sábado, 1 de marzo de 2014

"SIEMPRE PIDO POR SU BIENESTAR"





Desde La Tuna, la mamá de 'El Chapo' Guzmán pide al gobierno que protejan a su hijo, recapturado hace una semana

CULIACÁN.- El acercamiento no fue sencillo, fueron horas que parecieron años, muchos ojos al pendiente de lo que sucedía, el lugar es extenso y grande a simple vista, enclavado en un terreno disparejo, pero al ingresar la tensión baja, el sitio es tranquilo, sin lujos, ni vehículos últimos modelos o blindados, y no hay hombres armados que vigilen el sitio.

Noroeste y Univisión fueron los primeros medios en apostarse en la casa donde nació Archivaldo "El Chapo" Guzmán Loera, el personaje que de pequeño efectivamente vendió naranjas y mangos en los poblados de La Tuna, El Vallecito, La Palma, y El Arroyo Seco, el personaje que ocupó la lista de los hombres más millonarios en la exclusiva revista Forbes, el cual sin embargo nació en una casa de adobe con techo de lámina de cartera.

Al pórtico de la vivienda aparece doña Consuelo Loera Pérez, la madre del "Señor de las montañas", una mujer de acento sierreño, avanzada edad y enferma, quien viste un vestido floreado, una blusa morada y sobre ella un suéter color verde, sin joyas ostentosas y con un léxico humilde invita a los recién llegados a pasar.

Doña Consuelo, dice con voz tranquila que esta es la primer entrevista después de la detención de su hijo Miguel Ángel "El Mudo" Guzmán Loera, en junio de 2005, día en que los medios la abordaron al salir de un restaurante de comida japonesa ubicado en la calle Domingo Rubí, en la colonia Centro, lugar donde festejaban los 15 años de la hija del hermano de "El Chapo".

Se sienta sobre una vieja cama, frente a un antiguo ropero de madera de pino, en una habitación pintada de verde, donde cuelgan algunos recuerdos de su juventud y la niñez de sus 11 vástagos, 5 de los cuales han muerto, tres de enfermedades infantiles, uno en accidente y Arturo "El Pollo" Guzmán Loera, asesinado el 31 de diciembre del 2004, en el penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México, al recordar estos tristes momentos toma la biblia en sus manos y se aferra a repasar con sus ojos una de sus páginas, las cuales desde hace años se han convertido en su único refugio.

'CONFÍO EN DIOS, QUE ÉL ME LO PROTEJA'

¿Doña Consuelo, como se encuentra usted?

Pues bien gracias a Dios, Dios me está fortaleciendo las fuerzas y se que él está conmigo, está con mis hijos y se que él va a tocar los corazones de quien lo tienen detenido y vean que él es un hombre, no porque yo lo diga, pero mucha gente lo está lamentando lo que está pasando con él, pero se que están orando por él en las iglesias y se que el señor es el que mueve todos los corazones y a ellos Dios les va a mover los corazones para que lo ayuden y sea liberado. Es lo que yo deseo para él y les pido a las autoridades que me lo cuide, y todo lo que puedan hacer en bien de él lo hagan, Dios se los recompensará algún día cuando Dios lo llame a cuentas.

¿Hace cuantos años que no ve a su hijo?

Pues ya tengo años que no lo veo, ya tengo años.

¿Si él estuviera viendo esta entrevista que mensaje le mandaría usted como mamá?

Lo mejor para él oiga, que se encuentre bien y pues que él también se humille a Dios para que el señor tenga misericordia de él y que también un día antes de que sea tarde se entregue al señor, porque ya probó el mundo, ya supo lo que fue lo del mundo y ahora que busque a Dios para que sepa que Dios es el único que le puede proteger y ayudarlo en todos los problemas y que reconozca que yo como madre siempre estoy pidiendo por su bienestar de él, y recuerde que yo como madre estoy sintiendo lo que él está pasando, pero tengo fe en Dios que me ayuda y fortalece y me da las fuerzas, que él esté bien y que procure estudiar la palabra de Dios para que él se de cuenta lo que Dios quiere que el haga.

¿Usted dijo hace unos momentos doña Consuelo que uno como padre los cría, como madre los cría?

Pues si uno los cría mientras están bajo su responsabilidad de uno, uno sabe verdad, ya que no dependen de uno pues ellos se salen a buscar la vida de la manera que les crea mejor, yo lo que de madre pues si ellos hacen bien o hacen mal uno sigue siendo su madre y ellos sus hijos.

¿Como se siente usted ahora?

Bueno me siento bien gracias a Dios, confió en Dios que él me lo proteja y como digo que toque sus corazones de esas autoridades que lo tienen detenido y que algún día reconozcan que ellos también tienen a un Dios que les perdone y todo, si él ha faltado en algo o ellos están equivocados también que Dios les perdone, y a él también si le aclaran alguna cosa que le tengan a mal pues igual que Dios le perdone y es el único que puede resolver los problemas, porque no hay más que un Dios que tenemos que nos ayude en todo, para él nada es imposible, lo que para el hombre es imposible para Dios todo es posible.

RECUERDA ENTRE RISAS LA INFANCIA DE "EL CHAPO"

Después de la entrevista, doña Consuelo lleva a sus invitados a la mesa de la vivienda donde tres jovencitas ya sirvieron unos chiles rellenos de queso y arroz a la mantequilla, en esos momentos envía a una de sus ayudantes a buscar refrescos helados, y posteriormente recuerda entre risas la infancia de "El Chapo" en el Triangulo Dorado, donde asegura que creció entre la pobreza y un tío le apodó "El Chapito" debido a que era bajito de estatura y gordito.

Al final, con pasos lentos y apoyada en una andadera, doña Consuelo despide a sus invitados, a quienes les informa que cumplirá 86 años en el mes de mayo, por lo que confía en su fe y en las autoridades que su hijo pueda recobrar la libertad, ya que lo esperará en la vieja casona que hace muchos años le fue heredada por su madre y se encuentra en una de las zonas más inhóspitas de la sierra, la cual por años ha sido catalogada como la cuna de "El Chapo" Guzmán.

(NOROESTE/REDACCIÓN/01-03-2014)

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