Todo este tiempo la mamá de los bebés encubrió a su pareja y en algunos casos lo acompañó a enterrarlos. Sobrevivió una niña, que hoy tiene 7 años.

En un comunicado la Procuraduría de Justicia de Guanajuato informó de la detención de Enrique Álvarez Soto, de 29 años, de oficio lavacarros y con domicilio en avenida Revolución de la colonia Ignacio Ramírez, en San Miguel de Allende.

El presunto homicida, según las autoridades, se quedaba al cuidado de sus hijos porque su pareja salía a trabajar. Hoy se le acusa de homicidio en relación de parentesco.

El primer crimen, de acuerdo a la Procuraduría de Justicia, ocurrió en 2003, cuando con su pareja -de entonces 26 años- tuvo a su primer hijo, Enrique vivía con la joven y el bebé..

Lo mató porque lloraba mucho

Ella declaró a las autoridades que el hombre se molestaba cuando el niño lloraba, lo ponía boca abajo y lo cubría con cobijas hasta que se callaba. En una ocasión la mujer salió a la tienda y al regresar vio que su hijo, cubierto de cobijas, ya no respiraba.

Más tarde la pareja se dirigió en taxi a la Plaza Real del Conde con el cuerpo de su hijo envuelto en cobijas; mientras la mujer esperaba en la entrada, Enrique se llevó al niño. Regresó media hora después, solo.

A golpes contra la pared

La Procuraduría de Justicia informó que un año más tarde nació un segundo hijo a la pareja, cuando tenía siete meses Enrique se molestó porque lloraba. Según las autoridades, tomó de una pierna a su hijo, lo aventó contra la pared y cuando cayó sobre una cama le echó cobijas encima y lo asfixió.

El homicida metió el cuerpo en una bolsa de plástico y lo enterró en el patio de su casa. Su pareja, por órdenes de él, denunció el robo del niño ante el Ministerio Público y por este caso se integró la averiguación previa 1099/2004-II.

Días después Álvarez Soto desenterró el cuerpo, colocó piedras en la bolsa que lo contenía y lo arrojó a un pequeño lago del Ejido de Tirado. El lugar fue ubicado por el Ministerio Público, está a un costado del libramiento Juan Manuel Zavala Zavala, en San Miguel de Allende.

La sobreviviente

Enrique Álvarez y su pareja tuvieron una niña el 4 de febrero de 2005, que hoy tiene 7 años. Las autoridades informaron que cuando la niña tenía 3 años la familia se mudó a una vivienda en el municipio de Dolores Hidalgo.

La niña en la maleta

El cuarto hijo de la pareja fue una niña, cuando tenía cuatro meses murió asesinada por su papá, al igual que sus dos hermanos. Su cuerpo fue metido en una maleta y arrojado por el padre al arroyo cercano al hospital Santa Fe; más tarde se deshizo de la maleta.

El cuerpo fue encontrado el 27 de julio de 2006 y la Procuraduría General de Justicia del Estado con sede en San Miguel de Allende inició una averiguación previa. Las autoridades determinaron que la niña tenía síndrome de Down y fue asesinada por asfixia.

Tumba de yeso

En 2007 la mujer de Álvarez Soto volvió a quedar embarazada, el bebé nació en Dolores Hidalgo. Al igual que sus tres hermanos, el bebé de cuatro meses de edad fue golpeado y asfixiado por su padre.

Enrique hizo un cajón con madera, metió el cuerpo y le echó yeso encima; cuando se secó lo llevó a un baldío en el fraccionamiento Guanajuato y ahí lo abandonó.

Elementos ministeriales acudieron al lote baldío y hallaron un bloque de yeso de 80 por 35 centímetros, al analizarlo Servicios Periciales descubrió que contiene un cuerpo.

Cuatro niños en nueve años

La mamá de los niños tenía conocimiento de los homicidios, encubrió a su pareja y hasta lo acompañó a enterrarlos. De los cinco hijos que tuvieron juntos sobrevivió una niña que hoy tiene 7 años.

2003 – En San Miguel de Allende, Enrique Álvarez Soto asfixió a su primer hijo, de cinco meses. Mientras su esposa esperaba cerca, enterró el cuerpo envuelto en cobijas.

2004 – Con siete meses, el segundo bebé de la pareja lloraba y Enrique lo tomó de una pierna, lo aventó a la pared y al caer sobre un colchón lo asfixió con cobijas. Enterró el cuerpo en el patio de la casa y ordenó a la mujer que denunciara el robo del niño.

2006 – Una niña fue asesinada por Enrique cuando tenía cuatro meses, metió el cuerpo en una maleta y al pasar cerca de un hospital, en San Miguel de Allende, lo sacó y lo arrojó a un arroyo cercano.

2007 – Otro niño de cuatro meses fue asesinado por su papá, presuntamente a golpes. Enrique hizo un cajón con madera, metió el cuerpo y lo llenó con yeso, luego lo tiró en un baldío. La Policía halló el cuerpo.

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