domingo, 26 de mayo de 2013

MICHOACÁN: AL BORDE DEL ESTADO FALLIDO

 
Grupos armados extorsionan, secuestran y matan a empresarios y políticos; incendian bodegas, camiones.
 
AGENCIA REFORMA 
Grupos armados extorsionan, secuestran y matan a empresarios y políticos; incendian bodegas, camiones, astilleros, comercios y gasolineras; bloquean carreteras y controlan el acceso a comunidades. Cobran derecho de piso en toda la entidad.
 
Grupos civiles, presuntamente apoyados por cárteles rivales, se arman para defenderse; toman alcaldías, desarman a las policías municipales, colocan retenes, hacen rondines y se autoproclaman como la autoridad en al menos tres pueblos: La Ruana (municipio de Buenavista Tomatlán), Tepalcatepec y Coalcomán. "Policías comunitarios", se autonombran. Se comunican vía Facebook, convocan con cohetes a miles de personas para llenar una plaza en menos de 15 minutos, piden la comprensión de la ciudadanía y el apoyo de las Fuerzas Federales. Declaran la guerra a los Caballeros Templarios (grupo conocido anteriormente como La Familia Michoacana); se enfrentan con ellos en comunidades y municipios de la Tierra Caliente. Caen muertos de ambos bandos.
 
Mientras esto ocurre, el gobernador se ausenta por enfermedad.
 
El PRI maniobra para conseguir en el Congreso local una licencia de 90 días que podría ser renovada para evitar la obligación legal de convocar a nuevas elecciones. Y coloca como gobernador interino a Jesús Reyna, secretario general de Gobierno de la administración fallida de Fausto Vallejo.
 
Los maestros de la CNTE se movilizan contra la reforma educativa y, en su reclamo, toman las calles de Morelia y paralizan escuelas. Los estudiantes normalistas plagian a 5 policías estatales, secuestran 64 vehículos y saquean mercancías para reclamar mil 160 plazas -y otras prebendas- a un gobierno que se declara en quiebra financiera por pasivos que superan los 38 mil millones de pesos.
 
La deuda y las irregularidades heredadas por la anterior administración ahogan a un gobierno que, aun así, consigue la autorización de los diputados locales para solicitar una nueva línea de crédito, por más de 9 mil millones de pesos.
 
Un senador del PAN exige la desaparición de poderes, y horas después el gobierno de Enrique Peña Nieto anuncia que, tras seis meses de administración, ha decidido al fin intervenir en Michoacán.
 
Nuevamente -como lo hizo el gobierno de Felipe Calderón el 11 de diciembre de 2006- la Secretaría de Gobernación anuncia un despliegue militar para recobrar la paz y tranquilidad en la entidad.
 
Pero, a diferencia de lo ocurrido en el sexenio anterior, esta vez el Presidente evita pararse en Michoacán.
 
De hecho, Enrique Peña Nieto no ha vuelto desde que era candidato.
 
Operativo inútil
 
El 11 de diciembre de 2006, el entonces secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, anunció en Los Pinos la puesta en marcha del Operativo Conjunto Michoacán: el despliegue de más de 5 mil efectivos del Ejército, la Marina, la Policía Federal y la PGR, que pretendía recuperar los territorios en manos del crimen organizado.
 
"La batalla contra el crimen organizado apenas comienza y será una lucha que nos llevará tiempo", advirtió el panista.
 
Seis años después la guerra continúa, sin que se haya recuperado ningún territorio.
 
De acuerdo con información del gobierno federal, el Operativo Conjunto Michoacán se llevó a cabo en cuatro fases, en las que los soldados abatieron a 197 presuntos criminales en más de 120 enfrentamientos urbanos y rurales. En esas incursiones, el Ejército sufrió 31 bajas, más de un centenar de heridos y cinco desaparecidos. La PF perdió a 40 elementos y la Marina a tres (Reforma, 20 de mayo de 2013).
 
A la fecha, sin embargo, la Sedena sigue considerando como "focos rojos" los municipios de Apatzingán, Uruapan, Zitácuaro, Pátzcuaro, La Piedad, Zamora y Morelia. A los que se suman Buenavista Tomatlán, Tepalcatepec y Coalcomán, donde recientemente aparecieron grupos de autodefensa.
 
Los municipios involucrados en el Michoacanazo han sido escenario reciente de enfrentamientos y ejecuciones, así como de la aparición de grupos de autodefensa: Apatzingán, Nueva Italia, Arteaga, Uruapan, Coahuayana, Aquila, Ciudad Hidalgo, Tumbiscatío, Zitácuaro, Nuevo Urecho, Tepalcatepec y Buenavista, los dos últimos con presencia de grupos civiles que tomaron las armas para defenderse de los Caballeros Templarios.
 
A pesar de que Calderón se obsesionó con la guerra en Michoacán, todos los indicadores señalan que hoy la situación es más grave que en 2006. Tan sólo en el último año, que además coincide con lo que lleva de gobierno el priista Fausto Vallejo, los delitos se incrementaron considerablemente.
 
Entre enero de 2012 y abril de este año se registraron 466 denuncias por extorsión, delito que pasó de 14 denuncias mensuales en enero de 2012 a 18 en el pasado abril.
 
Las denuncias por secuestro suman 193; se pasó de 8 a 18 denuncias mensuales.
 
Por homicidio doloso se presentaron mil 25 denuncias; pasaron de 55 a 81 cada mes.
 
Y las denuncias por delitos del fuero común sumaron 44 mil 519; pasaron de 2 mil 660 mensuales a 3 mil 72.
 
Michoacán se sitúa entre los 10 estados más violentos, según el Ejecutómetro de Reforma. En todo el sexenio de Calderón se registraron mil 712 ejecuciones, de las cuales 267 ocurrieron en 2012. En los seis meses del sexenio de Enrique Peña Nieto suman ya 148 asesinatos.
 
La situación es calificada como alarmante por legisladores michoacanos, empresarios, obispos, e incluso autoridades.
 
De enero a diciembre de 2012 hubo 20 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, lo que coloca a Michoacán en el número 12 de la lista de entidades más violentas.
 
Un estado quebrado Los problemas de Michoacán no se limitan a la violencia y la inseguridad.
 
La entidad está quebrada en sus finanzas públicas. Según dijo el gobernador Fausto Vallejo en febrero -poco antes de solicitar licencia al cargo- los pasivos superan los 38 mil millones de pesos.
 
Con una autorización del Congreso estatal para contratar deuda por 9 mil 56 millones de pesos, la actual administración se encuentra renegociando con las instituciones financieras acreedoras. Del monto aprobado, 2 mil 675 millones de pesos se destinan a pagar a proveedores y contratistas a los que se debía desde la administración pasada.
 
Después de una polémica elección, en la que PAN y PRD acusaron al PRI de recibir apoyos del crimen organizado, Fausto Vallejo inició la administración haciendo una denuncia contra el gobierno anterior, encabezado por el perredista Leonel Godoy. La auditoría estatal detectó irregularidades en el gasto de Godoy por 39 mil 299 millones de pesos, que iban desde el pago de asesorías "fantasmas", duplicidad de pagos, incumplimiento en pago de retenciones tributarias, pasivos no registrados, desvío de recursos federales y faltante de bienes, hasta la contratación irregular de deuda por un monto de 9 mil 750 millones de pesos.
 
Además de sus acreedores, el gobierno estatal enfrenta la presión de maestros y normalistas, que exigen más plazas y recursos; así como la exigencia de ayuntamientos a los que se deben millones de pesos provenientes de recursos federales, por concepto de obra convenida. El pasado martes, cinco alcaldes panistas pusieron un ultimátum al 30 de junio para que el gobierno estatal les pague más de 330 millones de pesos que les debe por este concepto.
 
Michoacán enfrenta, además, problemas de empleo formal: la tasa de desocupación pasó de 2.77 a 4.17 por ciento de la PEA, entre enero 2012 y enero 2013, según INEGI. En mayo se sitúa en 3.8 por ciento, abajo de la media nacional que era de 4.9 por ciento.
 
Crisis política e ingobernabilidad
 
El pasado 14 de febrero, al rendir su primer Informe de Gobierno, Fausto Vallejo presumió la creación de 9 mil empleos en su estado, la certificación de 8 mil policías, la detención de 7 mil 855 presuntos delincuentes y la instrumentación de 3 mil 140 operativos de seguridad.
 
Anunció una reestructuración de la administración pública estatal, un plan de austeridad que incluiría recortes en plazas y salarios. Y afirmó que comenzaba a hacerse frente a la situación financiera heredada de la pasada administración.
 
Diez días después aparecieron los grupos de autodefensa en Tepalcatepec y La Ruana.
 
En mayo se recrudeció la crisis de ingobernabilidad: el domingo 5, los normalistas secuestraron a cinco policías estatales en Turícuaro que mantuvieron 11 días como rehenes para presionar la negociación de las plazas que le exigen al gobierno estatal. El miércoles 15, grupos de autodefensa tomaron la alcaldía de Coalcomán e instalaron retenes de la policía comunitaria.
 
Ese mismo día, en la Ciudad de México, el PAN amagó con tramitar en el Senado una petición formal de desaparición de poderes en la entidad.
 
La reacción del gobierno federal vino al día siguiente, con el nombramiento del general brigadier Alberto Reyes Vaca, como titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal y, en los hechos, comandante de las Fuerzas Federales y estatales encargadas de poner orden en el estado.
 
Opiniones encontradas 
 
"Es casi lo mismo, con algunas diferencias que habrá que ver a fondo sobre lo que estén haciendo en realidad.
 
Pero es prácticamente lo mismo: intervenir y tratar de controlar esas zonas. Esto tiene que derivar en una situación en la que la presencia de las Fuerzas Armadas sea territorial, que no sea solo en incursiones que no erradican la delincuencia sino simplemente dan cierto control".
 
Según Vega, lo anunciado por la Secretaría de Gobernación es solamente una acción para atender la emergencia.
 
Anuncia que se desistirá de pedir la desaparición de poderes, pero promoverá que el Senado cree una comisión especial de seguimiento a Michoacán que vigile el nuevo operativo y el funcionamiento del gobierno estatal que, agrega, no había hecho nada para salir de la crisis.
 
"Hoy en Michoacán no hay un presidente municipal que no sea rehén de los grupos delincuenciales y, en consecuencia, se convierten en parte de", afirma el diputado perredista Silvano Aureoles.
 
El también ex candidato a la gubernatura en 2011 pide a los gobiernos federal y estatal (ambos emanados del PRI) trascender las acciones militares anunciadas el martes pasado, y convocar a un gran acuerdo político para el rescate de Michoacán.
 
Dicho acuerdo, detalla, podría generar el "arropamiento" institucional que necesitan los alcaldes michoacanos para recuperar autoridad.
 
OPERATIVO MICHOACÁN
 
197 PRESUNTOS criminales abatidos en más de 120 enfrentamientos urbanos y rurales. En esas incursiones, el Ejército sufrió 31 bajas.
 
74 ELEMENTOS de fuerzas federales entre Ejército, Marina y Policía Federal fueron abatidos durantes las acciones realizados.
 
06 AÑOS de la administración calderonista no bastaron para recuperar alguno de los territorios marcados como zona del narcotráfico.
 
(TABASCO HOY/ Ernesto Núñez/ Redacción/ 26 de Mayo 2013)

No hay comentarios:

Publicar un comentario