Notimex
Ciudad del Vaticano.-
La congregación de los Legionarios de Cristo se comprometió hoy a atender
todas las acusaciones contra sus miembros por supuestos abusos sexuales, además
de garantizar que actuará según las normas civiles y de la Iglesia.
En
una nota enviada a todos los sacerdotes de ese instituto y difundida en su
página web, la cúpula confirmó que, tras realizar una serie de investigaciones
internas, siete denuncias resultaron “verosímiles” y se han remitido a la
Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano.
“En los últimos años
y en diferentes países, han llegado a los superiores mayores de la Legión de
Cristo algunas acusaciones de hechos inmorales y ‘delicta graviora’ (delitos
graves) cometidos por algunos legionarios”, indicó el comunicado.
“La
Legión de Cristo tiene el firme compromiso de atender y examinar todas las
acusaciones que le han sido presentadas, saliendo al encuentro de las posibles
víctimas y respetando siempre los derechos de todos los implicados”,
agregó.
El texto precisó que, de estos casos, sólo uno se refiere a
hechos recientes, mientras los demás datan de hace varias décadas. Además reveló
la existencia de otras dos acusaciones formales, presentadas directamente en El
Vaticano por personas fuera de la Legión.
Informó asimismo sobre diversas
acusaciones contra legionarios quienes, después de la investigación
correspondiente (civil o canónica), han sido declarados
inocentes.
Explicó que durante las investigaciones, tanto civiles como
eclesiásticas, se aplicaron medidas cautelares contra los imputados como la
restricción del ministerio sacerdotal “pues la protección de los niños y de las
comunidades es prioritaria para la congregación”.
La decisión de atender
estos casos, investigarlos, remitirlos a la sede apostólica y de comunicarlo al
resto de los miembros forma parte de una nueva política en una congregación
marcada por el escándalo de su fundador, el sacerdote mexicano Marcial
Maciel.
Personaje de enorme poder, dentro y fuera de la Iglesia, Maciel
fue encontrado culpable de haber atacado a varios ex seminaristas luego de una
investigación vaticana que lo sentenció, en mayo de 2006, a una “vida de oración
y penitencia”, alejado de toda actividad pública.
La sanción tardó años,
ya que la Congregación para la Doctrina de la Fe recibió en 1998 las primeras
denuncias contra ese personaje, al cual se le comprobó que tuvo hijos con
diversas mujeres y que consumió drogas sistemáticamente.
En el comunicado
de este viernes, los legionarios especificaron que, actualmente, cuando uno de
sus directores territoriales o el director general de la orden recibe una
denuncia o hay sospechas fundadas se deben seguir las leyes civiles vigentes en
cada uno de los países.
El texto ponderó que, en la medida de lo posible,
se debe abrir una investigación interna la cual, si concluye que la acusación es
verosímil, debe remitirse a la Congregación para la Doctrina de la Fe, el
tribunal vaticano responsable de juzgar estos delitos.
“(La Legión de
Cristo) confirma su compromiso de seguir favoreciendo y propiciando ambientes
seguros para niños y jóvenes, especialmente a través de la aplicación de códigos
de conducta para los legionarios, consagrados y seglares que tienen contacto con
menores en nuestras diversas instituciones”, insistió la orden.
Aseguró
que mantiene contacto con otras entidades externas para mejorar sus
procedimientos y políticas de prevención de abusos.
“Invitamos a todos a
respetar y encomendar a estos hermanos nuestros y sobre todo a las personas
afectadas”, estableció.
Los Legionarios de Cristo se encuentran en medio
de un proceso interno de renovación ordenado directamente por el Papa Benedicto
XVI y cuyo responsable es el cardenal Velasio De Paolis, delegado
pontificio.
El proceso de reforma busca modificar las bases de una
estructura que, según las pesquisas de cinco obispos auditores, quedó seriamente
golpeada por los actos de Marcial Maciel.
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