Dos
soldados reservistas de Estados Unidos, acusados de vender armas de alto calibre
a un agente encubierto que se hizo pasar por un miembro de un cártel de droga
mexicano, fueron presentados hoy ante un juez en la Corte Federal de San Diego,
California.
Jaime
Casillas y Andrew Reyes de 22 y 34 años respectivamente, trabajaban para la Armería
de la Guardia Nacional y fueron detenidos ayer, tras una investigación de ocho
meses, con la cual se culpa a ambos de vender ilegalmente armas de alto
calibre, así como municiones y equipo de protección.
Durante
su primera aparición ante el juez magistrado Mitchell Dembin, el gobierno
federal solicitó que no diera fianza a ambos acusados, debido a que existe la
posibilidad de que huyan de la justicia ya que cruzan la frontera
habitualmente.
Asimismo,
el fiscal Andrew Haden señaló que Jaime Casillas no es un ciudadano
norteamericano y que se encontraba en el país con residencia legal permanente.
Sabemos
que viaja a México (Casillas), cuatro o cinco veces por semana, así que si
recibiera fianza, tenemos una gran preocupación de que no lo volvamos a ver,
indicó a Efe el fiscal Andrew Haden al término de la audiencia.
En
el caso de Reyes, aunque es ciudadano norteamericano, también vemos que viaja
frecuentemente a México, agregó.
De
acuerdo a la demanda federal, ambos soldados vendieron en siete diferentes
transacciones, miles de municiones, además de armas de alto calibre, algunas de
ellas destinadas para uso militar y otras compradas en Texas, a un agente
encubierto que les hizo creer que formaba parte de un cartel de droga en
México.
Dicho
oficial dejó claro en múltiples ocasiones que las armas compradas eran
destinadas para México, señalan los documentos.
Los
acusados además indicaron que algunas de ellas estaban calientes, lo que
significa que habían sido utilizadas en algún crimen o eran robadas.
El
fiscal, quien no quiso abundar sobre el origen de la investigación, refirió que
es preocupante ver a elementos de las fuerzas armadas incurrir en este tipo de
ofensas.
Lo
que resulta más sorprendente es ver cómo un hombre o mujer que ha jurado
proteger al país, podría hacer algo como esto, no solo darle un uso inapropiado
(a las armas) sino, dárselas a personas que ellos creían iban a hacer algo
horrible con ellas, aseveró.
Las
autoridades estiman que Casillas y Reyes obtuvieron ganancias entre 2,700 y
12,000 dólares respectivamente, como ganancias de esta actividad ilícita.
Según
el resultado de la investigación, las autoridades del Departamento de Alcohol,
Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) decomisaron diez armas, informó la
Fiscalía Federal.
Tanto
Casillas como Reyes se presentarán nuevamente el lunes ante la corte federal,
audiencia en la que se determinará definitivamente si obtienen derecho a
fianza.
Ambos
enfrentan dos cargos criminales por venta y transporte de armas sin licencia,
delitos por los cuales, podrían obtener hasta cinco años en prisión por cada
uno.
(24
Horas)
(RIODOCE/
REDACCION/ 17 abril, 2015)
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