
fallar un penalti a Cristiano Ronaldo. No obstante, la victoria del candidato
de Morena tampoco es una certeza: los sondeos aún podrían moverse y hasta el
último día habrá espacio para una sorpresa”, destaca el trabajo firmado por los
periodistas Kiko Llaneras y Javier de Lafuente, fechado en Madrid.
El trabajo da una
explicación: “Estos pronósticos se calculan a partir de encuestas, usando la
metodología de nuestros modelos electorales para Francia, Reino Unido o España.
Los modelos convierten las encuestas en predicciones probabilísticas después de
estudiar la precisión histórica de miles de sondeos. En el caso de México, el
modelo asume un error medio de 3.5 puntos por candidato, que es mayor ahora
porque faltan semanas hasta el 1 de julio. El margen de error todavía ronda los
15 puntos para un candidato con el 40 por ciento de votos. López Obrador es
favorito, pero no tiene garantizada su victoria”.
Sin embargo, en el párrafo
siguiente se hace una observación: “López Obrador cuenta con otros datos a su
favor. El primero es la tendencia positiva en los sondeos. El candidato de
Morena ha subido siete puntos en las encuestas desde marzo. Eso ha hecho que
sus opciones de victoria aumentasen también desde el 79 por ciento —nuestra
primera predicción del día 31 de marzo— hasta el 92 por ciento actual”.
Tomada de El País.
Y luego añade: “Mientras, sus
rivales no terminan de cerrar la distancia y la segunda plaza sigue en disputa.
El mejor momento para Meade fue poco después de ser designado por el
presidente, Enrique Peña Nieto, como el candidato del PRI. No obstante, la mala
imagen del partido y el gobierno actual, ha pesado mucho en toda la campaña. El
último debate, en el que el aspirante priista se mostró más sólido que sus
rivales, no ha traído una mejora muy grande en los sondeos. Por su parte,
Ricardo Anaya, que inició el año al alza, se ha estancado en los últimos meses.
Si el primer debate le sirvió para marcar distancias con Meade, el segundo,
celebrado hace dos semanas en Tijuana, no fue fructífero para Anaya”.
De hecho, apuntala que, el
último mes ha sido particularmente bueno para el candidato de Morena, que
podría estar subiendo otro escalón. Las cuatro encuestas más recientes en
nuestro promedio —de Parametria, Reforma, Ipsos y Demotecnia— lo colocaron por
encima del 50% de votos. “En mayo las encuestas de Reforma y Parametria le dan
subidas de 4 y 9 puntos. Ricardo Anaya y José Antonio Meade, mientras tanto,
aparecen planos o pierden apoyos”.
Pero el trabajo, hace otras
precisiones: “Uno de los factores a los que recurren tanto Anaya como Meade
para decir que la batalla electoral no está resuelta es el número de indecisos.
Tampoco los datos en este caso son malos para López Obrador, porque no hay
tanto como podría parecer. En la última encuesta de Enkoll, que publicó La
Silla Rota, un 33 por ciento de los mexicanos dice que aún no sabe por quién
votará. Pero la mayoría en ese grupo declarará preferencia por algún candidato.
Los indecisos absolutos (que no saben por quién votarán ni declaran
preferencias) seguramente no superan el 14 por ciento del censo. Esas personas,
además, tienen propensión a no votar. Hay que recordar que la cifra de
encuestados que reconocen que es probable que no voten apenas llega al 20 por
ciento, aunque la abstención real suele superar el 35 por ciento”.
(DOSSIER POLITICO/ TOMADO DE: REDACCIÓN / EL SUR/
2018-06-06)
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