Autoridades
en Coahuila, Colima, Guanajuato, Estado de México y Nuevo León donaron 27
terrenos a iglesias. Al estar en fraccionamientos, esos terrenos en su conjunto
alcanzan un valor de hasta 271 millones 756 mil pesos.
Las
autoridades, además de donar terrenos, han hecho reparaciones y adaptaciones en
iglesias Fotografía: Rancho San Juan
Rancho
San Juan no es para cualquiera. En las 240 hectáreas del fraccionamiento que se
promueve como de “lujo y naturaleza” en Atizapán, Estado de México, hay un club
hípico, pista de atletismo, lagos y cañadas cubiertas de encinos. Para vivir
ahí hay que pagar en promedio nueve millones de pesos por un terreno y un monto
adicional para la construcción de una casa. A cambio, el residente tendrá “un
nuevo mundo dentro de la ciudad”.
Esa
es la publicidad del nuevo fraccionamiento que busca resolver todas las necesidades
de sus habitantes, incluyendo las espirituales, porque también habrá un templo
católico.
Para
construir esa iglesia, el Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza, encabezado por
Ana María Balderas, donó un predio de 5 mil 166 metros cuadrados de propiedad
pública, destinado para áreas de uso común en el fraccionamiento, a la
Arquidiócesis de Tlalnepantla, dirigida por el arzobispo Carlos Aguilar Retes.
Animal
Político publicó que nueve estados han donado 62 terrenos a iglesias. De ellos,
27 están en fraccionamientos de Coahuila, Colima, Guanajuato, Estado de México
y Nuevo León.
El
valor catastral de los 27 terrenos es de 106 millones 644 mil pesos; sin
embargo, al estar en fraccionamientos, el valor aumenta a más del doble: 271
millones 756 mil pesos. Este monto representa 70% del valor total de las 62
donaciones en todo el país.
LA IGLESIA DEL “LUJO Y CONFORT”
La
página de internet de Rancho San Juan promociona un fraccionamiento
“ecológicamente amigable” pero con “lo último en lujo, confort y tecnología”.
Las fotografías ofertan un área residencial, con áreas verdes, vigilado las 24
horas, de acceso restringido y alejado de la zona conurbada del Estado de
México.
El
ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza tenía la propiedad de terrenos para uso
público en ese sitio tras a a donación que hizo la empresa Edificadora
Atizapán, S. A. de C. V, propiedad de Fernando Gargollo Orvañanos y Luis
Gargollo Rivas, en diciembre de 2015.
De
acuerdo con el Registro público de la propiedad, durante el proceso de
lotificación (división de terrenos) del fraccionamiento en noviembre de 2012 la
empresa estaba obligada a donar 492 mil 963 metros cuadrados para “vías
públicas, andadores y áreas verdes”. Además, también debía ceder 83 mil 886
metros cuadrados para “espacios verdes y servicios públicos”.
De
acuerdo con el acta pública no. 6693, de diciembre de 2015, la empresa hizo
oficial “la transacción de propiedad por donación a título gratuito” del
terreno, cuyo valor catastral estaba calculado en un millón 218 mil pesos.
Cuatro
meses después, el 8 de abril de 2016, el Ayuntamiento envió a la Comisión
Edilicia de Patrimonio Municipal la solicitud que hizo el párroco Jorge Orozco
García, de la Arquidiócesis de Tlalnepantla, para conseguir el predio en
donación para la construcción de un templo.
En
la sesión de cabildo del 21 de abril, “el Ayuntamiento de Atizapán, consciente
de garantizar la libertad de culto a los habitantes de esa municipalidad,
autorizó la desincorporación del patrimonio y posterior donación del inmueble
ubicado en la manzana 7 y 2 del fraccionamiento de tipo residencial denominado
Club Campestre La Jolla, conocido comercialmente como Rancho San Juan”.
Con
este requisito resuelto, el Ayuntamiento envió una solicitud al gobernador de
la entidad, Eruviel Ávila, para que mandara una iniciativa al Congreso estatal
para que aprobara la donación el 13 de mayo de 2016.
Los
diputados mexiquenses, de mayoría priista, aprobaron la entrega del terreno y,
finalmente, se publicó en el Periódico Oficial del Estado de México el 1 de
junio de 2016.
Animal
Político solicitó entrevista con la presidenta municipal de Atizapán, Ana María
Balderas, para que explicara la donación del terreno de propiedad pública y
destinada a áreas comunes, a la Iglesia católica. Un mes después de haber hecho
la primera de varias solicitudes, aún no recibe una respuesta positiva.
Las
entregas de terrenos en fraccionamientos se repitieron en nueve casos en
Coahuila, uno en Colima, uno en el Estado de México; nueve en Guanajuato y
siete en Nuevo León.
(ANIMAL
POLITICO/ Nayeli Roldán (@nayaroldan)/ noviembre 17 2016 07:30)
No hay comentarios:
Publicar un comentario