En 10 minutos, la Policía Federal recuperó el
lugar; reportan 31 detenidos, ninguno maestro, y 11 policías lesionados.
México.- Minutos antes de que venciera el
plazo acordado entre autoridades federales y locales, con la
intermediación del gobierno de Oaxaca, maestros de la Coordinadora
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) desalojaron ayer el
Zócalo capitalino, lo que permitió que en 10 minutos la Policía Federal
(PF) tomara el control de ese espacio para que se realicen las fiestas
patrias, pero aún así la violencia no pudo ser evitada.
Con un
operativo que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio,
calificó de “profesional”, la Plaza de la Constitución quedó libre de
docentes, aunque se registraron choques entre elementos policiacos y
personas con el rostro cubierto.
El jueves, la Secretaría de
Gobernación emplazó a los maestros a abandonar el Zócalo para permitir
las festividades. A la dirigencia política del gremio se le ofreció
llevar su plantón a otro punto del Distrito Federal.
El desalojo
se ha convertido en el último capítulo de un pulso entre los profesores
que rechazan la Reforma Educativa y el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Al
final, y ante la inminencia de las celebraciones por la Independencia
de México, la Policía Federal echó mano de toletes, gases lacrimógenos y
tanquetas de agua para someter a grupos de maestros y otras personas
que se negaron a dejar la zona después de que venciera un primer plazo.
Aunque
la mayor parte de los miembros de la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación (CNTE) se había retirado por su propio pie a
lo largo de la mañana, algunos docentes, integrantes de la sección 22
de Oaxaca y radicales infiltrados, resistieron hasta el último momento
atrincherados tras improvisadas barricadas en calles aledañas al Zócalo.
Las
autoridades extendieron el ultimátum para abandonar el campamento dos
horas más y, hacia las 16:00 horas, policías y manifestantes se
enfrascaron en varios choques en las calles del Centro Histórico; los
agentes lanzaron gases lacrimógenos, mientras los partidarios de la
protesta arrojaron cohetes, palos y petardos.
Al final, según ha
la Comisión Nacional de Seguridad, encargada del operativo policial,
hubo un saldo de 31 detenidos (ningún docente entre ellos) y 11 policías
heridos.
Por la noche, Osorio Chong ofreció continuar el diálogo
con los maestros, mientras que el jefe de Gobierno del Distrito Federal,
Miguel Mancera, pidió evitar la confrontación.
(El Universal y agencias)
(VANGUARDIA/
Redacción /sábado,
14
de
septiembre
del
2013)
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