Agueda Barojas Ontiveros
Tomarle el pulso a México es fácil,
está muerto. Estamos en manos de sinvergüenzas analfabetos que por
supuesto se nutren de cobardes, oportunistas y borregos.
El
país está herido, vivimos de mentiras y deformaciones alimentadas por
gentuza que hace negocio de la política y que sólo piensa en los
próximos tres o seis años y para acabarla de amolar, ahora hasta en su
reelección.
El futuro poco importa para quienes están ocupados en
asegurar solo el suyo como los diputados y senadores del PAN y PRI que
recientemente aprobaron la Reforma Política, un adefesio disfrazado de
Reforma, la cual permitirá la reelección de la clase política en este
país.
La clase política es el sector más desprestigiado de México, más que los policías y eso es mucho decir.
Si bien es cierto, hubo posicionamientos aislados en
contra de la Reforma, también lo es que el pueblo de México una vez más
solo fue espectador.
Los legisladores saben bien donde están parados y aunque moleste, aunque duela y aunque lastime, los mexicanos vivimos
de mentiras y deformaciones alimentadas por nuestra estupidez y nos
enfurecemos cuando nos ponen frente al espejo. Tenemos lo que merecemos.
Somos cómplices de la clase política, somos cómplices de nosotros mismos.
A muchos, y no hay que generalizar, no les interesa
informarse, no les interesa saber, no les interesa debatir. Se conforman
con confirmar lo que ya saben.
Para muchos mexicanos, entre ellos muchos guaymenses,
sería mejor que el mundo fuera blanco y negro, así no tendrían que
esforzarse en interpretarlo.
Es más cómodo eso, que interpretar la gama de grices que tiene el mundo.
Desgraciadamente son la mayoría y eligen hasta a el presidente, diría Facunda Cabral.
Los legisladores creen que cambiándole el nombre al IFE tendremos un Estado moderno.
Si el nombre es lo de menos, son ellos quienes pervierten a
las instituciones, son ellos quienes pervierten las elecciones con la
compra de votos y demás artimañas.
Ahora se alistan a aprobar la Reforma Energética a sabiendas, que son muy pocos los que le entienden al tema.
Y es que la gran mayoría no desea saber, ni debater, ni informarse, se conforma con confirmar lo que ya sabe.
La pregunta que millones de mexicanos deberían estarse
haciendo en estos momentos es: La reforma energética es la vía para que
PEMEX sea más competitivo?
Lejos de estar debatiendo este tema, una gran mayoría se pierde en debates simplistas porque no requieren mucho esfuerzo.
Y no hay que saberlo todo, hay que investigarlo todo, hay que leerlo todo, hay que debatirlo y comprenderlo.
A más inteligencia y cultura, mayor comprensión de las
cosas, pero eso en este México herido y sumido en la miseria y con
medios de comunicación electronicos que dirigen la mente de las masas,
es imposible.
La lucha debe continuar, con o sin los empresarios,
Iglesia y medios, otrora poderosos y hoy sumisos al poder, la lucha debe
continuar.
Sonora también está herida
Pero si México está herido, Sonora y Guaymas no se quedan
atrás. Todo lo anterior aplica perfectamente a un Estado y un Municipio
donde la clase política también deja mucho que desear.
Sonora tiene cuatro años inmersa en una lucha intestina por el poder.
Panistas y priistas casi se matan por el poder, mientras que en México se agarran de la mano para repartirse el botín.
El PRI Sonora quiere recuperar la gubernatura a base de golpeteo de todas y cada una de las acciones del gobierno estatal.
La falsa preocupación por los sonorenses son solo eso, falsedades.
Hoy se espantan de lo que en su momento hicieron contra el
pueblo sonorense y que de seguro harán, una vez que consigan lo que
quieren: regresar al poder.
¿Regresar al poder, para qué o por qué? ¿Cuál es el mérito?
No hay mérito, pero sí estrategia y es muy clara.
Aprovechar todos y cada uno de los errores del Nuevo Sonora es la estrategia.
Tampoco hay mérito para que los panistas se queden otros 6 años, lo que indica que estamos jodidos.
La guerra protagonizada entre panistas y priistas desde
hace cuatro años, es una guerra entre iguales, no entre buenos y malos.
Ganará el que tenga mejor estrategia el día de las elecciones y ante ese
escenario Sonora ya no será querida, quedará más herida.
La mentira y el desfalco
Aunque el alcalde Otto Claussen Iberri ya tenga en su bolsa 315 millones de pesos prestados, Guaymas tiene un escenario adverso.
La calificadora Fitch México acaba de otorgarle a Guaymas,
por primera vez desde que se firmó el contrato con ella, una
calificación negativa, es decir, bajó la calificación crediticia del
Municipio de Guaymas.
Fitch México es una empresa autorizada por la Secretaría
de Hacienda y Crédito Público a través de la Comisión Nacional Bancaria y
de Valores para emitir opinión sobre la calidad creditica de las
entidades privadas o públicas.
El cambio reciente en la calificación, dice Fitch, obedece
a la persistente y limitada flexibilidad financiera del municipio; así
como por los altos niveles de pasivo circulante registrados que
presionan la liquidez de la entidad. Adicionalmente, la reciente
contratación de un financiamiento por hasta $365 mdp a 20 años, modifica
el perfil crediticio de la entidad elevando los compromisos financieros
de largo plazo.
Esto poco importa al alcalde, para qué quiere una buena
calificación crediticia si ya tiene en la bolsa el crédito de 315
millones de pesos que le permitirán hacer obra para salvar su pellejo.
Quizá poco importe, total ya se autorizó el millonario
crédito, pero Fitch nos está advirtiendo de la catástrofe económica que
se avecina. Al tiempo.
A diferencia del gobierno Estatal Otto Claussen no tiene
contrapesos porque si los tuviera, ya estaríamos viendo esta y otras
notas en todos los periódicos, escuchándola en todos los noticieros de
radio y de televisión o escuchando a los líderes “sociales”, como
Víctor Parra Maldonado, condenar el problema financiero que a corto
plazo nos va a estallar.
El gobierno de Otto Claussen aparentemente navega con
rumbo, la realidad es que ya no falta mucho para que la realidad supere
la ficción en la que ha convertido su administración.
Es un secreto a voces, que el juego del “Tomatodo” es el
pan nuestro de todos los días en la dirección de Servicios Públicos,
Tesorería, Oficialía Mayor, Ingresos, solo por citar algunas
dependencias.
En Ingresos hay un desfalco de miles de pesos que ya fue
denunciado en la Contraloría Municipal y en el que están involucrados
varios empleados de esa dirección.
El Fiscal de Hierro está dedicando en cuerpo y alma a
perseguir con lupa a los panistas y no se da cuenta que los colorados e
invitados le están metiendo gol.
Con los colorados, Héctor Hernández García deja de ser Fiscal de Hierro para convertirse en Fiscal de Porcelana.
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