viernes, 27 de abril de 2012

EXPLOTACIÓN INFANTIL EN LOS CABOS


Según un censo del DIF los menores se concentran en la zona turística, sin que las autoridades pongan remedio a este fenómeno social que va en aumento, según expuso la Asociación Civil Amigos de CSL.

Hilda Martínez Guerra
Aunque su presencia es una muestra clara de injusticia, niños y niñas deambulan hasta altas horas de la noche por el corazón turístico de Cabo San Lucas, expuestos a todo tipo de peligros, mientras que la autoridad competente se hace de la “vista gorda”.

La historia de Francisco es apenas un ejemplo de este fenómeno social. Francisco tiene apenas 5 años de edad y, como cada tarde, se prepara para ir a vender al centro de Cabo San Lucas, “donde hay gringos”, la caja de chicles que su papá todos los días le compra. 

El chico sabe que en su casa hace falta comida, apenas hay lo indispensable y comparte la cama con dos hermanos menores. 

 Vive en una colonia popular, su padre no tiene trabajo por lo que,  “alguien tiene que conseguir para que sus hermanos coman”, según cuenta que le dijo su mamá, que tampoco labora de manera estable.

Francisco no puede leer ni escribir pero pronuncia a la perfección en inglés “One dollar, mister”. “Hay que insistirle y corretear al turista pa’que compre o cuando menos, nos dé una buena propina”, concluyó la entrevista.

En Baja California Sur existe la Ley de los derechos de las niñas y los niños, la cual en su el artículo 51 señala que:

 “El sistema para el Desarrollo Integral de la Familia promoverá los mecanismos de colaboración y fomentará programas de protección para que los adolescentes mayores de 14 años que trabajen cuenten con la protección laboral y el respeto a los derechos que otorga la ley federal del trabajo”.

Pero tal pareciera que lo que dice la legislación vigente es letra muerta, por lo que ha tocado a grupos ciudadanos alzar la voz y denunciar esta situación de los menores en riesgo.

Así es como el problema fue expuesto por la Asociación Civil Amigos de CSL, en sus inicios a cargo de Nora Alvarado, comerciante del centro de la localidad quien no sólo denunció ante las autoridades la serie de irregularidades que cada noche veía en las calles, de inmediato buscó acciones que permitieran sacar de circulación a los niños “chicleros” de la zona turística, lanzando para ello una convocatoria la cual consistía en la elaboración de un cartel que invitaba al visitante a no comprarles mercancía ni darles dinero.

El proyecto del cartel inició hace aproximadamente un año y medio; para ello la asociación Amigos de Cabo San Lucas acudió a las instituciones educativas de nivel superior a fin de convocar a los jóvenes estudiantes de diseño gráfico a participar en el proyecto.

Esto provocó que cientos de alumnos se sumaran a este esfuerzo reuniéndose cientos de propuestas de las cuales se eligió una sencilla con un mensaje claro para el turista: No enriquecer a quienes obligan a estos menores a trabajar hasta altas horas de la noche.

Aunque el cartel fue colocado en algunos negocios del centro de la localidad y muchos de estos comercios amanecieron con los cristales rotos, entre otros daños, la lucha continuó hasta convocar a la Asociación de Abogados de los Cabos –a cargo, en aquel momento, del Licenciado Adrián Real y actualmente presidida por el Licenciado Luis Carlos Covarrubias– a fin de que pudieran elaborar un documento tomando en cuenta los lineamientos básicos de la ley existente en el Estado, en el que se incluyera un apartado para atender el tema de los menores explotados.

El sistema DIF a la búsqueda de soluciones
En tanto la autoridad correspondiente, en este caso el sistema DIF Delegacional a través del Programa de Atención  al Menor y Adolescente en riesgo PAMAR, dirigido por María Elena Solís Ruiz, presentó a la Asociación un recuento del trabajo que, por más de 10 años se había venido realizando y ahí mismo reconoció que existe un grave problema no sólo de explotación, sino también de niños que engañando a sus propios padres son “rentados” y trasladados desde la Ciudad de México, Puebla, Guerrero y Oaxaca para ejercer la actividad del comercio informal en Cabo San Lucas.

La coordinadora de este programa informó que dio comienzo a un censo donde se determinó que hay cuando menos unos 200 menores ejerciendo alguna actividad remunerativa, incluyendo a los menores que fueron detectados como empacadores en tiendas de autoservicio.

En la búsqueda de soluciones se estableció el compromiso de becar a estos niños toda vez que, en su gran mayoría, habían tenido que abandonar la escuela y en algunos casos eran obligados por sus familiares a trabajar. El censo también arrojó que muchos menores no contaban con familiares en el municipio, es decir que sus padres les “habían otorgado permiso” de trabajar a los Cabos y a cambio, les era enviado dinero a sus progenitores.

Acciones de gobierno
En ese entonces  y en la  búsqueda de soluciones, en la sexta administración municipal a cargo de Narciso Agúndez Montaño se intentó enfrentar el problema, por lo que en aquel tiempo se organizaron operativos nocturnos con la participación de personal del sistema DIF, de Seguridad Pública e Inspección Fiscal Municipal. 

El resultado: decenas de menores detenidos luego de ser sorprendidos ejerciendo el comercio informal. Los mismos que fueron remitidos al área de barandilla de seguridad pública para su resguardo.

En este rubro, según el censo levantado por autoridades del DIF, se tuvieron casos incluso de menores (jovencitas de entre 11 y 14 años de edad) que nadie reclamó ni se supo quiénes eran los adultos responsables de su mantenimiento y cuidado.

Lo anterior sólo generó más cuestionamientos en torno a la legalidad de su estancia en el municipio sobre todo cuando se investigó su lugar de procedencia y su edad. 

Sin embargo, por la falta de elementos para ejercer una acción legal los menores fueron liberados, en tanto que la autoridad se limitó a no volver con sus operativos, a falta de espacio para alojar a los pequeños.

Asociación de Abogados pide aplicar la ley de protección al menor
Por su parte el Licenciado Real elaboró un proyecto de ley donde no sólo se solicitaba a las autoridades de los tres niveles de Gobierno actuar ante el problema; al mismo tiempo se buscaba obligar a los padres de familia a brindar a sus hijos sustento. 

Y citó: “Lo importante aquí son los niños, no la imagen, es darles seguridad, no hay que perder el objetivo, el propósito de la Asociación de Abogados es y será, fomentar y hacer proyectos de ley para que los legisladores los eleven al pleno y se conviertan en ley, de tal manera que las autoridades cuenten con instrumentos que les permitan resolver de manera adecuada este problema. La ley allí está, sólo requiere perfeccionarse”.

La parte legislativa
Recientemente, el diputado local Carlos Castro Ceseña reconoció públicamente en tribuna del Congreso Estatal que existen indicios de explotación infantil en Los Cabos, y lanzó el exhorto al Gobierno Estatal para que atendiera la problemática.

Una vez que realizó el pronunciamiento, solicitó la creación de un centro de asistencia social en Cabo San Lucas para niños “en desamparo, abandono o maltratados”.

Incluso pidió al Ayuntamiento de los Cabos donar un predio para tal fin e hizo un llamado a la Delegación de la Secretaría del Trabajo y Previsión social en el estado para que “acatando lo ordenado por el artículo 173 de la Ley Federal del Trabajo, vigile y proteja de manera especial el trabajo de los mayores de 14 años y menores de 16 años”, coordinando acciones con visitas de inspección, a efecto de erradicar en la entidad la explotación infantil.

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