"YA PUEDEN REGRESAR" DICE MALOVA A DESPLAZADOS POR LA VIOLENCIA EN LA SIERRA

El Gobernador Mario López Valdez aseguró que los desplazados de comunidades violentadas por la delincuencia organizada "ya pueden regresar" a su hogar, pues existen las condiciones para desarrollar sus actividades.  En entrevista con Denisse Maerker en el programa radiofónico Atando Cabos, Malova dijo que la situación está controlada por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y cuerpos policiacos estatales quienes mantienen vigilancia en la zona. La violencia desatada en las zonas serranas de los municipios del norte en la última semana, se derivan de un combate de los grupos de la delincuencia organizada, en el control de la producción de drogas, expuso. "Los grupos delincuenciales están ahora peleando por las plazas, en las zonas urbanas andan buscando a los tiradores de droga, andan buscando a los vendedores de droga para que se sumen su grupo, y quien no quiere de alguna manera incorporarse a ese grupo, muchas veces es ejecutado y son parte de una alta estadística de números de muertos, porque muchas veces andaba independiente o estaba vendiendo para otro grupo, esa es la lucha que se da", explicó. "Y así como se pelean los grupos para tener aliados para vender, ahora se están peleando para tener aliados en la producción y como esa zona es inhóspita, (la sierra) es un lugar a parte productivo para la siembra de los estupefacientes, pues alguien de un grupo le dice (a un delincuente): 'ahora quiero que produzcas pero para mí'… entonces los vecinos les perjudican y les hacen daño, y vienen y los amenazan, y los quieren correr", dijo. El Ejecutivo estatal agregó que los delitos de alto impacto se redujeron en un 70 por ciento en esta zona conflictiva, además en Navolato y Mazatlán. Dijo que los delitos mutaron a secuestro, extorsiones y robos sentidos en la zona rural y después en la serrana. En un enfrentamiento entre delincuentes pertenecientes al crimen organizado en Bamoa, murieron 10 sicarios y dos militares. En Choix, se registraron 18 muertos más.  Tras la ola de violencia, familias abandonaron sus hogares ubicados en la sierra de Choix y Sinaloa de Leyva, principalmente.