A menos de un mes de las elecciones,
líderes de empresas han cerrado filas para pedir a sus trabajadores que hagan
un voto razonado y no elegir una opción que pueda dañar al país. Aunque la
medida ha sido respaldada por la iniciativa privada, este activismo puede tener
un efecto contraproducente en su imagen
“Su
imagen se puede afectar si grupos de choque hacen un llamado a boicotearlas”
- Enrique Ortega
Consultor en imagen pública
Los empresarios están
preocupados. Esto ha llevado a los hombres de negocios a crear una campaña
basada en cartas y videos en los que hacen un llamado a no votar por un modelo
populista el próximo 1 de julio.
Sin embargo, este activismo
electoral puede convertirse en un arma de doble filo para las empresas que han
difundido entre sus empleados los posicionamientos, ya que la línea que separa
a la política con los negocios nunca debe ser cruzada.
“Esto puede tener un efecto
contradictorio. Desde el punto de vista empresarial no es una buena
estrategia”, dice Enrique Ortega, consultor en imagen pública.
El especialista explica que,
de manera interna, este activismo puede generar irritación entre los empleados
que están seguros de su voto al percibir que quieren ser influenciados
Frente a la ciudadanía, el
resultado puede ser diferente, aunque depende de la penetración que tienen en
el imaginario de los mexicanos.
Empresas como Grupo México,
Finsa y Grupo Chihuahua, que han criticado al populismo, son un tanto lejanas
para los consumidores, por lo tanto, el impacto en su reputación sería menor.
No obstante, Ortega considera
que otras empresas que también se han sumado a la ola antipopulista, como
Femsa, Herdez y Vasconia están más expuestas por su cercanía con el mercado.
Femsa es el embotellador más
grande de la marca Coca-Cola a nivel mundial; Herdez comercializa productos muy
comunes en las mesas de los mexicanos, como atunes, chiles y sopas, y Vasconia
tiene presencia en las cocinas, con sus ollas y sartenes.
“La imagen de estas empresas
se puede ver afectada sólo si grupos de choque hacen un llamado a boicotearlas
y si las personas lo toman como una bandera de protesta, pero no les afectará
ni en ventas ni en posicionamiento”, precisa el también CEO del buró de
comunicación estratégica Lata de Ideas.
REDES SOCIALES, UN TERRENO MINADO
El impacto por las
manifestaciones políticas de las empresas es mínimo, aunque sí aparece en la
lista de afectaciones. Del total de daños por los que pasaron las compañías a
nivel global el año pasado, un 5.7 por ciento se relacionó con activismo, de
acuerdo con un informe del Instituto de Manejo de Crisis (ICM, por sus siglas
en inglés).
Las razones más comunes en el
mundo para que se desate una crisis empresarial son el mal manejo de las
operaciones, con 27 por ciento, seguida de la discriminación y los delitos de
cuello blanco, con 18 y 11 por ciento, respectivamente.
Cabe señalar que el tema de
activismo también ha registrado un descenso, al pasar de 6.8 por ciento en 2016,
a 5.7 por ciento al cierre del año pasado. Esto quiere decir que cada vez menos
empresas hacen activismo, principalmente en temas políticos por el daño que
puede ocasionar a su reputación.
En la actual campaña
electoral las redes sociales han jugado un papel crucial. Estas plataformas son
ventanas de exposición y en los últimos días han puesto en evidencia a los
empresarios.
“Las redes sociales siguen
fomentando la indignación del consumidor con el más mínimo desaire, lo que
podría llevar a las firmas tanto grandes como pequeñas a una coyuntura
negativa”, se lee en el reporte anual 2017 del Instituto de Manejo de Crisis.
Los internautas han externado
su sentir ante las declaraciones de los empresarios. En el caso del video en el
que aparece José Ramón Elizondo, presidente de Grupo Vasconia, se pueden leer
poco más de 500 comentarios entre los que se ataca a la compañía de forma
directa y se hace un llamado para no comprar sus productos. En más de una
semana, el video ya supera las 36 mil vistas.
Por su parte, los comentarios
dirigidos hacia Germán Larrea, cabeza de Grupo México, reclaman el
esclarecimiento sobre el pago de impuestos, además del derrame ecológico en el
Río Sonora.
Mientras que en el video
difundido por Femsa en el que aparece su presidente, José Antonio Fernández
Carbajal, criticando el populismo y sus efectos negativos para la economía, los
usuarios de Twitter expresaron su descontento ante estas opiniones.
EL NEGOCIO PRIMERO
Algunas de las razones por
las que la iniciativa privada rechaza un modelo económico populista es porque
afectaría el desarrollo y bienestar del país, la economía familiar y a las empresas
mexicanas.
Abraham Vergara, coordinador
de la licenciatura de Finanzas y Contaduría de la Universidad Iberoamericana,
detalla que la postura de los hombres de negocios se relaciona con el temor de
que se desincentiven las inversiones, se afecten los empleos y se dañe a la
economía nacional.
Sin embargo, el coordinador
de la Ibero expone que este fenómeno ha ocurrido cada vez que se acercan
elecciones presidenciales, aunque, destaca, es la primera vez que se vive una
campaña de esta magnitud en el país.
“Hay que recordar que esto
sucede cada seis años con el cambio de gobierno. Con la llegada de una nueva
administración se reduce el crecimiento económico y la inversión”, añade.
Aunque los empresarios se han
valido de la libertad de expresión para difundir sus posturas, para el
Instituto Nacional Electoral (INE) la jugada del empresariado comienza a
acercarse a los límites permitidos.
El presidente del Instituto, Lorenzo
Córdova, hizo un llamado a la iniciativa privada y a todos los sectores a no presionar
ni condicionar el voto de los mexicanos
La Presidencia de la
República también se sumó a esta petición. El vocero del gobierno, Eduardo
Sánchez, aseguró que nadie, bajo ninguna circunstancia, debe impedir que los
ciudadanos elijan libremente a quién quieren que los gobierne a partir del 1 de
diciembre de 2018.
En este sentido, Arturo
Chávez, especialista en derecho de la Universidad La Salle, coincide en que la
cúpula empresarial se puede expresar libremente, pero no interferir en una
decisión que le corresponde a cada mexicano. En este sentido, Arturo Chávez,
especialista en derecho de la Universidad La Salle, coincide en que la cúpula
empresarial se puede expresar libremente, pero no interferir en una decisión
que le corresponde a cada mexicano.
“Tenemos que ser todos muy respetuosos,
el voto es libre, es secreto”
- Eduardo Sánchez
Vocero del gobierno de la República
(REPORTE INDIGO/ NAYELI MEZA OROZCO JUN 4, 2018)
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