sábado, 22 de junio de 2013

POR QUÉ TANTO ENOJO, SEÑOR ALCALDE

Cartas al Director / Dossier Politico

Buen día, Alejandro:
Por segunda ocasión, me veo en la necesidad de dirigirte una misiva abierta, dado que no has tenido el valor civil, ni la calidad moral, para escuchar de viva voz todas las irregularidades que te quiero señalar a raíz del abuso policiaco del que fui objeto en Noviembre del año pasado. En esta ocasión, quiero pedirte que te serenes ya que empiezan a preocuparme la serie de atropellos de los que fui objeto esta semana, mismos que he denunciado oportunamente a través de los medios de comunicación.

Primero me quitas el carro, después mandas a tus muchachitos a que me saquearan la casa, lo cual les ha tomado, hasta el momento, llevar a cabo tres intervenciones en el transcurso de esta semana, pero no han logrado, todavía, llevarse la joya de la corona, el mini Split. Aunque, reforcé la puerta trasera de mi casa con una cadena, decidí facilitarles el trabajo, en caso de que puedan entrar, y ya pueden llevarse todo el equipo completo sin necesidad de tumbarme la pared. Sabes bien que no son bienvenidos, pero creo que eso a Ustedes no les importa mucho.

Pero te decía que me urge que te serenes, porque si no, la siguiente acción, por lo que se ve, es atentar contra mi integridad física. Si haces una valoración serena de los últimos acontecimientos, deberías concluir que el que debiera estar enojado soy yo, dado que tú vas ganando de todas todas. Tienes a tus pies a la Dirección de Asuntos Internos y a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.

Te reafirmo que no te guardo ningún rencor y que disfruto mucho este regalo que me brindó la naturaleza, el estar vivo. Las cosas materiales son para mí eso, cosas materiales, y si bien me proporcionan ciertas comodidades no las considero indispensables. Te cuento que provengo de una familia numerosa, fuimos 15 hermanos, de los cuales aún vivimos 13. Nacimos bajo un techo de tierra sustentado en unas latas de carrizo enjarradas con barro, así que lo que aún conservo representa para mí una verdadera riqueza si lo comparo con aquellos años de mi niñez. Por lo mismo, estoy acostumbrado a las adversidades. Sin embargo, tuve la oportunidad de hacer una carrera universitaria, soy químico biólogo aunque le incomode a tu protegido, el que dice ser médico, Jesús Armando Aguilar Ibarra, y actualmente estoy cursando mi segunda maestría, misma que me dará la oportunidad de viajar a Argentina en fecha próxima.

Te cuento todo lo anterior con el fin de proponerte un trato, similar al que les propuso el Diario de Ciudad Juárez a los narcos de aquellos rumbos. Dime que hago, para evitar que me sigas agrediendo. Si te gustó mi carro, te lo regalo. Si quieres desmantelar mi casa, adelante, pero por favor, no te atrevas a atentar contra mi integridad física. Si te serenas, quizá hasta podamos tomarnos una taza de café. Hoy, por ejemplo, fui a terapia y créeme que se hacen maravillas cuando puedes desahogarte y darle sentido a la vida para poder disfrutarla. Salud y está la invitación abierta para cuando quieras conversar conmigo,

Un saludo cordial

Isabel Dorado Auz

(DOSSIER POLITICO/ Cartas al Director / 2013-06-22)

No hay comentarios:

Publicar un comentario