sábado, 10 de agosto de 2013

ARRASTRA PADRÉS MÁS CONFLICTOS POR AGUA



Hermosillo,  México (10 agosto 2013).- Quizá el bloqueo de la tribu yaqui por dos meses de la Carretera Internacional 15 sea el caso más famoso de una etnia en defensa del agua, pero en Sonora existen al menos tres casos más donde se combinan los mismos ingredientes: una etnia, su entorno, sed y desdén oficial.

Los seri de Hermosillo tienen carencia de agua para beber; en San Luis Río Colorado, los milenarios Cucapá se han quedado sin su río para beber y sin su mar para pescar; en Álamos, los guarijíos pierden su territorio por una presa, y los yaqui luchan por el agua de un río que ya se ha secado, y actualmente mantienen protestas por el agua contra el Acueducto Independencia.

Tonatiuh Castro Silva, investigador del Colegio de Sonora, autor de libros como "Las Etnias de Sonora", considera que las carencias de los pueblos originarios de estas tierras antes del mestizaje y su lucha por el agua obedecen a un desdén de las políticas públicas hacia ellos que vienen de décadas atrás, pero siguen vigentes.

Por un adeudo de 180 mil pesos, la Comisión Federal de Electricidad cortó en junio, en pleno verano, el suministro a la población de El Desemboque, en el municipio de Pitiquito, compuesta por miembros de la etnia Seri.

Los miembros de la comunidad se quedaron sin su pozo de agua, por lo que debieron clamar por pipas, situación igual a la que viven los Seri de Punta Chueca, en Hermosillo, donde deben recibir el suministro.

El segundo caso es de la tribu Cucapá, con seis milenios practicando la pesca en la región del Alto Golfo de California, les fue arrebatado por Estados Unidos el río Colorado.

El tercer caso sería el conflicto de la tribu guarijío, en el municipio de Álamos, donde el proyecto de la presa Los Pilares puede desplazar de su territorio a los miembros.

(DOSSIER POLÍTICO/ Rolando Chacón / Reforma/ 2013-08-10)

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