miércoles, 19 de agosto de 2015

LIMPIARÁN PLUVIALES A MEDIAS


Obstruidos por basura, ríos, arroyos e infraestructura pluvial de Tijuana, evidencian la falta preparación de las autoridades ante una contingencia por lluvias como las que se pronostican a partir del mes septiembre. Mientras el gobierno municipal desazolva a medias los pluviales, en CONAGUA declaran carecer de presupuesto para limpiar los cauces naturales de agua. Se enfocan en atender la emergencia, pero dejan la prevención de lado
Sin recursos económicos suficientes para limpiar todos los pluviales, cauces de ríos y arroyos de Tijuana, el riesgo de estragos por la presencia de “El Niño” en la región es prácticamente inminente.

Asentada sobre 32 cuencas hidrográficas, la ciudad resulta particularmente vulnerable a inundaciones ante la presencia de lluvias, sobre todo si estas son de intensidad inusual como las que se pronostica, desencadenará el fenómeno meteorológico que llegará a la zona el mes próximo.

Si a eso se añade la obstrucción de basura, arrastrada por el agua o depositada por la propia ciudadanía, tanto en los cauces de arroyos, como en el sistema de drenaje pluvial, el riesgo de posibles inundaciones es mayor, advirtió el director de Protección Civil en Baja California, Antonio Rosquillas.

Será a partir de septiembre de 2015 y hasta abril de 2016 cuando “El Niño” alcance su mayor intensidad, con pronósticos de lluvias similares a las registradas en 1993 y 1998, refieren expertos, años en los que las lluvias y el descuido resultaron en el fallecimiento de personas.

Ante ello, las autoridades de los tres órdenes de gobierno han iniciado reuniones  de coordinación. Sin embargo, hasta el momento se han enfocado en determinar mecanismo de reacción, después de suscitada la contingencia.

No han contemplado cómo preparar a la ciudadanía para la posible contingencia.

Hasta ahora, lo único que se ha puesto en operación es el programa anual del Municipio para el mantenimiento, limpieza y rehabilitación de pluviales y desarenadores, el cual, por cierto, solo se ejecutará en algunos tramos específicos, no en la totalidad del sistema.

Así que no se ha definido un esquema de limpieza integral en el cien por ciento de la estructura pluvial de la ciudad.

La Federación anda en las mismas, con un recorte del 72 por ciento en su presupuesto 2015, la delegación estatal de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) se declaró insolvente para llevar a cabo cualquier programa de limpieza en los cauces naturales de agua, cuyos desechos, en caso de una lluvia torrencial, terminarán siendo arrastrados hacia los desarenadores y pluviales.

Hasta el momento, tampoco se ha definido un programa de reubicación preventiva para quienes habitan de forma irregular en cuencas o arroyos; solo se les advierte del riesgo de residir en esos sitios, en los que comercios han conseguido permisos para operar.

No obstante este panorama, públicamente las autoridades se dicen preparadas para hacer frente a cualquier contingencia.

CAUCES NATURALES EN EL OLVIDO


32 cuencas cruzan a lo largo y ancho de Tijuana, de las cuales 29 llegan al Río Tijuana y el resto desembocan en Rosarito.

Corresponde a la CONAGUA su conservación y mantenimiento, instancia que durante años, solo se había ocupado de la rehabilitación del Río Alamar y Tijuana.

Luego del desalojo de los habitantes de la canalización del Río Tijuana, el gobierno municipal emprendió un programa de limpieza en el área donde este fenómeno se concentraba: del límite internacional de la Puerta México, hasta el Hospital General de Tijuana.

El resto de la infraestructura del desagüe sería desazolvado por CONAGUA, y aunque la dependencia estimó un presupuesto de 90 millones de pesos para retirar la vegetación, tierra y desechos que obstruyen la amplia zona, la limitación impuesta a su presupuesto 2015 resultó en que dejaran fuera la conservación de los canales.

La Comisión Nacional del Agua tampoco se ocupa de las cuencas, muchas de ellas colonizadas en forma irregular; la anómala condición de estos asentamientos les impide ser dotadas de los servicios básicos, como recolección de basura, por lo que sus habitantes optan por utilizar de basurero laderas y arroyos, convirtiendo a la ciudad en un gran depósito de desechos a cielo abierto.

Cuando llueve, esa basura remolca el agua hasta los pluviales, desarenadores y alcantarillas, hasta invadir la infraestructura, entonces la inundación en las zonas habitacionales regulares es prácticamente inevitable, como sucedió en julio pasado en la colonia Fidel Velázquez, Delegación Cerro Colorado, cuyo sistema de desalojo de agua se obstruyó por el acumulamiento en el pluvial y el Arroyo Horóscopo.

Para el titular estatal de Protección Civil, si no se da un programa de limpieza en el cien por ciento de la longitud de la infraestructura de pluviales, así como en las cañadas, no se podrán evitar problemas de inundaciones. Antonio Rosquilllas advierte que el problema no será solo en Tijuana, también en Rosarito, porque tres de las principales cuencas de Tijuana desembocan en el quinto municipio, lo que “lo convierte en un problema metropolitano”, anotó.

DESAZOLVE EN PLUVIALES

Arrastrada por la lluvia del 19 de julio de 2015 en Tijuana, el cúmulo de basura aún se observa en la parte urbanizada del pluvial de la colonia Horóscopo, cuyo arroyo del mismo nombre arrasó con diez viviendas asentadas en forma irregular.

A casi un mes de la contingencia, las autoridades municipales apenas iniciaron un programa de limpieza en la infraestructura pluvial de la ciudad, y dieron prioridad al de este asentamiento.

ZETA habló con el subdirector de Construcción, Didio Alberto Téllez Meza, quien aseguró mantener un programa permanente de mantenimiento, en menor o mayor medida, tanto desarenadores como pluviales; sin embargo este Semanario realizó dos recorridos y se pudo apreciar que la mayoría lucen azolvados.

Desechos domésticos y pesados, llantas, muebles y hasta vehículos, se puede observar en los canales conductores de agua de lluvia, basura que ha permanecido ahí no por días ni semanas, sino durante meses, aseguraron los vecinos entrevistados.

Aguaje de la Tuna, Johnson, Horóscopo, Cañón del Sainz, etcétera, en cualquiera de los 29 pluviales el panorama es el mismo: están invadidos por maleza, tierra y cochinero depositado por ciudadanos sin cultura de la limpieza, o acarreados por la lluvia.

PROGRAMA DE MANTENIMIENTO

En el programa anual de mantenimiento, el gobierno de Tijuana contempla una partida de 10 millones de pesos, dividido en dos etapas.

La primera, iniciada el martes 11 de agosto, da prioridad a dos canales pluviales -Cañón del Sainz y Horóscopo-, así como 11 tanques desarenadores -Azteca, Aguaje de la Tuna 3 y 4, Sánchez Taboada, Camino Verde 2, Florido 1 y 2, Pastejé 1 y 2, Volcán de Toluca y Lomas de La Amistad-. En ella se invierten 5 millones de pesos.

De acuerdo a la estimación oficial, esta infraestructura se encuentra azolvada entre un 65 y 70%, y de ella se prevé retirar un promedio de 27 mil metros cúbicos de desechos, 20 mil de los tanques desarenadores y 7 mil de los pluviales.

Para ello, el gobierno de Jorge Astiazarán contrató a cinco empresas, cuya maquinaria retira el azolve de los canales y desarenadores, solo la parte urbanizada de la instalación pluvial.

Del resto, lo que está sin pavimentar, será tarea que el Municipio efectuará con sus cuadrillas, enfocándose principalmente en los tramos próximos a las áreas asfaltadas de los pluviales, al ser ahí donde, explicó Téllez Meza, se acumula el mayor porcentaje de basura.

Concluida la primera etapa, en 30 días iniciará la segunda, en la que se dará mantenimiento a los tanques, que presentan desde un 15 hasta un 30% de material de desecho.

El subdirector de Construcción reiteró que los problemas de inundación registrados en algunas colonias de Tijuana, se derivan de basura arrojada a la vía pública por los ciudadanos, no por la falta de mantenimiento.

Didio Alberto Téllez Meza detalló que las 29 estructuras de desarenadores tienen una capacidad de retención de 105 mil metros cúbicos y, a lo mucho, se llegan a ocupar en un 65%.

Por ello, descartó que la anegación de agua en colonias sea a causa del mal estado de la infraestructura pluvial, “las obras que atiende el Municipio están más que probadas, desde 1993 fueron estratégicamente construidas para salvaguardar la infraestructura que ya teníamos y ayuda a encauzar el flujo de aguas que recibimos a los pluviales y tanques desarenadores, la cual se drena al río”, concluyó.

No obstante, Roberto Sánchez Rodríguez, investigador de Estudios Urbanos del Colegio de la Frontera Norte (COLEF), aseguró que no existe  información precisa sobre la capacidad de los pluviales, drenes y cuánto pueden desfogar.

El único dato preciso es que un canal puede liberar hasta 20  milímetros por día, “si llueve más, va a registrar problemas”, subrayó.

NO REUBICAN A INVASORES


“Ni basura me dejó”, expresó Fidencio Ponce Pineda, de 72 años, al referirse a la creciente del Arroyo Horóscopo causado por la lluvia del 19 de julio.

Su improvisada morada fue una de las diez que resultaron arrasadas y que ahora lo tiene prácticamente viviendo a la intemperie.

“Nos dijeron que nos reubicarían, pero solo dos despensas y una cobija nos entregaron”, expresó Isidro López, de 44 años. Su casa, de escasos cuatro metros cuadrados, aún se mantiene de pie, a pesar de la inundación.

A lo largo de este arroyo no solo habitan 120 familias, también se ubican negocios como talleres, abarrotes, puestos de comida; hasta una iglesia y un centro de rehabilitación operan en la zona.



(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/ Isabel Mercado Juarez / Fotos. Mario Pelayo/   19 de Agosto del 2015 a las 08:30:20)

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