domingo, 26 de mayo de 2013

JOSÉ ESCUDERO: DESAPARECIDO

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Autoridades ineficientes, madre solicita apoyo
 
El poblado de Cataviña, ubicado en la costa del Pacífico en Ensenada, es otra región bajacaliforniana que se ha visto contaminada por el narcotráfico y crimen organizado. En las costas no son  poco comunes los sujetos empistolados y las trocas del año, tampoco los asaltos en carretera o la desaparición de personas.

En las inmediaciones de la zona conocida como la cantera “San Telmo Onix”, atraviesa uno de los caminos que lleva a la playa y, según los residentes, es usado por los traficantes de enervantes. En ese campamento desapareció, en enero de 2013, uno de los dueños, de nombre José Escudero de 46 años.

Los agentes de la PGJE buscaron 500 metros a la redonda no, encontraron nada y pidieron  a sus jefes realizar los trámites para que Protección Civil, Cruz Roja, CONAFORT, SEMARNAT los apoyara. Durante febrero, la Procuraduría del Estado emitió una alerta pública que la prensa apenas y replicó.

El 26 de febrero reportaron que no habían conseguido los caballos para buscar en una zona más amplia.

Conforme a la versión del desaparecido, el día 3 de enero, José salió de la casa materna en Tijuana rumbo a Ensenada, había acordado volver el día 20, pero no lo hizo y su hermana fue a buscarlo. Al llegar a la propiedad encontró las cabañas cerradas, las llaves del auto en su lugar de costumbre y el pick-up de su fraterno cerrado. Dentro del auto había ropa nueva y alimentos que 17 días atrás, el hombre había transportado desde Tijuana. En uno de los cuartos, comida enlamada. Ningún rastro de su hermano.

La Ministerial reportó en la escena una hielera vacía donde el desparecido acostumbraba guardar carne, y a 40 metros, las huellas de un animal salvaje.

Lo buscaron sin éxito, pidieron apoyo de las autoridades, denunciaron la desaparición el 28 de enero, la PGJE inscribió un acta circunstanciada para localización de personas.

La familia denunció que Escudero había tenido problemas con los empleados y la población de Cataviña porque les robaron piedra y maquinaria, pidieron que entrevistaran a los empleados Bárbaro Cota, Abraham Valdez, Alejo Peralta y Adrián Urías. “Les hicieron interrogatorios muy superficiales y en sus casas” reclamaron.

ZETA tiene copias, apenas cuatro renglones de letra a mano.

No lo encontraron. “Lo primero que dijeron en la Procuraduría, fue que lo había picado  una víbora y se había perdido, allá cuando alguien desparece siempre dicen eso. Luego salieron con que no se había inyectado su insulina (era diabético), se volvió loco y se perdió, hasta sacaron dichos del delegado, con quien mi hijo no trataba porque no confiaba, dijo que se le acercaba seguido a decirle disparates. Una cantidad de justificaciones incoherentes para no buscarlo”, reclamó la madre, de nombre Juana.

“Mi hijo no se fue, su enfermedad estaba controlada desde hace seis años, tenemos miedo de que se le hayan acercado, le hayan propuesto algo y no haya aceptado. No sabemos qué pasó, pero tampoco están investigando”, aseguró.

Juana Quintero ya acudió con la subprocuradora de Ensenada, Lidia Gallegos, sin resultados; también al cuartel militar, donde no la quisieron atender, según su versión, y a la oficina del gobernador, donde la remitieron con el secretario de seguridad, Daniel de la Rosa. “Hace una semana, se comprometió a llamarme, pero ya es la única opción que me queda”, lamentó la madre de José Escudero.

La familia Escudero Durán pidió apoyo a la comunidad en general, si tienen alguna información del paradero de su hijo, comunicarse al celular (664) 621-2110.

(SEMANARIO ZETA/mayo 26, 2013/

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