Las pandillas hispanas, particularmente la "Mafia
Mexicana", extienden su influencia desde la cárcel a las calles de San Diego y
hasta Tijuana, México, donde muchos de sus miembros son deportados.
SAN DIEGO (EFE).- Las pandillas hispanas, particularmente
la "Mafia Mexicana", extienden su influencia desde la cárcel a las calles de San
Diego y hasta Tijuana, México, donde muchos de sus miembros son deportados.
Las acusaciones presentadas la semana pasada, tras el
arresto de más de 100 pandilleros hispanos en el sur de California, detallan por
primera vez la creciente influencia de estos grupos, particularmente en la zona
norte de San Diego.
Por su parte, activistas alertaron sobre su presencia
también al sur de la frontera.
Víctor Clark Alfaro, director del Centro Binacional por
los Derechos Humanos y profesor de la Universidad Estatal de San Diego, dijo a
Efe que en vecindarios del norte del condado, como Vista, Escondido, Fallbrook,
y San Marcos, se han convertido en los principales sectores de reclutamiento
para pandillas.
Esto se confirma por las acusaciones presentadas por
autoridades la semana pasada, que señala que "La Eme" está extendiendo su
influencia desde la cárcel de Vista hasta las calles donde exige tributos por
parte de vendedores de droga y miembros de las pandillas.
"Estimamos que de las 225 personas que son deportadas a
diario de San Diego a Tijuana por San Ysidro, el 30 por ciento pertenece a
pandillas y han estado en prisión", dijo Clark Alfaro.
Añadió que es un fenómeno nuevo el que estas pandillas que
históricamente habían operado solamente en el lado estadounidense extiendan sus
redes al lado mexicano, reorganizándose en Tijuana para ponerse en contacto con
sus grupos en EE.UU.
En los tres operativos masivos del pasado 25 de enero
"Condado Notorio", "Carnalismo", y "12 Pasos", el FBI arrestó a 104 personas,
acusándolas junto a 15 más todavía fugitivas de lazos con la Mafia Mexicana.
De acuerdo con la fiscal federal del distrito del sur de
California, Laura E. Duffy, Rudy Espudo, líder de "La Eme" de la ciudad de
Escondido controlaba una red criminal que infiltró el Centro de Detención de
Vista, desde donde controlaba el castigo de oponentes, la infraestructura del
tráfico de drogas y la coordinación de las pandillas afiliadas, conocidas como
"sureños".
Entre las pandillas de "sureños" citadas en las
acusaciones se encuentran los "Westside" y "Diablos" de la ciudad de Escondido,
además de "Varrio San Marcos" y "Varrio Fallbrook Locos".
"En muchos casos, los jóvenes deportados llegaron a EE.UU.
muy chicos, culturalmente pertenecen a ese país, y es apenas ahora cuando
tenemos que hacer el seguimiento para ver de qué forma su presencia en Tijuana
incidirá la estructuras de tráfico de drogas presentes en el área", indicó Clark
Alfaro.
El agente especial del FBI en San Diego, Darrell Foxworth,
dijo a Efe que de los 15 fugitivos del operativo de la semana pasada, cuatro de
ellos fueron arrestados el viernes pasado, lo que aumenta a 108 el número de
detenidos.
"Los fugitivos que permanecen deberán responder por cargos
de conspiración por crimen organizado, violaciones por tráfico de drogas y
ofensas federales de porte ilegal de armas", dijo Foxworth.
El agente sostuvo que el FBI no tiene contemplado dar más
información sobre la forma de operación de las pandillas más allá de la
presentada en las acusaciones, en las que se detalla que en caso de que alguna
pandilla de los "sureños" se retrasara en sus pagos mensuales, Espudo decidía
retirarle protección para que otras pandillas atacaran a sus miembros.
Este fue el caso en enero del año pasado, cuando
"Westside" se retrasó en el pago de 2.000 dólares, lo que representaba que los
pandilleros miembros serían atacados en la cárcel a menos de que metieran allí
drogas de contrabando.
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