Stephen Bannon llegó a la
campaña de Donald Trump cuando estaba en picada. Fue un ajuste de emergencia a
mediados de agosto donde el entonces presidente ejecutivo de Brietbart News, un
portal ultraconservador que ayudó a diseminar mentiras contra Hillary Clinton y
Barack Obama, fue llamado a bordo. Bannon le dio soporte territorial con la
extrema derecha y foco a su discurso racista y demagogo. Fue también uno de
quienes recomendó a Trump viajar a México a fines de ese mes y entrevistarse
con el Presidente Enrique Peña Nieto, cuyo encuentro le inyectó oxígeno al
candidato republicano en declive y cuyas fotografías en Los Pinos fueron
utilizadas en el epílogo de la campaña presidencial como muestra de aceptación
internacional. Ahora, Bannon será el estratega en jefe de la Casa Blanca y
consejero principal del Presidente.
Bannon será lo que fue el
influyente Karl Rove con George W. Bush, y el poderoso John Podesta con Barack
Obama. El puesto tiene una enorme fuerza y poder, y al asumir Trump la
presidencia el 20 de enero, se convertirá en el representante de mayor
influencia y acceso que haya tenido un abierto emblema de la extrema derecha.
Los consejos para acercarse a Peña Nieto y a México en agosto no pueden ser
vistos como un guiño de cercanía. El gran consejero extremista fue pragmático.
Necesitaban a Peña Nieto y lo usaron. No fue el detonador de su victoria en las
elecciones, pero le proveyó el piso para que no colapsara. Cambió su portal, el
más leído del sector más conservador -21 millones de usuarios únicos por mes-,
por la campaña de Trump. Pero que nadie se equivoque. No son buenas noticias ni
para México, ni para Peña Nieto.
El 2 de julio de 2012, David
Shapiro, padre del entonces editor general de Brietbart News y quien escribía
bajo el seudónimo de William Bigelow, un coleccionista de arte y fotógrafo que
vivió por años en Japón a finales del Siglo 19, publicó un largo texto,
informativo y de opinión, titulado “El Nuevo Presidente de México Tiene
Vínculos con los Cárteles de las Drogas”, lleno de afirmaciones sin sustento ni
evidencias. “La elección presidencial en México se terminó, y los primeros
resultados revelan que el ganador es Enrique Peña Nieto, el líder del PRI que
gobernó México por 71 años hasta 2000”, escribió.
“Para muchos dentro y fuera
de México es un resultado que inquieta. El Partido Revolucionario Institucional
ha sido bien conocido por sus conexiones con los cárteles de las drogas. Además
de ser ampliamente acusado de haber robado la elección presidencial en 1988,
(el PRI) es visto con desconfianza por aquellos que esperaban que el control de
los viciosos cárteles en México, que ha costado 50 mil vidas desde 2006 cuando
Felipe Calderón fue electo, pudieran ser detenidos”.
Bigelow recordó que el
principal adversario de Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador, no aceptó la
derrota, para entonces continuar, sin lógica en la secuencia del texto: “Peña
Nieto puede ser corrupto; no es inocente. Durante su primer matrimonio tuvo
numerosas infidelidades y tuvo dos hijos fuera del matrimonio. Pese a la
reputación de su partido, prometió que él no se acostaría con los cárteles de
la droga”. Bigelow parafraseó a Peña Nieto que dijo que la pelea contra el
crimen continuaría con una nueva estrategia para reducir la violencia y
proteger la vida de los mexicanos, y que no habría pactos o treguas con el
crimen organizado.
Sin embargo, añadió el autor
en Brietbart News, hubo escépticos. Uno de ellos, citó, Barry Carr, un experto
en México de la Universidad La Trobe en Melbourne, Australia, quien dijo,
repitió Bigelow, que “muchos mexicanos votaron por Peña Nieto porque pensaban
que su cercanía con los cárteles le permitiría arreglar un pacto con ellos. Ya
veremos, no públicamente, pero creo que veremos un intento -y creo que es lo
que muchos mexicanos quieren- para ver que la escala de los asesinatos se
reduce. En otras palabras, podría haber un pacto implícito bajo el cual habría
menos énfasis en lucha militar o de la Policía Federal contra los cárteles de
la droga, y habría un intento por persuadir a los cárteles para que redujeran
el nivel de asesinatos, tanto entre ellos, como de otras personas”.
El texto de Bigelow no era
original. Sin decirlo, plagió una entrevista que el mismo 2 de julio de ese año
Carr le dio a La Voz de América, un servicio de radio y televisión
internacional financiada por el Gobierno de Estados Unidos, donde el experto en
temas mexicanos había detallado lo que Breitbart News publicó como material
original. “Está claro que los cárteles tienen un gobierno propio que no tiene
interés alguno en ser obstaculizado, cualquiera que sea el costo”, escribió
Bigelow. “Más de 50 mil personas han muerto al sur de nuestra frontera, pero la
violencia inevitablemente se expandirá al norte. Mientras el Gobierno federal
impide a estados como Arizona protegerse a sí mismo, ¿en qué momento el resto
de Estados Unidos despertará ante la amenaza inminente?”.
La semilla está sembrada en
Breitbart News desde entonces, que permite ver cómo florecía el antimexicanismo
en el pensamiento de la extrema derecha de los Estados Unidos. “La derecha
extrema fascista y racista estárá representada a unos pasos de la Oficina
Oval”, advirtió por Twitter John Weaver, un consultor republicano que fue el
estratega en jefe del precandidato John Kasich. “Estén muy atentos en Estados
Unidos”. Y también en México.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter: @rivapa
(NOROESTE/ ESTRICTAMENTE PERSONAL/
Raymundo Riva Palacio/ 17/11/2016 | 01:00 AM)
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