domingo, 26 de mayo de 2013

SALIERON POR UN REFRESCO Y YA NO REGRESARON


Para Guadalupe Villegas, Rodrigo es el segundo hijo que le secuestran y el tercer caso de plagio en su familia.


Redacción
México • El pasado sábado 22 de abril dos jóvenes salieron a comprar refrescos para ver la pelea de Saúl El Canelo Álvarez y no volvieron a casa. Rodrigo González Villegas, de 15 años, y Jorge Daniel Casasola López, de 19, son “hijos de familia”, señala Guadalupe Villegas, madre de Rodrigo, quien ese día le dio la bendición alrededor de las 21:00 horas.

“Me pidió permiso para ver la pelea en casa de Jorge, su mejor amigo, en la colonia Tabacalera”, relata Guadalupe en entrevista para MILENIO. “Alrededor de las 22:30 del mismo sábado le marqué para saber si había llegado bien. ‘¿Qué pasó, má?’, me contestó, ‘dónde están’, le pregunté. ‘Salimos al Oxxo a comprar un refresco y vamos caminando’, me dijo. ‘Tengan mucho cuidado’, le respondí’, ‘y te quiero aquí mañana temprano’. ‘Sí, má”; esa fue la última vez que hablaron.

El domingo, Rodrigo no llegó. A lo largo del día, su madre se comunicó varias veces a casa de Jorge. Nadie atendió al teléfono. Entrada la noche localizó a la hermana de Jorge. “Soy la mamá de Rodrigo, quería saber si anda él por ahí”. La joven le dijo que aún no habían regresado. “Bueno, si llega, deténmelo y me avisas, ¿sí?”. 

Como a los 20 minutos le llamó la mamá de Jorge. “Su celular me manda al buzón, le he llamado todo el día. No se preocupe, si acaso andan por ahí, en algún lugar, que Rodrigo duerma aquí y mañana se lo mando… No, le contestó Guadalupe, mejor usted avíseme y voy por él”.

Al día siguiente, a las cuatro de la mañana, la madre de Jorge volvió a llamar, muy preocupada. “Lo hizo desde esa hora porque tiene un negocio de comida, desayunos para los voceadores. Le pedí la dirección y esperé a que el Metro abriera. Cuando llegué a la Tabacalera, su esposo (papá de Jorge) ya había ido a la delegación Cuauhtémoc a preguntar por ellos”.

Guadalupe decidió ir también a la delegación. Efectivamente: ningún rastro. Después se dirigió a la Venustiano Carranza. Sobre las pantallas del Ministerio Público no vio sus nombres. “De ahí me mandaron a la colonia Doctores, al búnker, pero me dijeron que en ese lugar no hay detenidos. Me sugirieron ir a la agencia 59, en Obrero Mundial y Petén. Fui y revisé los libros. Tampoco estaban. En Locatel me dieron los datos del Capea. Allá nos hicieron preguntas, a las dos madres por separado, y luego elaboraron la averiguación”. 

El tiempo avanza y la situación se complica. El agente encargado del caso se comunicó la noche del martes con la madre de Rodrigo para decirle que, según sus investigaciones, al terminar la pelea se fueron a una fiesta muy cerca del Monumento a la Revolución y más tarde partieron hacia Tepotzotlán, Estado de México, a un rave que duraría varios días en Cañada de Cisneros. El miércoles, las dos familias los buscaron también en Morelos y Texcoco. No los encontraron. El agente dijo que había más denuncias de jóvenes desaparecidos en esa fiesta.

La madre de Jorge no sabe si él lleva consigo credencial de elector. Lamentablemente, Rodrigo no tiene por ser menor de edad. Por ello sugiere crear una identificación oficial para adolescentes. Para Guadalupe Villegas, Rodrigo es su segundo hijo plagiado y el tercer secuestro en su familia. 

(MILENIO/

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