El Presidente estadounidense, Donald
Trump, dijo hoy que firmará una medida “en un rato” para afrontar el problema
de la separación de los niños inmigrantes indocumentados de sus padres en la
frontera sur, que ha generado numerosas críticas en el país y en el mundo.
“Queremos mantener juntas a las
familias”, aseguró Trump en un encuentro con miembros del Congreso en la Casa
Blanca.
Garance Burke y Martha Mendoza
Ciudad de México, 20 de junio
(AP/EFE).- Los funcionarios del Gobierno del Presidente Donald Trump han
enviado bebés y otros infantes que fueron separados a la fuerza de sus padres
en la frontera sur de Estados Unidos a por lo menos tres albergues
especializados en el sur de Texas, de acuerdo con información obtenida por The
Associated Press. Y los abogados y médicos que han visitado estas instalaciones
en el valle de Río Grande comentaron que hay salas de juegos con niños pequeños
llorando y en crisis.
Desde que la Casa Blanca
anunció su política de “tolerancia cero” a principios de mayo, más de dos mil
300 menores han sido separados de sus padres en la frontera, lo que provocó un
nuevo flujo de infantes que requieren cuidado gubernamental. El Gobierno de
Estados Unidos ha enfrentado duras críticas luego de que se mostraron imágenes
de algunos menores enjaulados en instalaciones de la Patrulla Fronteriza.
Décadas después de que el
sistema de bienestar infantil del país pusiera fin al uso de los orfelinatos
debido a que podrían crear un trauma duradero en los niños, el gobierno está
creando nuevas instituciones para albergar a los infantes centroamericanos que
el propio gobierno separó de sus padres.
“La idea de que van poner a esos niños
pequeños en un entorno institucional. Es difícil para mí incluso ponerme a
pensar sobre eso”, manifestó Kay Bellor, Vicepresidenta de programas en el
Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados, el cual proporciona custodia
temporal y otros servicios de bienestar infantil a los menores migrantes. “Los
infantes están siendo detenidos”.
Un chico mira por la
ventanilla de un autobús que sale de instalaciones de la policía de aduanas y
protección fronteriza en McAllen, Texas, 19 de junio de 2018. Funcionarios del
gobierno dicen que no tienen un plan para reunir a miles de niños con sus
familias. Foto. Eric Gay, AP
Bellor dijo que los albergues
cumplen con procedimientos estrictos en torno a quién puede tener acceso a los
niños para proteger su seguridad, pero ello significa que la información sobre
su bienestar puede ser limitada.
Por ley, los niños migrantes
que viajen solos deben ser enviados a instalaciones operadas por el
Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (DHHS por sus
siglas en inglés) dentro de los tres días posteriores a su detención. A partir
de ese momento, la agencia es responsable de colocar a los menores en albergues
o en casas hogar hasta que se reúnan con un familiar o con un auspiciante de la
comunidad mientras aguardan las audiencias en un tribunal de inmigración.
Sin embargo, el anuncio del
Secretario de Justicia, Jeff Sessions, del mes pasado sobre que el Gobierno
presentaría cargos criminales a cualquier persona que cruce de manera ilegal la
frontera entre Estados Unidos con México ha provocado la separación de cientos
de familias de migrantes y puso a un nuevo grupo de cientos de infantes bajo el
cuidado del Gobierno.
Naciones Unidas, algunos
legisladores demócratas y republicanos y grupos religiosos han criticado
profundamente la política, calificándola como inhumana.
Pero Steven Wagner,
funcionario del DHHS, afirmó que no es así.
“Contamos con instalaciones
especializadas que se dedican a brindar atención a niños con necesidades
especiales y a los menores de 13 años”, indicó. “No son instalaciones del
Gobierno en sí y cuentan con médicos capacitados. Las instalaciones cumplen con
las normas estatales para las agencias de bienestar infantil y están atendidas
por personas que saben cómo hacer frente a las necesidades, específicamente, de
los niños pequeños”.
Hasta ahora, se desconoce
dónde están dichas instalaciones.
“En general, no identificamos
la ubicación de las instalaciones permanentes del programa de niños migrantes
no acompañados”, señaló el vocero de la agencia Kenneth Wolfe.
Los tres centros _ en Combes,
Raymondville y Brownsville _ han sido rápidamente resignados para atender a las
necesidades de los infantes, algunos de menos de cinco años. Un cuarto,
previsto para Houston, albergaría hasta 240 niños en un almacén que en su día
se empleó para refugiar a desplazados por el huracán Harvey, dijo el Alcalde,
Sylvester Turner.
“Llega un momento en el que
trazamos una línea, y para mi esa línea es con estos niños”, señaló Turner
durante una conferencia de prensa el martes.
A nivel práctico, la política
de tolerancia cero ha sobrepasado a la agencia federal encargada de atender a
los niños que entran de forma ilegal al país, que tienden a ser mucho más
jóvenes que los adolescentes que llegaban antes. De hecho algunos de los detenidos
son infantes a los que se separa de sus madres.
Los médicos y abogados que
han visitado los albergues dijeron que las instalaciones están en buenas
condiciones, limpias y que son seguras, pero indicaron que los niños, quienes
no tienen idea de dónde están sus padres, estaban histéricos, llorando y
actuando para tratar de expresar sus emociones.
“Los albergues no son el
problema, separar a los niños de sus padres es el problema”, dijo la pediatra
Marsha Griffin del sur de Texas, quien ha visitado varios albergues.
Alicia Lieberman, quien
dirige la Red de Tratamiento de Traumas Tempranos en la Universidad de
California, campus San Francisco, dijo que décadas de estudio muestran que las
separaciones tempranas pueden causar daños emocionales permanentes.
“Los niños están programados
para desarrollarse mejor bajo el cuidado de una figura paterna. Cuando se rompe
ese lazo mediante separaciones largas e imprevistas sin una fecha determinada
para reunirse, los niños responden a los niveles psicológicos y emocionales más
profundos”, señaló.
“Su miedo genera un torrente
de hormonas del estrés que altera los circuitos neuronales del cerebro, crea
altos niveles de ansiedad, los hace susceptibles a enfermedades físicas y
emocionales, y daña su capacidad para manejar sus emociones, para confiar en la
gente y para concentrarse en actividades propias de su edad”, agregó.
Días después del anuncio de
Sessions sobre el cambio de política, el gobierno hizo un llamado para recibir
propuestas de proveedores de alojamiento y cuidados para atender al nuevo flujo
de menores que fueron apartados de sus familias tras viajar desde Honduras, El
Salvador, Guatemala y México.
Tras la separación, los
agentes los reclasifican de miembros de una unidad familiar a “niños
extranjeros no acompañados”. Funcionarios federales dijeron el martes que desde
mayo han separado a dos mil 342 niños de sus parientes, que pasaron a ser
menores solos a cargo del Gobierno.
Aunque México sigue siendo el
principal país de origen de las familias arrestadas en la frontera, en los
últimos ocho meses Honduras ha sido la nación que ha experimentado un mayor
crecimiento en el número de casos frente a los datos del año fiscal de 2017.
Foto: Sector de Rio Grande Valley Sector
Aduanas y Protección de Fronteras de los Estados Unidos vía AP
Durante una conferencia de
prensa el martes, los periodistas preguntaron repetidamente por el desglose por
edades de los menores afectados por esta medida. Responsables tanto de las
fuerzas del orden como del HHS señalaron que no hay datos concretos sobre los
infantes de menos de cinco años, menos de dos o tan pequeños no saben hablar.
“En su mayoría, las
instalaciones que tienen no están autorizadas para niños tan pequeños”, dijo
Michelle Brane, responsables de derechos de los migrantes en la Women’s Refugee
Commission, quien se encontró con una niña de cuatro años con pañales en un
centro de McAllen donde la patrulla fronteriza aloja temporalmente a las
familias migrantes. “No hay un modelo para cómo alojar a montones de niños
pequeños en catres en nuestro país. No tenemos orfanatos y nuestro sistema de
protección de menores ha reconocido que esta es una solución inapropiada para
los infantes”.
Así que, por el momento, el
Gobierno federal tiene que tratar de contratar a más cuidadores.
La reciente petición de
propuestas desde la Oficina de Reubicación de Refugiados federal dijo que
buscaba candidatos que puedan proporcionar servicios a una población diversa
“de todas las edades y géneros, además de a embarazadas y padres adolescentes”.
Hasta los detalles relativos
a la edad a la que debe separarse a un menor de sus progenitores es
inconsistente. Jefes de campo de la patrulla fronteriza de los nueve distritos
fronterizos pueden emplear su propio criterio para determinar la edad de corte,
explicaron funcionarios. Y mientras que la HHS considera que se trata de 12
años o menos, para la patrulla fronteriza el límite está en los 5 años.
En los últimos días, miembros
del Congreso han visitados los albergues y centros de procesamiento, o
siguiendo las noticias sobre ellos, dando testimonio del creciente caos. En una
carta enviada a Sessions el martes, una docena de senadores republicanos
dijeron que separar a las familias no es una medida consistente con los valores
estadounidenses ni con la decencia humana.
También el martes, una mujer
guatemalteca que no ve a su hijo de siete años desde que fueron separados hace
un mes demandó al Gobierno de Trump. Beata Mariana de Jesús Mejía-Mejía quedó
en libertad a la espera de que se resuelva su petición de asilo y cree que su
hijo, Darwin, podría estar en un albergue en Arizona.
“Sólo pude hablar una vez con
él y parecía muy triste. Nunca había oído a mi hijo hablar así, era un niño muy
dinámico”, dijo Mejía-Mejía llorando. “Llamo y llamo y nadie me dice dónde
está”.
TRUMP ANUNCIA MEDIDAS
El Presidente estadounidense,
Donald Trump, dijo hoy que firmará una medida “en un rato” para afrontar el
problema de la separación de los niños inmigrantes indocumentados de sus padres
en la frontera sur, que ha generado numerosas críticas en el país y en el
mundo.
“Queremos mantener juntas a
las familias”, aseguró Trump en un encuentro con miembros del Congreso en la
Casa Blanca. “Firmaré algo en un rato que va a hacer eso”, añadió.
El Presidente afirmó que su
medida será “preventiva hasta cierto punto” y pronosticó que el Congreso
acabará aprobando una “legislación” sobre el tema.
Al menos dos mil 342 niños
inmigrantes han sido separados de sus padres entre el 5 de mayo y el 9 de
junio, según datos oficiales.
La cadena de televisión Fox
News informó hoy de que Trump está considerando una orden que permitiría que
los niños se queden con sus padres en centros de detención durante un plazo de
tiempo dilatado.
Eso podría contravenir un
acuerdo, conocido como “Flores”, al que llegó el Gobierno de Estados Unidos con
dos organizaciones humanitarias en 1997 y que establece que los menores
detenidos en la frontera solo pueden ser privados de libertad durante 20 días.
El Gobierno del ex Presidente
Barack Obama (2009-2017) incumplió ese acuerdo cuando se produjo en 2014 una
llegada masiva de menores procedentes de Centroamérica.
En ese contexto, en 2016, un
juez federal falló contra las políticas que había puesto en práctica el
Ejecutivo de Obama y estableció que el límite de 20 días de detención también
debía aplicarse a los niños que viajaban acompañados de sus padres, es decir, a
familias con menores.
Las separaciones de familias
en la frontera son consecuencia de la política de “tolerancia cero” que puso en
marcha en abril el Gobierno de Trump, y que lleva a presentar cargos criminales
contra cualquier adulto que cruza irregularmente la frontera con México, que es
separado entonces de los niños con los que viaja.
Trump anunció además que ha
decidido posponer el picnic que tenía previsto celebrar este jueves en la Casa
Blanca con miembros del Congreso, al asegurar que no le “parecía correcto”
mantenerlo, presumiblemente debido a la mala imagen pública que daría ese
banquete en Washington dada la situación en la frontera.
MÉXICO PIDE A EU AGILIZAR REENCUENTRO DE MENOR CON
SÍNDROME DE DOWN Y SU FAMILIA
La Cancillería de México
pidió hoy al Gobierno de Estados Unidos agilizar el reencuentro de una menor
mexicana con Síndrome de Down con su familia, si bien informó que este caso no
forma parte de política migratoria de “tolerancia cero”.
La Secretaría de Relaciones
Exteriores (SRE) mantiene la exigencia de que se realicen las acciones
necesarias para que la menor y su hermano, “quienes fueron enviados a un
albergue en otra ciudad, sean reunidos con su madre y su familia de manera
inmediata”, destacó el organismo en un boletín.
El en breve comunicado,
explicó que el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos (DHS)
precisó esta mañana a la SRE que el caso de la niña con Síndrome de Down
referido por el canciller Luis Videgaray este martes, “no es derivado de la
aplicación de política de tolerancia cero”.
Las autoridades
estadounidenses informaron que la madre de la menor “efectivamente se encuentra
detenida, pero como testigo en la investigación de un caso sobre tráfico de
personas”.
No obstante, y “con
independencia de esta precisión procesal”, la Cancillería mexicana pidió la
aceleración del reencuentro familiar.
(SIN EMBARGO/ REDACCION/ 20 DE JUNIO2018)
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