Alfredo Castillo Cervantes, director de
la Conade, es el “todólogo” más notorio del equipo de Enrique Peña Nieto. De la
procuraduría del Estado de México lo llevó a la comisión especial para
Michoacán y después al organismo promotor del deporte mexicano. Pero ahí
Castillo no está solo: lo acompañan muchos de los amigos que hizo en las
corporaciones policiacas, a quienes contrató con recursos que estaban
destinados a la atención de los atletas.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).-
En los 27 meses que ha sido director de la Comisión Nacional de Cultura Física
y Deporte (Conade), Alfredo Castillo Cervantes contrató en el rubro de
“especialistas del deporte para la atención de deportistas” a policías
judiciales, criminólogos, fiscales y hasta a la pareja sentimental de su
secretario particular, Alfredo Peral.
La información se desprende
de los contratos que la Conade firmó con proveedores a través de CompraNet, el
sistema electrónico de la Secretaría de la Función Pública, mediante el cual se
realiza la contratación de servicios, bienes, arrendamientos y obra pública de
las dependencias y entidades del gobierno federal, supuestamente de forma
transparente.
En el periodo mencionado la
Conade firmó 558 contratos por adjudicación directa con personas físicas,
presuntamente para que desempeñaran actividades en favor de los atletas. En
ello gastó 97.6 millones de pesos provenientes del capítulo 3000, que en la administración
pública corresponde a servicios generales.
De acuerdo con el Presupuesto
de Egresos de la Federación, a través de este capítulo se contratan servicios
básicos, de arrendamiento, de asesoría, consultoría, informáticos, estudios e
investigaciones, comerciales, bancarios y financieros, subcontratación de
servicios con terceros y gastos inherentes, de mantenimiento y conservación y
de impresión, grabado, publicación, difusión e información.
En la Conade históricamente
se han utilizado recursos públicos que corresponden al capítulo 3000 para
cubrir los salarios del personal contratado fuera de la estructura y del pago
por honorarios, pero en el periodo de Castillo Cervantes el dinero además se
usó para cobijar con un sueldo a personal que trabajó con él cuando era
comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral en el estado de
Michoacán o como procurador de Justicia del Estado de México.
Algunos ejemplos son: Iván
Jacobo Martínez Gutiérrez, quien fungió como subprocurador regional en Uruapan
cuando Castillo era comisionado. De acuerdo con el contrato registrado en
CompraNet, este licenciado en derecho, que en la procuraduría mexiquense
trabajó como agente del Ministerio Público y fue policía de investigación en
Cuautitlán Izcalli, cobró 161 mil pesos por cuatro meses (31 de agosto a 12
diciembre de 2015) como “especialista del deporte para la atención de
deportistas”.
Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso
2126, ya en circulación
(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL/ BEATRIZ PEREYRA/ 29
JULIO, 2017)
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