Las orquestas infantiles
Esperanza Azteca no han sido resultado de un esfuerzo filantrópico de Ricardo Salinas
Pliego, sino que han sido financiadas con recursos públicos, siendo el Estado
el que aporta la mayor parte de los recursos de este programa privado, de
acuerdo con la investigación periodística presentada por Quinto Elemento Lab.
Denominada “La falsa filantropía
de Salinas Pliego”, la investigación que incluye una serie de reportajes,
señala que dichas agrupaciones han recibido casi 1 mil 700 millones en recursos
públicos.
“Quizá el máximo orgullo del
empresario Ricardo Salinas Pliego, el programa de las Orquestas Infantiles y
Juveniles de TV Azteca es presentado como un ‘modelo’ de intervención
filantrópica-empresarial”, menciona.
“No es así. Es, en realidad,
un programa privado que año con año se alimenta de cientos de millones de pesos
de recursos públicos que provienen del Congreso, de secretarías de Estado, de
empresas públicas, de más de 20 gobiernos estatales y de un puñado de
municipios”.
La investigación, añade
Quinto Elemento llevó ocho meses, con decenas de peticiones de acceso a la
información al gobierno federal, a la Secretaría de Cultura, a los 32 gobiernos
estatales y a decenas de municipios, así como una revisión de los reportes
entregados por la Fundación Azteca a las autoridades hacendarias, “muestra que
el programa insignia de TV Azteca no existiría sin dinero público”.
“Las donaciones y
aportaciones hechas durante una década por los gobiernos y el Congreso a la
Fundación TV Azteca suman al menos mil 700 millones de pesos y han corrido a la
par de un drástico recorte al presupuesto público destinado a la cultura”,
indica.
“El florecimiento de las
Orquestas y Coros Infantiles Esperanza Azteca –existen 86 en el país,
integradas cada una por 200 niños y adolescentes– ha ido de la mano de la
cancelación de festivales de teatro, música, danza y cine, la desaparición de
orquestas sinfónicas, la difícil sobrevivencia de la mejor escuela de cine de
México, la reducción a la mitad del presupuesto de la red de librerías públicas
en todo el país, entre otros fenómenos. No sólo eso, sino que la Secretaría de
Hacienda ha aprobado la entrega a las Orquestas Azteca de decenas de millones
de pesos más de las cantidades que los diputados asignan”.
En contraparte señala, a las
Orquestas Esperanza Azteca llegan muy escasos pesos de la bolsa de Salinas
Pliego, considerado el quinto hombre de negocios más acaudalado de México. Ese
programa filantrópico privado vive, en realidad, de los recursos de los
mexicanos.
Y eso, sostienen quienes
critican el modelo, es la anti filantropía. “Una filantropía a la inversa: el
gobierno subsidia al empresario. Es un fraude al Estado”.
“Aunque el empresario Ricardo
Salinas Pliego las presume con orgullo en México y el extranjero, las
Orquestas Infantiles de TV Azteca no son
una muestra ejemplar de filantropía corporativa. Constituyen un modelo en el
que el Estado aporta la inmensa mayoría de recursos para un programa privado”,
añade.
“Desde 2009 y hasta el primer
trimestre de 2018, se han canalizado al menos mil 689.5 millones de pesos de
recursos públicos a ese proyecto de Grupo Salinas. Al mismo tiempo, los
programas oficiales de cultura y las compañías independientes de cultura han
pasado malas y oscuras horas porque invariablemente reciben una respuesta: no
hay recursos, no hay dinero”.
A continuación se reproduce
la primera parte de la investigación titulada “Las orquestas de TV Azteca han
recibido casi 1 mil 700 mdp en recursos públicos”.
Ricardo Salinas Pliego y Esteban
Moctezuma, presidente de Grupo Salinas y presidente de la Fundación TV Azteca,
respectivamente, durante una de las presentaciones de las orquestas infantiles.
Foto: Fundación TV Azteca.
El otoño ha llegado este 2010
a la Cámara de Diputados y en uno de los pasillos que conducen al salón del
pleno, Ninfa Salinas Sada se topa con Armando Báez Pinal, legislador del PRI y
uno de los integrantes de la Comisión de Cultura. No desaprovecha la ocasión,
lo toma del brazo derecho y lo mira de frente.
–Oye, te encargo mucho
nuestro proyecto. Tú sabes lo hermosa que es la música.
–Seguro, seguro. Ya lo
estamos revisando –responde Báez Pinal, músico y virtuoso ejecutante de
guitarra. Sonríe y asiente con la cabeza.
Pero la joven diputada, hija
del multimillonario empresario Ricardo Salinas Pliego, propietario de TV Azteca
y Grupo Elektra, entre otros consorcios, insiste. Quiere cerciorarse de que su
proyecto esté en la mente de los integrantes de la Comisión de Cultura, a la
que llegan propuestas de cientos de grupos artísticos independientes en busca
de apoyo financiero.
Ninfa le habla con
familiaridad a Báez Pinal, líder del Sindicato Único de Trabajadores de la
Música y del Espectáculo, gremio que mantiene un buen contrato laboral con TV
Azteca porque, a diferencia de Televisa, la primera aún utiliza orquestas en
vivo para ciertos programas de televisión.
–Te lo encargo. ¡Que se
atienda! –reitera Ninfa, según recuerda hoy el músico.
Ninfa se despide y sigue su
camino. Antes de ingresar al salón del pleno, ubica en el vestíbulo a la
diputada panista Kenya López Rabadán, quien preside la Comisión de Cultura.
Se acerca y la saluda con
efusividad. La detiene por un momento y le recuerda.
–No lo olvides, Kenya.
Nuestro proyecto es transversal porque beneficia a muchos estados y no sólo a
uno. Ahí te lo encargo.
Ninfa le planta un beso en la
mejilla izquierda a manera de despedida y se aleja. Continúa cabildeando con
intensidad. Muchas decenas de millones están en juego.
Es la segunda quincena de
noviembre y los diputados están listos para discutir y aprobar el Presupuesto
de Egresos de la Federación 2011.
Un documento titulado
Programa de Apoyo a Orquestas Infantiles Esperanza Azteca ha llegado desde hace
más de un par de meses a los escritorios de cada uno de los integrantes de la
Comisión de Cultura.
No es cualquier papel. Lo que
dice en resumidas cuentas es lo siguiente: la Asociación Azteca Amigos de la
Cultura y las Artes AC –creada por TV Azteca– solicita que se le asignen
recursos por 100 millones de pesos en 2011 para crear 50 orquestas en 29
estados y en el Distrito Federal.
Por eso Ninfa Salinas,
legisladora por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y un elemento
clave de la telebancada, como se llama comúnmente a los legisladores que
responden a los intereses de las televisoras y radiodifusoras privadas, exhibe
una envidiable energía a la hora de presionar. Tiene poco tiempo para conseguir
que en el Presupuesto de Egresos se etiqueten esos 100 millones de pesos para
sus orquestas.
La joven diputada de sólo 29
años, cabello lacio y castaño claro que acentúa los rasgos de su tez blanca y
grandes ojos azules, lo logrará: el 15 de diciembre de 2010 los diputados votan
y aprueban en bloque lo que muchos de ellos ni han leído.
Ninfa Salinas Sada y las
orquestas infantiles de TV Azteca se anotan en su haber los primeros 100
millones de pesos de recursos públicos. En el futuro habría muchos más. Tantos
como casi mil 700 millones de pesos.
De eso trata esta historia.
CABILDEO. Ninfa Salinas, hija de Ricardo
Salinas Pliego, entró a la política gracias al Partido Verde. Como diputada
logró que la Cámara de Diputados donara a las Orquestas de TV Azteca al menos
100 millones de pesos anuales desde 2011. Foto: Leonardo Garza • Proceso.
La imponente maquinaria
política-empresarial de Ricardo Salinas
Pliego se ha echado a andar. Esos 100 millones de pesos que los diputados han
decidido entregarle se multiplicarán aceleradamente. Es dinero público fresco.
Y con él se pueden hacer maravillas.
Al fin y al cabo, Salinas
Pliego ya había convencido previamente a un par de gobernadores de las bondades
de su proyecto musical. El primero que se dejó seducir fue el poblano Mario
Marín Torres, quien en 2009 decidió sacar 2.5 millones de pesos de la tesorería
del estado y entregárselos a la fundación de TV Azteca para crear la primera
orquesta infantil y juvenil bajo la marca de la televisora.
Para entonces Mario Marín, un
prominente priista, ya se había visto involucrado directamente en la detención
ilegal, secuestro y tortura de la periodista Lydia Cacho, a quien pretendía
“escarmentar” por sus denuncias de pederastia en contra de los empresarios Jean
Succar Kuri y Kamel Nacif, con quienes Marín pretendía congraciarse y quienes
lo llamaban lujuriosamente “mi góber precioso”.
El segundo gobernador que
corrió a abrazar con dinero público el proyecto de TV Azteca fue el de Nayarit:
Ney González Sánchez, quien firmó en diciembre de 2009 un convenio de
colaboración con la Fundación Azteca. El gobierno nayarita le entregó 5
millones de pesos iniciales a cambio de que se creara la Orquesta Sinfónica
Esperanza Azteca Nayarit.
El tercero en la fila fue el
entonces gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, hombre de piel morena y
profundas orejas, priista famoso porque jura que durante su sexenio se sacó dos
veces el premio mayor de la Lotería Nacional.
Él se contuvo unos días más.
Pero el 26 de enero de 2010 firmó un acuerdo con la Fundación Azteca para que
de la tesorería pública veracruzana se entregaran 6 millones de pesos al brazo
filantrópico del consorcio de Salinas Pliego.
Ya se sumarían muchos más.
Unas cuantas palabras bastaban para que lo hicieran.
Lo explicó el propio Ricardo
Salinas Pliego unos meses más tarde, en noviembre del año 2011, en un encuentro
que tuvo en Nueva York con los integrantes del Council on Foreign Relations:
“Estoy presionando a todos
mis amigos en el gobierno. Les digo: ‘¿Oigan, están gastando muchísimo en
educación, pero con pobres resultados. ¿Por qué no gastan algo de ese dinero en
las orquestas, que realmente están formando a seres humanos?’. Y eso está
teniendo eco. Estoy muy contento por ello”.
Tenía razón en estarlo. Los
recursos públicos empezaron a fluir en oleadas.
La historia empresarial de Ricardo Salinas Pliego, cuya fortuna
actual es estimada por la revista Forbes en 7 mil 100 millones de dólares, es
peculiar. Repele públicamente las acciones de los gobiernos, pero utiliza todos
los medios a su alcance, entre ellos la capacidad de influencia de TV Azteca,
para obtener contratos, concesiones y recursos públicos.
Audaz y desafiante, su forma
de hacer negocios siempre ha causado polémica. Oriundo de Nuevo León, Salinas
Pliego calificaba en 1987 como un empresario medianamente destacado en el sector
de las ventas de muebles y electrodomésticos. A sus 40 años, era director
general de Tiendas Elektra, empresa fundada por su abuelo a principios del
siglo XX.
Su perfil público se
catapultó cuando el gobierno de Carlos Salinas de Gortari profundizó la
privatización de empresas públicas. Llegó 1993 y el Estado se deshizo del
paquete de medios públicos formado por Imevisión (con dos redes nacionales de
televisión), Estudios América y Compañía Operadora de Teatros, propietaria de
150 cines.
GRANDES COSAS. Salinas Pliego firma con
el ex gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, el convenio para crear más
Orquestas Azteca en ese estado, que ha aportado más de 13 millones de pesos
para ello. Moreira está haciendo “grandes cosas”, dijo el empresario. Foto:
gobierno de Coahuila.
Salinas Pliego hizo una
oferta por 643 millones de dólares y saltó sorpresivamente a las filas de los
grandes hombres de negocios. Públicamente, no se sabía de dónde había obtenido
los millones de dólares.
Y aunque en junio de 1996
comenzaron a salir a la superficie los vínculos del empresario regiomontano con
Raúl Salinas de Gortari, aquél los negó categóricamente en principio.
“Definitivamente, no tengo
ninguna relación de negocios con el ingeniero Raúl… Creo que es un chisme muy
sabroso para todos el andar comentando ‘¡oye, ya sabes que Ricardo Salinas es
socio de Raúl Salinas!’. Pues que buen chisme ¿no? Porque, bueno, eso no es
cierto”, dijo el 28 de junio de 1996 al diario Reforma.
Pero dos semanas después ya
no pudo ocultar los nexos. Las investigaciones de las autoridades suizas sobre
el origen de los recursos que el hermano del ex presidente ocultaba en
instituciones de ese país, no le dejaron margen de maniobra.
Salinas Pliego lo tuvo que
reconocer en una conferencia de prensa: “Sí utilicé 29 millones de dólares de
Raúl Salinas para el pago del paquete de medios. Pero me los prestó… En 1993
todos admirábamos al presidente Carlos Salinas de Gortari y era una distinción
social ser amigo de su hermano…”.
Y dijo más ese 4 de julio de
1996: “En el sexenio pasado, un empresario mexicano no estaba a merced de
cualquier indicación del ingeniero Raúl Salinas. Pero sí se aparecía y decía:
‘Tengo este dinero y quiero que me lo inviertas’, pues muy poca gente le iba a
decir que no”.
Raúl Salinas de Gortari fue
arrestado en 1995 por ser el presunto autor intelectual del asesinato del
político José Francisco Ruiz Massieu y por imputaciones de enriquecimiento
ilícito.
Muchos años después, según
publicó el diario La Jornada en 2003, Raúl Salinas demandó a Salinas Pliego
para que le pagara el “préstamo” de 29 millones de dólares que le había
depositado en Silverstar Incorp, una empresa de Salinas Pliego con sede en
Panamá y cuentas en Suiza.
A la fecha no se sabe
públicamente si la deuda de Salinas Pliego con Raúl Salinas ha sido saldada.
Éste salió de prisión y Ricardo es el quinto hombre más acaudalado de México.
Lo que sí sabe es que,
apoyado en la plataforma de TV Azteca, Salinas Pliego ha construido un amplio
frente empresarial, en el que las insignias del negocio son las tiendas
Elektra.
Cuando se hizo cargo de la
red de tiendas, ésta sólo contaba con 59 puntos de venta. Hoy suman más 7 mil
unidades, con presencia en México, Estados Unidos, Guatemala, Perú, El
Salvador, Honduras y Panamá.
A su gusto por las
telecomunicaciones, sumó en los últimos años la incursión en el sector
petrolero. De hecho, se convirtió en un vigoroso impulsor de la reforma
energética.
“Vamos por muy buen camino.
Me siento muy contento de lo que hemos visto hasta ahora y optimista hacia el
futuro; vamos a seguir invirtiendo en estos sectores que habían estado
dominados, en el caso de la energía, por un monopolio del gobierno, del
Estado”, dijo Salinas Pliego en febrero de 2014 durante la inauguración del
parque eólico de su propiedad que instaló en Jalisco.
Pronto cristalizó su apuesta:
ese mismo año formó su primera empresa del ramo, Typhoon, que pocos meses
después firmó un contrato de 100 millones de dólares para arrendar una
plataforma a Petróleos Mexicanos.
Y como siempre, Salinas
Pliego sacudió a sus colegas con sus movimientos. Luis Carriles, columnista del
diario El Economista, dio cuenta de ello tan pronto se conoció su apetito
energético: “Lo que ha quedado claro en la industria es el carácter del
empresario: le gustan las ganancias fuertes y los riesgos que implica estar en
ese tipo de ligas”.
El músico Armando Báez Pinal,
diputado del PRI en la LXI Legislatura (2009-2012), recuerda con claridad lo
que ocurrió hace unos ocho años y comenta que la asociación de TV Azteca ha
obtenido recursos públicos en todo el país para formar sus orquestas.
–No sólo pide apoyo en la
Cámara de Diputados, también a los gobernadores. Formar una orquesta es un
proceso complejo. En ese tenor fue como la Comisión de Cultura acordó asignar
el dinero solicitado.
La oficina de Báez Pinal luce
impecable. Coloca su esbelta silueta de 1.70 metros en un sillón giratorio de
piel negra frente a su escritorio de caoba. A su espalda, las fotos colgadas en
el muro revelan su afiliación: el extinto Fidel Velázquez y Carlos Aceves del
Olmo, actual secretario general de la CTM.
En una de las esquinas de la
oficina, dos guitarras eléctricas descansan sobre pedestales. Una es más
hermosa porque sobre su frente se expanden motivos de la cultura wirárika en
chaquira de colores rojo, azul, verde, negro y amarillo. Las gruesas paredes
blancas de la oficina del músico anulan el ensordecedor ruido que afuera agobia
a los habitantes del barrio Santa Bárbara, en Iztapalapa, al oriente de la
Ciudad de México.
El ex diputado, que ahora preside la
sociedad de gestión colectiva Músicos Ejecutantes, justifica la decisión de
entregar recursos a las Orquestas Azteca:
–Las orquestas requieren
mantenimiento todos los años. Claro que eso levantó polémica porque [al
siguiente año] se le volvió a otorgar a la Fundación Azteca otros 130 millones
de pesos.
Báez Pinal entrelaza sus
largos dedos, escucha atento y se muestra un poco incómodo. A él, como
secretario de la Comisión de Cultura, le tocó aprobar el donativo.
–Para mí es loable que TV
Azteca haya hecho las orquestas, aunque reconozco que la Secretaría de Cultura
federal debe recibir mayor presupuesto para impulsar orquestas de jóvenes en
todas las comunidades. Que sea esa instancia gubernamental, y no una
televisora, la que diseñe la política.
Como pequeños que siguen al
flautista de Hamelin, los gobernadores hacían metafóricamente una fila para
entregar los recursos públicos a la empresa de Salinas Pliego.
Siguiendo el ejemplo de sus
compañeros de Nayarit, Puebla y Veracruz, los gobernadores priistas Andrés
Granier, Francisco Olvera, Javier Duarte, Enrique Peña Nieto, César Duarte,
Ivonne Ortega, Humberto Moreira y Rodrigo Medina, entre otros, ordenaron
transferir dinero público a la cuenta de las Orquestas Esperanza Azteca,
mediante la firma de convenios de colaboración.
Pero la diversidad ideológica
no interfería a la hora de entregar dinero público. A los anteriores se fueron
sumando progresivamente gobernadores de otros partidos: Juan Sabines, Leonel
Godoy, Mario López Valdez, Juan Manuel Oliva, Rafael Moreno Valle, Gabino Cué y
hasta Miguel Ángel Mancera.
No escatimaron a la hora de
entregar recursos públicos: si uno aportaba un millón de pesos, como el
gobierno de Sonora, otro sacaba la casta y entregaba 6 millones de pesos, como
Juan Sabines. Si el guanajuatense Juan Manuel Oliva aportaba 6 millones de pesos,
el tabasqueño Arturo Núñez no se achicaba y ponía casi 13 millones de la
tesorería del gobierno.
La influencia de Salinas
Pliego y su capacidad de presión demostraron ser efectivos. La Secretaría de
Educación Pública, Conaculta, 29 gobiernos estatales, varios municipios,
universidades públicas y hasta la Comisión Federal de Electricidad sucumbieron
y entregaron dinero y donaciones en especie a TV Azteca, según muestran
diversos documentos oficiales.
Pero de todos los donantes
con dinero público, las palmas se las llevan los diputados federales, quienes
desde 2011 y durante 10 años consecutivos, incluso en los mayores momentos de
crisis económica y a costa de los programas oficiales del sector cultura, han
apoyado firmemente el proyecto “filantrópico” de Salinas Pliego, nunca con
menos de 70 millones de pesos al año.
Con este furor por entregar
recursos públicos a la asociación civil de la televisora pronto se formó una
bolsa cuantiosa. Estas son las donaciones que el Congreso, los gobiernos
estatales y dependencias federales han hecho con dinero de los contribuyentes a
las orquestas de TV Azteca:
La cantidad podría ser mucho
mayor. Los gobiernos de ocho estados se negaron a proporcionar a Quinto
Elemento Lab la información de sus donativos y 23 más entregaron muy
incompletos los convenios que firmaron con la televisora.
Ricardo Salinas Pliego
declinó al menos en tres ocasiones conceder una entrevista para esta
investigación o responder un cuestionario con preguntas sobre las actividades
de Fundación TV Azteca y el financiamiento de sus orquestas infantiles y
juveniles. “Agradecemos mucho su interés, pero me informan que no podrá atender
la entrevista”, respondió la asistente del empresario en un correo electrónico
del 2 de abril de este año.
Salinas Pliego jaló todos los
hilos disponibles para conseguir tantos recursos como le fuera posible. Y le
resultó porque no sólo captó donaciones en efectivo sino en especie. Había
necesidad de ello.
El proyecto de las Orquestas
Azteca requería una sede nacional de relevancia, así tuvo que recurrir de nueva
cuenta a instancias públicas. Su magnífica relación con el entonces gobernador
poblano Rafael Moreno Valle fue la clave.
En Puebla, precisamente,
había un lugar idóneo para la sede nacional: las viejas instalaciones de La
Constancia Mexicana, la primera fábrica textil de México y Latinoamérica,
construida en 1835, catalogada por el INAH como Monumento Histórico de la
Nación.
Sólo que había un detalle: la
remodelación y adecuación del predio de 52 mil metros cuadrados demandaba mucho
dinero.
La solución llegó: el
gobierno de Puebla y el Ejecutivo federal aportaron 266 millones de los 295
millones que costó la remodelación del inmueble. La Fundación TV Azteca
contribuyó con 10 por ciento del total, como detalló el secretario de Finanzas
y Administración del gobierno de Puebla en su comparecencia del 24 de febrero
de 2014 ante el Congreso local.
La magnificencia y la
relevancia histórica de la construcción del siglo XIX no habían pasado
inadvertidas. El ex gobernador Mario Marín había anunciado ya que él se
encargaría de rescatar la fábrica y que buscaría que se nombrara a La
Constancia como monumento nacional. Todo quedó sólo en palabras.
LA CONSTANCIA. El ex gobernador Rafael
Moreno Valle y Ricardo Salinas Pliego, acompañados de sus esposas, inauguran la
sede nacional de las Orquestas TV Azteca. El gobierno de Puebla y el Ejecutivo
federal aportaron 265 millones de los 295 millones de pesos para la
remodelación del inmueble. Foto: Agencia Enfoque.
Hasta que Moreno Valle la
entregó en febrero de 2012 a las Orquestas Azteca para que la usaran como su
sede nacional, donde más tarde se dio cabida también a la Casa de la Música de
Viena en Puebla, una iniciativa de TV Azteca y Andrés Roemer, creador de varios
programas de la televisora y socio de Salinas Pliego en ésta y otras
iniciativas como el Festival Internacional la Ciudad de las Ideas.
Inaugurada en 2014, la
construcción de la Casa de la Música de Viena también contó con muchos recursos
públicos: el gobierno poblano aportó 53 millones de pesos, el Conaculta 50
millones más y la Secretaría de Turismo federal 37 millones de pesos. En total:
140 millones de pesos.
Además, el gobierno de Puebla
firmó un contrato por tiempo indefinido para pagar 100 mil euros anuales al
titular de la franquicia de la Casa de la Música de Viena, confirmó la
directora de la propia institución. A la fecha se ha pagado un poco más de 10
millones de pesos por ese concepto.
Mientras, decenas y decenas
de compañías artísticas independientes, orquestas sinfónicas, el Centro de
Capacitación Cinematográfica, los programas de culturas comunitarias, la red de
librerías Educal, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, festivales de
teatro, cine o danza, por ejemplo, pedían unos cuantos pesos más de
presupuesto.
Cada caso variaba. Algunos
hacían público su desconcierto, como los cineastas y profesores del Centro de
Capacitación Cinematográfica (CCC), una de las 15 escuelas de cine más
reconocidas del mundo: al recortar “dinero a la cultura y la educación también
[se] apagan los sueños de muchos jóvenes mexicanos. Por eso –decían– expresamos
a las autoridades nuestro desacuerdo y nuestro enojo. Entiéndanlo: la cultura
no es un lujo ni un privilegio”.
La respuesta del Conaculta
(hoy Secretaría de Cultura) y de la Cámara de Diputados era la misma: no hay
recursos.
Una exhaustiva
investigación de Quinto Elemento Lab
desarrollada durante ocho meses, con cientos de peticiones de acceso a la
información al gobierno federal, a la Secretaría de Cultura, a los 32 gobiernos
estatales y a decenas de municipios, así como una revisión de los reportes
entregados por la Fundación Azteca al SAT, muestra que el programa de orquestas
infantiles y juveniles que se presenta como un “modelo” de intervención
filantrópica-empresarial no existiría sin recursos públicos.
Las aportaciones hechas
durante una década por los gobiernos y el Congreso a la Fundación Azteca han
corrido a la par de un drástico recorte al presupuesto público destinado a la
cultura.
La síntesis de esta política
pública se refleja en el siguiente dato: los recursos asignados al Conaculta
han tenido un recorte de 60 por ciento entre 2012 y 2018.
El florecimiento de las
Orquestas y Coros Infantiles Esperanza Azteca –a la fecha existen 86 en el
país, integradas cada una por 200 niños y adolescentes– ha ido de la mano de la
cancelación de festivales de teatro, música, danza y cine, la desaparición de
orquestas sinfónicas, la difícil sobrevivencia de programas para atender las
culturas comunitarias, entre otros fenómenos.
Este hecho no ha cambiado ni
en situaciones extremas. Luego del terremoto del 19 de septiembre de 2017, los
diputados cancelaron la convocatoria para que estados, municipios y
asociaciones civiles inscribieran sus proyectos artístico-culturales con el fin
de obtener recursos de una bolsa de mil 500 millones de pesos.
Argumentaron que darían
prioridad a las labores de reconstrucción por los sismos y sólo asignaron 350
millones de pesos para 14 proyectos culturales, a los cuales seleccionaron
basados en el criterio de que fueran “de alto impacto” y tuvieran “un historial
intachable de rendición de cuentas”, según dijo el diputado panista Santiago
Taboada, presidente de la Comisión de Cultura, al diario Reforma el 13 de noviembre
de 2017.
De esos 350 millones, unos 70
millones (23 por ciento del total) fueron asignados a las Orquestas Azteca, tal
como muestra el Presupuesto de Egresos 2018.
“Se ha violentado la Ley de
Presupuesto que establece la convocatoria pública obligatoria para acceder a
recursos etiquetados. Los proyectos fueron seleccionados a discreción. La
asignación se hizo con base en acuerdos cupulares”, cuestiona Jorge Álvarez
Máynez, diputado federal de Movimiento Ciudadano e integrante de la Comisión de
Cultura.
No sólo eso, sino que el
Conaculta (ahora Secretaría de Cultura)
y la Secretaría de Hacienda han entregado a las Orquestas Azteca muchos
millones más de los que los diputados aprueban.
En 2016, por ejemplo, casi le
duplicaron la asignación: le entregaron 105 millones de pesos adicionales. Y lo
mismo ocurrió en 2017: la Secretaría de Cultura canalizó 44 millones de pesos
más de lo que el Congreso aprobó.
No es ninguna especulación.
Está reportado en las cuentas públicas de esos años.
Eso tiene una explicación: el
gobierno pasó por encima de los diputados gracias a la reconducción
presupuestal prevista en un artículo “inconstitucional” incluido en la Ley
Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
Y eso es lo que molesta al
diputado Álvarez Máynez: “El gobierno federal, el Ejecutivo, puede modificar el
presupuesto aprobado por el Legislativo. Eso es lo que ocurrió por lo menos en
2016: nosotros [los diputados] de por sí asignamos una cantidad ya alta al
programa de orquestas infantiles y el gobierno federal decidió incluso aumentar
discrecionalmente esa cantidad”.
Sí, los aumentos
discrecionales fueron de 83 y 47 por ciento, en 2016 y 2017, respectivamente. Y
nadie supo de ellos.
Sólo las secretarías de
Hacienda y Cultura, así como la Fundación TV Azteca.
Ninfa Salinas Sada llama la
atención por su juventud. Su estilizada figura y su elegante vestuario hacen
resaltar su personalidad. Egresada de la Universidad Anáhuac, donde estudió la
licenciatura en Mercadotecnia, se convirtió en el artífice de la campaña más
importante de las tiendas Elektra, propiedad de su padre: “Abonos más
chiquitos, Pago puntual”, el slogan con el que logran captar a un gran número
de compradores de artículos electrodomésticos a crédito, quienes terminan
pagando el doble de lo que originalmente valen los productos, como han
documentado la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios
Financieros (Condusef) y la Procuraduría de Defensa del Consumidor (Profeco).
Los temas legislativos no son
su fuerte, pero le gusta la política. Apenas un año antes de ingresar a la
Cámara de Diputados, Jorge Emilio El Niño Verde González, presidente del PVEM,
la invitó a unirse a sus filas y luego le ofreció una diputación plurinominal.
Aunque en el periodo
2009-2012 funge como presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara
de Diputados, su influencia deja huella en muchas áreas, como la de cultura.
[La actual senadora rechazó a
través de su oficina de prensa conceder una entrevista para comentar sobre su
papel en la asignación de recursos a las Orquestas Azteca.]
Jaime Oliva Ramírez, diputado
por el PAN e integrante de la Comisión de Cultura precisamente en ese periodo,
la recuerda y tiene muy presente el cabildeo de su colega Salinas Sada, aunque
él lo llama de otro modo.
–Como todos le temen a la
televisora, porque les puede hacer una campaña de desprestigio, la presión es
superior. Pensamos que 100 millones sólo eran para 2011. Sin embargo, al año
siguiente se le volvió a entregar hasta un poco más de la cantidad anterior
–concede en entrevista Oliva Ramírez, cuyo hermano Juan Manuel era gobernador
de Guanajuato en 2011, año en que éste accedió a la petición de la Fundación
Azteca y aportó seis millones de pesos del presupuesto para la creación de las
orquestas de la televisora en esa entidad.
El ex diputado Jaime Oliva no
niega los hechos. Recuerda que se formó la Sinfónica Esperanza Azteca
Guanajuato y luego empezaron a pulular más en otros estados.
–Nunca pensamos que las
orquestas de TV Azteca se seguirían con ese esquema de financiamiento público.
Esto debe ser revisado. Si en 2011 cumplió con el objetivo de crear 50
orquestas, la Cámara de Diputados ya no debe mantener la asignación de esa
partida como si fuera parte del gasto federal. No lo es.
Cuenta el propio Ricardo
Salinas Pliego que un día hojeaba los diarios y encontró una nota titulada
“Cuatro empresarios, dueños del 9 por ciento del PIB”. Se refería a la
información generada a partir del estudio Desigualdad Extrema en México.
Concentración del Poder Económico y Político, elaborado por el economista
Gerardo Esquivel para la organización no gubernamental Oxfam.
Furibundo, el presidente del
Grupo Salinas calificó de “información tendenciosa” porque la nota mencionaba
que un grupo de cuatro empresarios, entre ellos Salinas Pliego, se beneficiaron
de la privatización de bienes públicos y se convirtieron en multimillonarios
que aumentaron su riqueza del 2 al 9 por ciento del PIB entre 2002 y 2014:
“Esta afirmación carece de
lógica por muchas razones, pero principalmente porque los bienes que se
privatizaron en los 90s, no sólo en México, sino en todo el mundo, no fueron
bienes públicos en el sentido económico del término, sino recursos de
naturaleza empresarial que generan mucho más valor en manos de la iniciativa
privada”.
Gracias a estas
privatizaciones, escribió Salinas Pliego en su columna del periódico El
Financiero (4 de febrero de 2016), muchos gobiernos lograron sanear sus
finanzas e impulsar la economía, y México no fue la excepción.
Y se lanzó contra la
organización internacional: “Oxfam se ha involucrado en una cruzada global
contra la riqueza. La desigualdad existe en toda sociedad humana donde el
talento y otras cualidades se distribuyen o se adquieren de maneras
exponencialmente distintas. Simplemente consideremos un músico como Yo-Yo Ma,
un futbolista como Lionel Messi, un cineasta como Spielberg o un escritor como
Mario Vargas Llosa. Todos ellos son extraordinarios en lo que hacen. Nunca
hemos visto a los músicos manifestarse porque Yo-Yo Ma ‘concentra demasiado
talento’. Sería absurdo. Naturalmente, los ingresos de este violonchelista
corresponden a su maestría”.
MALGASTANDO. Salinas Pliego les ha dicho
a gobernadores: “¿Oigan, están gastando muchísimo en educación, pero con pobres
resultados. ¿Por qué no gastan algo de ese dinero en las orquestas, que
realmente están formando a seres humanos?”. Foto: Germán Canseco • Proceso.
En respuesta, Gerardo
Esquivel, doctor en Economía por la Universidad de Harvard, recordó que la
expansión de la fortuna de Salinas Pliego ocurrió a partir de que adquirió el
paquete de medios de comunicación subastados en 1993 por el gobierno y que una
parte la adquirió con un préstamo otorgado en condiciones poco claras por Raúl
Salinas de Gortari:
“Así que Salinas Pliego no es
Messi. A menos, claro, de que Messi se hubiera convertido en el mejor jugador
del mundo gracias a su alianza con el hermano del presidente de Barcelona para
poder brillar en cada partido que juega. No creo que sea el caso”.
No se sabe si en esa ocasión
Ricardo Salinas Pliego usó un vuelo comercial o dispuso de su jet Gulfstream V
matrícula XA-AZT para viajar a la ciudad de Tepic, lo que es un hecho es que el
3 de agosto de 2010 asistió a la firma del convenio para crear la Orquesta
Sinfónica Infantil y Juvenil Esperanza Azteca Nayarit.
El entonces gobernador Ney
González Sánchez –hijo de Emilio M. González, ex líder de la CTM– era el
anfitrión de la ceremonia, durante la cual se deshizo en elogios para Salinas
Pliego, considerado el quinto hombre más rico de México, con una fortuna
estimada por la revista Forbes en 7.1 mil millones de dólares.
Con “gran emoción”, Ney le
dijo muchos piropos y le expresó su agradecimiento por lo que consideraba un
acto desinteresado de Fundación Azteca al crear las orquestas infantiles y
juveniles:
“Le doy las gracias a un gran
mexicano. A Ricardo Salinas le digo que ojalá muchos aprovecharan su energía y
su dinero, como lo hace Fundación Azteca, como lo hace el Grupo Salinas”.
Don Ricardo Salinas, continuó
la adulación de Ney González, “tocó la puerta del corazón de la gente de
Nayarit, y la abrimos, este es el fruto: la Orquesta Sinfónica Infantil
Esperanza Azteca”.
Nada habría de malo con el
agradecimiento del gobernador al poderoso presidente de Grupo Salinas, sólo que
cometió un error:
A las Orquestas Esperanza
Azteca llegan, si acaso llegan, muy escasos pesos de la bolsa de Salinas
Pliego.
Ese programa filantrópico
vive, en realidad, de los recursos de los mexicanos.
(RIODOCE/ REDACCION/ 20 junio, 2018)
No hay comentarios:
Publicar un comentario