Foto: Cortesía.- Cayetano. Único
sobreviviente
La noche del sábado 15 y la madrugada
del domingo 16 de julio, El Pueblo Mágico vivió intranquilo. La inseguridad en
las calles terminó por conmocionar nuevamente al municipio, esta vez, con un
saldo trágico de dos funcionarios muertos, un juez municipal herido de gravedad
y una patrulla baleada
En un ataque como éste, es
prácticamente imposible que las armas criminales no hayan dejado un solo
casquillo en el suelo, sobre todo, por la cantidad de disparos. Pero así fue,
o al menos la policía municipal entregó
la escena del crimen, limpia de casquillos.
La ejecución fue de carro a
carro, tres víctimas (dos muertos y un herido), todos relacionados al PRI y al
Gobierno Municipal que encabeza Nereida Fuentes González. Un juez, un ex
jurídico y un jefe de departamento, los dos últimos declarados sin vida.
De acuerdo a los
investigadores, muy probablemente usaron para el doble homicidio un AR-15, un
rifle de asalto automático que escupe 10 plomos por segundo. Pero la ausencia
de casquillos no permite saber el tipo de arma con exactitud.
LAS HIPÓTESIS
Las causas del ataque apuntan
a varios lugares, todas relacionadas con cada una de las tres víctimas y
ninguna hasta el momento descartada.
José Luis Guzmán Estrada,
Miguel Ángel Cayetano Duarte y Sergio Alfonso Lira Acosta, las víctimas, eran
amigos. El sábado estuvieron tomando bebidas embriagantes. Guzmán desde
temprano en una reunión familiar; Lira se sumaría para ir a un festival de cerveza
en Tecate y todo indica que Cayetano se incorporó después de las 10 de la
noche.
El cadáver de Guzmán encontrado a un par
metros de su auto
De los hechos, la
reconstrucción de las actividades de los atacados, las declaraciones de
testigos y la información extraoficial que el sobreviviente ha proporcionado,
se derivan las tres líneas de investigación:
1.- Una de las posibles
causas del ataque que se investiga, es que, bajo el influjo del alcohol, los
funcionarios priistas molestaron, discutieron o pelearon con integrantes del
crimen organizado, particularmente con miembros del Cártel Jalisco Nueva
Generación o con alguien relacionados a ellos, quienes luego de intercambiar
palabras con los funcionarios durante algunos segundos en la escena del crimen,
descargaron un gran número de tiros mortales hasta matar a dos y enviar al
hospital a un tercero.
Los investigadores tendrán
que agregar un incidente a la investigación. Horas antes del ataque criminal
contra los funcionarios municipales, un operador de la línea de emergencia
atendió el reporte minutos antes de las 10 de la noche del sábado.
El denunciante contó al
operador del C4 que, cuando se encontraba en el Oxxo en la Colonia Jardines del
Río en Tecate, un hombre obeso lo amenazó con una pistola y le dijo pertenecer
al Cártel de Jalisco Nueva Generación.
Quedó en el registro oficial
la descripción del presunto delincuente, quien después condujo su carro, un
Toyota 94 gris –a decir del ofendido– hacia la Coyotera. Lo describió como un
hombre obeso con short café claro, camisa blanca. Según el reporte, la policía
municipal se hizo cargo, pero justificaron no haber localizado el agresor.
Horas después, José Luis
Guzmán Estrada, jefe de departamento en el ayuntamiento de Tecate, yacía muerto
con varios impactos de bala, justamente al lado del carro que conducía, un
Toyota. Su amigo copiloto quedó en el auto sin vida, con heridas en el pecho y
su tercer acompañante, el juez calificador, estaba a metros del carro, con un
brazo destrozado y una hemorragia en la pierna.
Guzmán Estrada llevaba el
atuendo descrito como el hombre que dijo ser del Cártel Jalisco, en el
desencuentro del Oxxo.
2.- Igualmente se tiende otra
línea de investigación, relacionada a las diferencias que tenía el juez
calificador Cayetano Duarte con el director de Seguridad Pública, Francisco
Castro Trenti.
Cayetano había contado a sus
compañeros de trabajo y a sus superiores, el acoso por parte del director de
Seguridad y de policías municipales, por “no acatar” las ordenes de Castro o por
tomar decisiones en contra de los uniformados. Relatan testigos que hubo
discusiones fuertes entre el juez municipal y el director, pues de éste último
no respetaba su criterio y el juez no encubría algunas deficiencias en
detenciones. Además, dicho por propios policías, el juez daba los datos de los
oficiales cuando los detenidos se quejaban de malos tratos para que levantaran
quejas en sindicatura y no daba el máximo de horas de arresto por faltas
administrativas, tal como la dirección exigía.
Durante un tiempo, antes de
ser atacado a balazos, Cayetano narró a sus cercanos el ambiente tenso en su
trabajo, que fueron constantes las infracciones y las revisiones a su vehículo
por policías municipales, mientras transitaba por Tecate.
Incluso, a mediados de marzo,
a Cayetano, a una jueza más y a un médico adscrito a la dirección, les
incendiaron sus vehículos particulares, estacionados en la banqueta de las
oficinas de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
Los bomberos atendieron el
reporte, pero no hubo detenidos, a pesar de que el siniestro de los tres
vehículos fue precisamente frente a la salida de las unidades de la Policía
Municipal de Tecate. La presión del conflicto interno entre el director, los
policías y los jueces, fue constante, refirió de manera extraoficial, después
del atentado y doble homicidio, el juez Cayetano.
3.- Otra de las líneas a
investigar es el trabajo de Alfonso Lira Acosta, otra de las víctimas de esa
noche, y quien quedó muerto en el lugar del copiloto. Lira fue el consejero
jurídico del Instituto Municipal de la Mujer cuando éste era dirigido por Daniela
Caballero, actual regidora del PRI.
Lira Acosta dejó de trabajar
en el gobierno priista y se dedicó a litigar. En este caso, aquí se abre la
tercera posibilidad: el entorno profesional del abogado Lira Acosta.
EL JUEZ Y PARRA, EL COMANDANTE DE LA MUNICIPAL
Rozando la media noche del
fin de semana, un Toyota color arena fue visto por comerciantes de la avenida
Juárez, la calle principal del pueblo, que cruzaba los semáforos en rojo. Esta
versión coincide con lo que vio el grupo de paramédicos quienes se encontraban
afuera de las instalaciones de la Cruz Roja, sobre la misma avenida. “Vimos
pasar el carro, iba súper rápido”, narró uno de ellos.
A decir de los paramédicos,
el Toyota iba con dirección de este a oeste, pasó sin respetar altos justo donde
se han reportado “arrancones”, frente al Infonavit Hacienda y donde han pedido
los vecinos del lugar presencia de la policía municipal. Nuevamente, la
ausencia de las unidades permitió el curso a exceso de velocidad en la zona
donde incluso hace unas semanas, los arrancones cobraron la vida de una mujer.
Coincidentemente, los
paramédicos que fueron testigos de la imprudencia del conductor, serían los
mismos que atendieron, minutos después el reporte de hombres baleados, y
quienes declararon sin vida a quien iba al volante y al copiloto y trasladaron
a Miguel Ángel Cayetano Duarte, el juez calificador delicado al hospital
general.
Cayetano Duarte es abogado,
titulado por la UNIVER, participó en la campaña de Nereida Fuentes; ingresó al
Gobierno Municipal cuando Juan Vargas llegó a la alcaldía y actualmente es Juez
Calificador, bajo responsabilidad Magdaleno Montiel Blancas, el secretario del
ayuntamiento y el más cercano colaborador de Nereida.
El día del ataque, los tres
amigos llegaron en un Toyota Camry modelo 2000 a un bar llamado “Nochecitas”,
en la colonia El Refugio, en Tecate. Al volante, Guzmán hizo la maniobra de
reversa para estacionarse frente a un Silverado viejo, propiedad de uno de los
vecinos. El frente del auto quedó viendo hacia el oeste.
Segundos antes, por esa misma
calle, contrario al sentido en que llegarían los atacados, pasó una camioneta
pequeña oscura.
Recién estacionado el
vehículo de Guzmán, en el que iban a bordo los tres, la camioneta regresó y se
puso a su lado. Ambos carros, con las luces prendidas, y viendo al mismo
sentido quedaron unos segundos de ventana a ventana hasta que sonaron las
ráfagas de arma larga. Y la huida de los sicarios. En su arranque, los disparos
siguieron en fracciones de segundo.
Lira quedó muerto en el
asiento del copiloto con el cinto de seguridad puesto. Guzmán fue encontrado
por los paramédicos sin pulso, muerto, tendido boca arriba, con los brazos y
las piernas abiertas. No se sabe hasta el momento cómo quedó fuera del carro y
en esa posición.
Y el juez Cayetano estaba
tirado a tres carros de distancia. Tenía una herida en el brazo y un policía
municipal le aplicó un torniquete para que dejara de sangrar. Utilizó un pedazo
de madera y otro la tela para poder apretar con mucha fuerza el brazo.
Otra lesión, la de mayor
gravedad, fue en la parte interna de la pierna derecha. A centímetros de la
vena femoral. A diferencia del brazo, que la ojiva entró y salió, la de la
pierna se quedó incrustada y generó una hemorragia interna, inflamándola drásticamente.
El juez gritaba que quería la
compañía de Parra. Fue el apellido que no dejó de mencionar. Incluso, pidió que
éste fuera con él al Hospital General, donde finalmente lo estabilizaron para
posteriormente ser trasladado a un hospital privado.
Carlos Felipe Parra es el
comandante de la Policía municipal con la clave 02, mucho tiempo estuvo en el
Grupo Beta y fue nombrado por Castro Trenti como comandante de la policía
municipal.
OTROS ATAQUES EN TECATE
En lo que va de la
administración de Nereida Fuentes, cuatro atentados se han registrado contra
agentes municipales a cargo del director de Seguridad Pública, Francisco Castro
Trenti, dos de ellos resultando en asesinatos.
El mismo domingo 16, a las
4:47 horas, sujetos dispararon contra una patrulla de la Policía Municipal,
cuando el agente Ángel Barba Díaz manejaba la unidad 1693 y se dirigía a
atender un reporte. El impacto de bala se alojó en el cofre. El oficial se
encontraba transitando sobre la calle Del Tunel y Primera. No se detuvo a los
responsables.
Días antes elementos de la
Policía Municipal, también fueron atacados a balazos en la colonia Nido de las
Águilas en Tecate. A las 9:15 de la noche, los agentes respondieron a un
reporte de un vehículo tipo pick up haciendo maniobras innecesarias en forma de
“donitas”.
Cuando el agente Aragón le
pidió al conductor que bajara del vehículo de la puerta trasera, hizo varios
con arma larga. De acuerdo con el informe de la corporación, el policía logró
disparar en tres ocasiones para repeler la agresión. El oficial resultó ileso y
la patrulla con daños en el parabrisas y radiador.
El 8 de abril, el oficial
Abraham Flores fue ejecutado en su vehículo particular en las inmediaciones del
Rancho Tecate. Y el 3 de mayo, el oficial Aarón Reyes Herrera, subcomandante de
la Policía Municipal fue asesinado en la carretera Tecate-Ensenada en el
kilómetro 5, mientras viajaba con su pareja sentimental.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / ISAÍ LARA BERMÚDEZ/
LUNES, 24 JULIO, 2017 12:00 PM)
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