La
militarización del gabinete de seguridad del Presidente electo Donald Trump
trajo al General retirado del Cuerpo de Infantes de Marina, John Kelly, al
equipo de halcones que integrarán su próximo Gobierno. Su designación es muy
relevante para México por la forma como concibe la inmigración y el
narcotráfico, como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, y
donde el terrorismo puede agazaparse. Para él, se trata de una “convergencia
crimen-terror” a la que hay que combatir. Kelly no era conocido de Trump. Lo
recomendó Stephen Bannon, el ideólogo y estratega en jefe de quien será el jefe
de la Casa Blanca, a quien le llamó la atención su testimonio ante los Comités
de Servicios Armados del Senado y la Cámara de Diputados el 12 de marzo de
2015.
En
ese testimonio, el entonces comandante del Comando Sur -no del Comando Norte,
como erróneamente se señaló el viernes pasado-, que tiene bajo su cargo las operaciones
y vigilancia de todo América Latina y el Caribe, afirmó: “El narcotráfico,
exacerbado por el consumo de drogas en Estados Unidos, ha tenido consecuencias
devastadoras en muchos de los países amigos, degradando su policía civil y
sistemas de justicia, corrompiendo sus instituciones y contribuyendo al quiebre
de la seguridad de los ciudadanos.
“Los
tentáculos de las cadenas globales involucran a las drogas con el tráfico de
armas, el contrabando humano, el financiamiento ilícito, y otros tipos de actividades
delictivas en América Latina, el Caribe y en Estados Unidos. Sin embargo,
continuamos desestimando la amenaza del crimen organizado trasnacional y el
riesgo directo y significativo a nuestra seguridad nacional y la de nuestros
socios. A menos que lo confrontemos de inmediato, la tendencia en nuestro país
será tomar la seguridad de la región por sentado, lo que pienso que es un
error.
“La
facilidad relativa con la que los contrabandistas humanos mueven a decenas de
miles de personas a las puertas de nuestro país, también es otra señal de
advertencia: esas rutas de contrabandistas son una vulnerabilidad potencial
para nuestra patria. Las organizaciones terroristas pueden buscar las ventajas
para utilizar esas mismas rutas de contrabando y mover a operadores que
intenten causar daño a nuestros ciudadanos y traer armas de destrucción masiva
a Estados Unidos”.
Este
discurso bien lo podría haber pronunciado Trump en su campaña. De hecho lo
hizo, pero con menos información y conocimiento de causa como el General Kelly.
Bannon encontró en el General lo que Trump necesitaba para cumplir sus promesas
a los electores; alguien que entienda lo que el Presidente electo se imagina, y
que sepa qué y por qué es importante sellar la frontera y ver la región como un
teatro de operaciones donde la estrategia de Estados Unidos contenga a los
terroristas. El Genera tendrá, en el cargo para el cual será designado, la
responsabilidad de blindar la frontera con México y construir el muro, en forma
de concreto, vallas o tecnológico que afirma Trump será levantado.
En
este sentido, Kelly es el alter ego de Trump. En una entrevista que concedió en
junio de 2014 a Defense One, un portal especializado en temas militares y de
seguridad propiedad de la empresa editorial Atlantic Media -que entre sus
publicaciones están la respetada revista The Atlantic, y el bimensual de
análisis conservador The National Interest-, el General afirmó: “En comparación
con otras amenazas globales, el casi colapso de las sociedades en la región con
el narcotráfico y el flujo de inmigrantes indocumentados asociados,
frecuentemente son vistos con poca importancia. Muchos argumentan que esas
amenazas no existen y no representan un reto a nuestra seguridad nacional.
Discrepo.
“Pese
a los esfuerzos heroicos de nuestros colegas en la policía, las organizaciones
criminales están adaptando constantemente sus métodos para traficar a través de
nuestras fronteras. Aunque aún no hay indicios que las redes criminales de
tráfico humano y de drogas están interesadas en apoyar los esfuerzos de los
grupos terroristas, esas redes podrían, aún involuntariamente, facilitar el
movimiento de agentes terroristas o armas de destrucción masiva por nuestras
fronteras.
“Toda
esta corrupción y violencia (que se vive como consecuencia de los fenómenos),
se debe directa o indirectamente a la insaciable demanda de drogas en Estados
Unidos, particularmente la cocaína, la heroína y las metanfetaminas que son
producidas en América Latina y contrabandeadas a Estados Unidos, junto con una
red increíblemente eficiente -cientos de toneladas de droga, gente,
terroristas, armas o niños- que puede viajar en tanto ellos puedan pagar la
tarifa”.
¿A
quién mejor podría haber encontrado Trump para que interpretara sus palabras y
deseos? A nadie como Kelly, quien representa la solución a las ansiedades del
Presidente electo. China, por ejemplo, de quien dice el General que se está expandiendo
estratégicamente a América Latina mientras Estados Unidos se descuida viendo el
Pacífico; Rusia, donde con Vladimir Putin “hemos visto el renacimiento de la
Guerra Fría”; el terrorismo musulmán de Hamas y Hezbolá, donde recoge como
propio el viejo señalamiento del Pentágono de que tiene su nido en la Triple
Frontera en América del Sur. El muro no lo vislumbraba Kelly, pero sí el apoyo
a la Estrategia de Seguridad en la Frontera Sur con México, en el corrimiento
de la contención de la inmigración, del Río Bravo al Suchiate. En este sentido
se podría decir que Trump es la paloma, porque como halcón, Kelly lo rebasó
hace mucho tiempo.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter:
@rivapa
(NOROESTE/
ESTRICTAMENTE PERSONAL/ Raymundo Riva Palacio/ 16/12/2016 | 01:00 AM)
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